“Lo digo claramente: concurriremos a las elecciones generales con Sumar. Esa decisión está tomada”. De esta manera tan contundente, y sobre la bocina, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, anunció el pasado viernes 9 de junio que el partido morado se unía al espacio político liderado por Yolanda Díaz. Belarra aseguraba que la izquierda reclamaba a Podemos un “acuerdo de unidad”, a pesar del veto impuesto a Irene Montero a ir en las listas.
Podemos argumentaba responsabilidad y compromiso a la hora de tomar esta decisión, aunque detrás también hay motivos económicos. Podemos no podía quedarse fuera de la coalición de partidos porque ponía en peligro seguir teniendo representación en el Congreso. Y esa representación conlleva unos ingresos económicos que son vitales para un partido que ha quedado maltrecho tras las elecciones municipales y autonómicas del pasado 28 de mayo.
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Y es que Podemos siempre financia sus campañas con microcréditos, es decir, con donaciones que realizan voluntariamente sus seguidores y simpatizantes. La formación morada lo describe así en su web: “Ayúdanos a financiar las campañas electorales suscribiendo un ‘microcrédito Podemos’. Cuando nos ingresen la subvención electoral te devolveremos la cantidad aportada”. A la hora de solicitar estos préstamos, el partido siempre realiza una estimación del resultado esperado en las urnas y de la subvención estatal que le correspondería por los gastos electorales.
Para las últimas elecciones de mayo, Podemos consiguió recaudar por este sistema 870.000 euros, que ahora tiene que devolver. Pero los malos resultados cosechados tras estos comicios han puesto en una situación delicada a los morados. La formación liderada en su día por Pablo Iglesias obtuvo el 28-M en toda España solo 200 concejales y conservó 14 de los 46 diputados que ya tenía.
Un desastre sin paliativos. No solo electoral. También económico. Según la orden ministerial fijada para estos comicios, los partidos recibirán 270,90 euros por cada concejal electo. En el caso de Podemos sus resultados le supondrán unos ingresos de 54.180 euros. A esta cantidad hay que sumar 0,54 euros “por cada uno de los votos obtenidos por cada candidatura, uno de cuyos miembros, al menos, hubiera sido proclamado concejal”. Unidas Podemos-IU obtuvo 133.267 votos. En el supuesto de que todos los votos hayan supuesto la obtención de un edil son otros 72.000 euros de ingresos.
Los 14 diputados autonómicos obtenidos por Podemos también conllevan una cantidad económica, ya que las Comunidades pagan por escaño conseguido. En total estos 14 parlamentarios reportarán a Podemos otros 208.264 euros, además de la subvención que cada autonomía paga por voto obtenido, que suman otros 126.000 euros. Podemos logra en total 460.000 euros en subvenciones por concejales, escaños y votos obtenidos, muy alejados de los 870.000 euros solicitados en microcréditos.
Esta es una de las razones para confluir en la alianza capitaneada por Sumar, señalan fuentes de Podemos. “La supervivencia económica de un partido que cada vez tiene menos apoyo en las urnas”. Hay que recordar que el acuerdo firmado supone para Podemos un 23% de los recursos económicos que maneje Sumar en las generales de finales de julio, un salvavidas importante para cerrar el acuerdo. A pesar del veto a Irene Montero.
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