Se ha hecho de rogar casi un año, pero el momento ha llegado. La gran banca aumentará la rentabilidad por sus depósitos a plazo fijo a partir del segundo semestre del año. El principal catalizador de este cambio es que a finales de junio vence el plazo para que los seis grandes bancos españoles, Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja, devuelvan al Banco Central Europeo (BCE) cerca de 61.000 millones de euros de las TLTRO (facilidades especiales de liquidez) que les prestó para garantizar el flujo del crédito en la pandemia.
La devolución de los préstamos mermará una parte de la liquidez de los bancos, que se verán obligados a obtener financiación de otras fuentes, entre ellas, los pequeños ahorradores, y la mejor forma de atraerlos es a través de remunerar mejor los depósitos a plazo fijo. Cosa que hasta ahora han evitado.
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Desde que el julio del año pasado el BCE inició la subida de los tipos de interés, la gran banca española se ha situado a la cola de Europa en la retribución de los depósitos a plazo fijo, con un interés del 1,33% de media en abril, casi la mitad del 2,27% ofrecido por la banca de la eurozona, según los últimos datos del Banco de España.
A partir de julio se empezarán a ver los primeros movimientos reconocieron los primeros espadas de la banca española en un foro organizado por Cinco Días. Víctor Iglesias, consejero delegado de Ibercaja, afirmó que se producirá “un pago más generalizado de los depósitos en el segundo semestre”. También el consejero delegado de Banco Santander, Ángel Rivera, reconoció que los bancos irán aumentando la retribución “de forma paulatina”.
Trato de ‘favor’ a las empresas
Los escasos intereses ofrecidos a los ahorradores particulares contrastan con los concedidos a las empresas, que en abril alcanzaron un 2,6%, según datos del supervisor español, en línea con el resto de bancos europeos, que de media ofrecieron un 2,7%.
Esta diferencia se debe, según José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank, a que en los años en que los tipos de interés se situaron en negativo o en cero, la banca cobró el coste de depósitos a las empresas y no a las ahorradores particulares, por lo que “igual que las empresas fueron las que pagaron los tipos negativos, ahora son las primeras a las que se les está remunerando”. Reconoció que a los particulares también les llegará esta subida, pero “es normal que vayan después”.
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Otra causa que ha retrasado la subida de la rentabilidad de los depósitos es, en opinión de Víctor iglesias, que “para pagar depósitos, primero tienen que mejorar los ingresos. Se tiene que repreciar la cartera hipotecaria, que en nuestro caso tarda entre 18 y 24 meses”.
La baja rentabilidad que da la banca por los plazos fijos contrasta con el encarecimiento que ha aplicado a sus créditos tras la escalada de tipos, lo que ha generado que la brecha entre lo que paga por el pasivo y lo que cobra por las hipotecas sea más ancha que nunca.
La deuda de la banca se reduce un 66%
En este contexto, la deuda de los bancos españoles con el BCE alcanzó en mayo los 96.179 millones de euros, lo que supuso una reducción del 66% con respecto al mismo mes del año anterior, según datos del Banco de España.
La reducción anual fue términos absolutos es de 193.510 millones de euros. De este modo, y teniendo en cuenta tanto las operaciones principales como las de largo plazo, entre las que incluye el programa de subastas de liquidez TLTRO, la deuda de la banca española se situó a cierre de mayo en mínimos desde octubre de 2011, cuando era de 86.178 millones de euros.
Esta caída de la deuda se produce en un contexto de normalización de políticas monetarias que ha llevado al BCE a incentivar amortizaciones anticipadas de la liquidez que dio a los bancos durante la crisis de la Covid-19 a través del programa de subastas TLTRO.
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