Ana Rujas: “No me interesa hacer un retrato generacional donde otra vez sean protagonistas las drogas porque mucha gente no consume”

La actriz y creadora de ‘Cardo’, la serie sobre la crisis generacional de la juventud que nada entre el diazepam y el alcohol, presenta ahora su faceta literaria y poética con ‘La otra bestia’

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Ana Rujas
Ana Rujas

Ana Rujas (Madrid, 1989) acaba de terminar Mi año de descanso y relajación (2019), la novela de Otessa Moshfegh en la que una joven neoyorquina -huérfana y, sobre todo, privilegiada- decide dejar su trabajo e hibernar durante 365 días para recuperarse del hastío de no saber qué hacer con su vida. A base de lorazepam, nolotil, orfidal y todo tipo de estupefacientes del sueño y de la distracción, consigue renacer para regresar a la hambrienta y exhaustiva rueda social.

Aunque no de la misma manera, ni con el mismo contexto, ni tampoco por las mismas causas, la pérdida generacional de uno mismo que el personaje de Rujas (María) vive en Cardo, la serie que protagoniza y que creó junto a Claudia Costafreda, encuentra cierto reflejo con el relato de la escritora estadounidense.

Tras el proyecto por el que le otorgaron la voz de la autoridad en la materia de jóvenes atravesando una crisis existencial, la actriz presenta La otra bestia: una autoficción “artística” con la que Rujas no buscó “soltar su mierda y sentirse bien”, sino explorar un medio diverso en el que volcar sus aspiraciones más íntimas.

Entre los nervios, la emoción y “el llanto de este parto”, la intérprete atiende a Infobae España para hablar de motivación en épocas de irrelevancia social y laboral, y de cómo el arte es capaz de vertebrar cualquier ente. “Es un buen momento para la ficción y para las mujeres”, apunta.

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¿Tenías miedo a mostrarte vulnerable con La otra bestia?

Un libro es más expuesto, más directo, sin filtro. No hay una cámara delante, no hay nada. No lo había hecho todavía, pero vulnerable no es la palabra, era más laincertidumbre de saber cómo se va a recibir. Es una propuesta artística. Eso es para mí La otra bestia. No es una autobiografía. Es un pacto con el lector entre la ficción y la realidad. Hay un personaje en el libro que no soy yo.

¿Hay presión en el gremio artístico por abarcar todo: cine, series, literatura...?

Yo no quiero abarcar todo, no tengo ningún interés en hacerlo ni en decir ‘ahora me hago un hueco aquí'. Igual que hemos hecho La mujer más fea del mundo o Cardo, esto es otro proyecto artístico y en este caso es un libro.

Portada de 'La otra bestia'.
Portada de 'La otra bestia'.

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¿Es el amor el principal motor del arte?

Soy una romántica (ríe). Todos somos un poco románticos. Me encanta la idea del amor, aunque ahora no guste demasiado decirlo. Me parece que lo artístico no puede estar teñido de lo que está pasando, porque entonces capas el arte.

Dices que es distinto actuar que escribir pero, ¿qué consideras más complicado?

Son procesos distintos, las dos cosas son muy difíciles, lo que pasa es que escribir es más solitario. La que está defendiendo este libro soy yo porque soy la autora. Hasta ahora he estado con compañeras trabajando y creando, y me parece increíble porque estás con una partner y nadie sabe qué es de quién, es una creación conjunta. En cambio el libro no, el libro soy yo, estoy sola con vosotros hablando y defendiéndolo. La actuación también es muy complicada, es muy difícil. Lo he llegado a pasar igual de mal.

“‘Cardo’ ha abierto una puerta para que confíen en que series como ‘Autodefensa o ‘Selftape’ se pueden hacer”

De Cardo dijeron que había conseguido convertirse en un retrato generacional, ¿estás de acuerdo?

A nosotras nos gusta que nos digan eso. Supongo que no pensábamos en lo que iba a ser, sino en lo que estábamos haciendo, en lo que nos apelaba a cada una, en las cosas que queríamos contar, en lo que nos hubiese gustado ver a nosotras como espectadoras. Cuando muchas críticas dijeron que Cardo era un retrato generaional nos sentimos muy halagadas, porque es muy bonito formar parte de eso. Claudia y yo siempre hemos dicho que no es tanto por Cardo, sino porque Los Javis nos dieron ese lugar, nos apoyaron para crear lo nuestro. Luego han salido Autodefensa, Selftape... ha sido una puerta para que confiasen en que ese tipo series se pueden hacer. Nosotras tuvimos la oportunidad de tener esa voz y me alegro de haber estado a la altura.

Hablas de Selftape, Autodefensa... ¿os consideráis pioneras de esa ficción sobre una juventud salvaje?

Yo creo que ya había pioneras antes que nosotras. Hay actrices y directoras que han luchado mucho, como Isabel Coixet e Iciar Bollaín. Los Javis también han sido muy importantes en la industria audiovisual en España. Ellos han sido pioneros y creo que nosotras lo hemos sido como mujeres.

¿Se sienten las nuevas generaciones perdidas en la jungla de la vida, del trabajo, del amor?

Creo que la vida va de esto, creo que nuestros padres también estarían perdidos en su momento, pero ahora, por suerte, hay hueco para la reflexión. Estamos en un momento en el que hay espacio para preguntarse cosas, para estar en desacuerdo... eso no lo tenían ellos y es un lujo. No lo veo como algo negativo, también somos partícipes de cambiarlo. A mí tampoco se me estaba dando bien lo de ser actriz y creé mi propio papel, parece muy utópico pero es así. Estaba ocupada, no preocupada, de buscar qué hacer y cómo hacerlo posible. Igual hay que estar más ocupados.

¿Y que necesitemos estar ocupados todo el rato no habla, en parte, de un fallo del sistema?

Yo estoy dentro de ese fallo, estoy dentrísimo. Estoy ocupada y pensando todo el día. Formo parte del fallo. No sé si es malo o bueno, que cada uno lo intente llevar de la mejor manera posible para no volvernos locos.

¿Falta representación de esa parte de la sociedad que puede no sentirse representada con Cardo o con las series que hablan del frenesí de la droga y el alcohol?

En un momento dado de la vida estás más perdida, sales, no sabes qué hacer y prefieres ponerte un poco pedo y a ver si pasa otro día más. Eso abunda mucho en un momento dado, pero estoy de acuerdo, por eso la segunda temporada acaba de otra manera, con una reflexión distinta. No me interesa para nada hacer un retrato generacional donde, otra vez, las drogas sean llas protagonistas, porque hay mucha gente de nuestra generación que no lo hace, ¿y dónde están reflejados?

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