España buscará el próximo domingo levantar el único título que le falta en su vitrina: la Nations League, el torneo veraniego inventado por la UEFA en 2018. Los de Luis de la Fuente se llevaron un partido muy igualado ante Italia gracias al tardío gol de Joselu y se citan con Croacia en la gran final. Antes, Yeremy Pino adelantó a la Roja ras un error garrafal de Bonucci que neutralizó casi de inmediato Ciro Inmobile de penalti tras una mano del debutante Le Normand. El gallego, como ya hiciera en su debut ante Noruega el pasado mes de marzo, irrumpió desde el banquillo para darle el triunfo a los de De la Fuente, que coge oxígeno.
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Y es que el partido era una prueba de fuego para el seleccionador, que afrontaba su tercer encuentro al frente de la absoluta. No tanto por su puesto, que no corría peligro toda vez que la Federación le ratificó independientemente de lo que ocurriera en la Nations League, pero sí por su figura, cuestionada tras la última derrota ante Escocia. Su proyecto, recién nacido, se examinaba ante una Italia de Mancini que también llegaba en horas bajas. Ausente en los dos últimos Mundiales, la Azzurra, que sigue siendo la vigente campeona de Europa, se ha convertido en una funámbula entre el éxito y el fracaso.
De la Fuente introdujo ocho cambios respecto al encuentro en Glasgow. Tan sólo Yeremy Pino, Mikel Merino y Rodri, el mejor de la Roja repitieron de aquel once que se la pegó ante Escocia. Un giro radical de caras, pero no de sistema, pues la línea de cuatro defensas escoltada por el doble pivote y tres atacantes por detrás del delantero de referencia no se movió a lo largo de todo el partido.
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Le Normand neutraliza el error de Bonucci
Lo primero que se le pide a un defensa es que no se complique con el balón, que busque la sencillez y evite generar inseguridad a su equipo. Pues Bonucci, que a sus espaldas lleva 120 partidos con su selección, fue lo primero que hizo. El zaguero de la Juventus recibió un balón comprometido de Donnarumma, se enredó y cuando quiso darse cuenta la pelota ya estaba en los pies de Pino, que definió de maravilla. El tempranero gol de España parecía de esos que hacían saltar por los aires la pizarra.
Pero al error de Bonucci le siguió siete minutos después el de Le Normand, este menos grosero, eso sí. El central de la Real, que se estrenaba con la Roja tras su reciente nacionalización, repelió un chut con la mano. Immobile no falló desde los once metros. A partir de ahí, el partido fue un estéril dominio de la posesión por parte de España y veloces contragolpes de una Italia que castigaba constantemente la espalda de Le Normand, Laporte y, especialmente, la de Jordi Alba. En una de esas jugadas en largo Frattesi sorprendió a Unai Simón, pero el VAR invalidó el tanto.
Otra vez Joselu
España se salvó por milímetros, pero el avisó fue suficiente para un conato de reacción que comandaron Merino y Morata. Los de De la Fuente subieron el nivel en la segunda mitad y tanto el realista como el Atlético rozaron el gol. No llegó. Donnarumma evitó milagrosamente el tanto de Mikel, mientras que Morata, en el rebote, falló a la media vuelta. Quien no lo hizo fue Joselu, de nuevo el salvador de la Roja. Como ante Noruega, fue entrar y besar el santo.
El veterano delantero sacó su instinto de nueve para cazar un rechace en el área italiana. El gallego metió la puntera y certificó el billete de España a la final de Liga de Naciones. Allí espera la Croacia de Luka Modric, que tumbó a Holanda en la otra semifinal. Tercer gol para el revulsivo Joselu y una buena dosis de crédito para De la Fuente. El título espera el domingo.
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