¿Ha colapsado la EBAU? Errores, notas infladas y dimisiones que ponen en un aprieto al examen

Tal vez sea un error hacer que, con apenas 18 años, haya que tomar una decisión tan importante como elegir carrera profesional. La convocatoria ordinaria de la EBAU 2023 —popularmente conocida como Selectividad— llega a su fin tras una edición especialmente convulsa donde los errores en los exámenes y polémicas por sus contenidos han generado incluso dimisiones en algunas comunidades autónomas. También, se ha puesto sobre la mesa una pregunta que siempre ha sobrevolado este examen, no sin cierto clasismo que algunas regiones de España ejercen sobre otras. ¿Es más fácil la selectividad en según qué comunidades?

Los protocolos y la realización del examen corresponde a entes independientes que no tienen capacidad para manipular los exámenes y hacerlos más o menos complicados. Las universidades nombran a coordinadores que realizan los contenidos del examen en colaboración con profesores de Bachillerato. Así surgen las preguntas en todas las regiones de España. Los correctores son los propios profesores de instituto, que en muchos casos han aprobado las oposiciones públicas. Feijóo ha alimentado ese bulo y ha prometido evitar esos supuestos desequilibrios territoriales —cosa que su partido no llevó a cabo cuando estuvo en Moncloa—.

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Sin embargo, una herencia que sí dejó el Gobierno de Mariano Rajoy en la EBAU es que las comunidades llevaran a cabo una sistemática inflación en las notas. Así lo revelan las conclusiones del informe La subida de las notas de Selectividad: ¿Inflación o competición? de la ESADE, que reza que “la reforma de 2017 muestra que un cambio no pactado (y probablemente mal diseñado) causó efectos no previstos que todavía estamos pagando en términos de menos opcionalidad y mayor inflación de notas: el intento de introducir las matemáticas como materia obligatoria para buena parte del alumnado por parte del Ministerio trajo consigo una respuesta de las CCAA y Universidades que desembocó en una inflación de las notas”.

Pero más allá de esta polémica, hay una realidad palpable que necesita una reforma inminente: actualmente, un médico que ya ejerce y se matriculó en Medicina con la nota de corte justa (12,2/12,3 en Madrid) en 2012, no obtendría una plaza ahora (13,3 en 2022) en ningún centro de la Comunidad de Madrid. “La subida de las calificaciones se explica a la vez por la emergencia de un entorno cada vez más competitivo y por una dinámica inflacionaria de las notas fruto de decisiones políticas”, asegura el estudio.

La variación al comparar los años es palpable y alcanza más de un punto de subida. Una crecida que hace insostenible este sistema, como ya detectó el actual Ministerio de Educación al lanzar una reforma que quedó aprobada pero paralizada por la convocatoria de elecciones generales. Será el próximo gobierno el que dedica cómo implementarla.

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Asturias, Madrid y Cantabria han sido algunas comunidades donde se han registrado errores, tanto en el contenido de las preguntas como en la propia estructura de los modelos de los test oficiales. En Cantabria, errores en los exámenes de Lengua e Historia de España han derivado en la renuncia al cargo del coordinador de la EBAU en la región.

En Asturias se constató una importante polémica en el examen de Química, donde los alumnos denunciaron que las preguntas no se ceñían al temario estudiado en el Bachillerato. El rector de la Universidad de Oviedo se cerró en banda y aseguró que todo estaba en orden y que no habrá revisión.

En Madrid, el examen de matemáticas contuvo un problema imposible de resolver y el de Historia de España tenía una imagen de la victoria de Jose María Aznar en 1996 como instantánea a comentar, elemento que generó comentarios críticos.

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