El equilibrio está siendo una cualidad indispensable para el PP durante esta precampaña electoral al 23-J. Aún quedan acuerdos por cerrar tras las elecciones del 28M, donde en algunos territorios dependen de un pacto con Vox para gobernar, y en otros pueden recurrir a otros actores o fórmulas. Además, tienen que intentar que las decisiones que tomen en cada territorio y con cada uno de los partidos no les afecten de cara a las generales del 23J.
Con este escenario, entran en juego varios funambulistas: el popular Carlos Mazón gobernará en coalición con Vox en la Generalitat Valenciana; Marga Prohens se sentó este miércoles con la ultraderecha en Baleares para llegar a un acuerdo de gobierno, a poder ser programático, y Jorge Azcón en Aragón negocia en los mismos términos con Vox. Además, el PP pretende negociar en los 135 municipios, entre ellos 7 grandes ciudades, en los que Vox es necesario para asegurar la gobernanza de sus candidatos.
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La política de pactos con la ultraderecha no es la pauta que quiere exhibir Génova de cara al 23-J ni la que le garantiza la gobernabilidad de todos los territorios a los que aspira. “Cada territorio tiene unas circunstancias”, señalan fuentes del PP.
No solo se ha visto en Canarias, donde el partido de Feijóo cerró un gobierno con Coalición Canaria e ignoró a Vox. En Cantabria también ha cambiado de socio al pactar con Miguel Ángel Revilla la abstención del PRC en la investidura para evitar un gobierno de coalición con Vox. Y ha dejado de lado a Vox en Murcia, donde López Miras ha negociado con el PSOE dejar fuera a Vox en el reparto de la Mesa, el órgano con más peso del Parlamento.
Además, el PP ha añadido otra manzana a sus malabares de pactos: lleva meses ofreciendo al PSOE un acuerdo para que gobierne la lista más votada, una propuesta que se ha vuelto en su contra al ser aceptada por Emiliano García-Page. Consciente de que en esta ocasión saldría perdiendo, el PP la ha rechazado: se quedaría sin Toledo, Guadalajara y Talavera de la Reina, tres grandes ayuntamientos donde ha ganado el PSOE en los que el PP podría gobernar pactando con Vox.
Los ‘populares’ tienen que hacer equilibrios con todos estos actores y territorios para lograr la máxima cuota de gobernabilidad, a la vez que deben asegurarse de que los mismos no se perjudican entre sí, ni tampoco lo hacen en la campaña del 23 de julio.
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