Consumidores celebran el veto del Parlamento Europeo al reconocimiento facial de la IA

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Madrid, 14 jun. La Federación de Consumidores y Usuarios (CECU) celebra las restricciones que este miércoles el Parlamento Europeo ha aprobado en lo referente a la Inteligencia Artificial (IA), con medidas como la prohibición del reconocimiento facial o la calificación social.

El texto, que ha salido adelante con 499 votos a favor, 28 en contra y 93 abstenciones, pretende ser el primer conjunto de reglas en el mundo sobre sistema de IA para proteger a los consumidores y garantizar que esta inteligencia vaya en línea con los derechos y valores de la UE.

Por ello el Parlamento se ha opuesto a la vigilancia biométrica en tiempo real, como el reconocimiento facial, por parte de autoridades públicas y entidades privadas en espacios de acceso público y ha impuesto condiciones para los nuevos sistemas como ChatGPT.

También ha prohibido la calificación social por parte de las entidades privadas, que se basa en la evaluación de la IA a un individuo teniendo en cuenta su comportamiento o sus preferencias.

Una calificación social, que CECU consideraba una práctica "demasiado invasiva y arbitraria" para ser utilizada en personas consumidoras, según denuncian en una nota de prensa.

No obstante, la federación denuncia algunas lagunas en este Reglamento de Inteligencia Artificial, como el haber debilitado la clasificación de sistema de alto riesgo, un resquicio que puede ayudar a los desarrolladores a evitar cumplir con las obligaciones específicas que se prevén para este tipo de sistemas.

"Lamentamos que el Parlamento haya mantenido la decisión de otorgar mucha discrecionalidad a las empresas para decidir si su sistema de IA se considera de alto riesgo o no y así escapar de las principales obligaciones del Reglamento", ha lamentado la experta en derechos digitales de CECU, Anabel Arias.

CECU considera negativo, además, que no se prohíba el reconocimiento de emociones cuando se usa en los consumidores, hecho que puede conducir a "graves intrusiones" en la privacidad e influir en la capacidad de toma de decisiones, según detalla. EFE

cdu/aam

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