Llega el verano y con él, vuelve, otra vez, Kylian Mbappé. Lo suyo es un culebrón eterno, una historia interminable propia del mismísimo Christopher Nolan que se repite cada año desde 2019 entre los meses de junio y septiembre como si fuese una especie de bucle en el tiempo que no se acaba nunca. La sucesión de acontecimientos es siempre la misma: termina el curso futbolístico, Mbappé filtra su deseo de abandonar su club, el Paris Saint-Germain, y el foco se pone entonces en el Real Madrid, el equipo que suspira eternamente por el francés y en el que el chico siempre soñó con jugar, pero al que todas las veces que se presenta la ocasión, ya sea por esta o aquella razón, deja plantado. A ese punto inicial se ha vuelto una vez más el 13 de junio de 2023.
Según ha adelantado el diario francés L’Equipe, el delantero ha enviado una carta al PSG en la que comunica al club de manera formal su intención de no renovar su contrato para ser agente libre en 2024. Para entender bien el contexto es necesario remontarse a los últimos días de agosto del año pasado, cuando Mbappé, seducido por el dinero y presionado hasta el extremo por las más altas personalidades políticas de Francia, decidió romper a última hora el acuerdo verbal que había alcanzado con Madrid para renovar con el equipo controlado por Catar.
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El PSG proclamó su victoria con un evento por todo lo alto en el que presentó a su estrella con una camiseta que anunciaba una extensión hasta 2025. No era cierto, o al menos no lo era del todo. Mbappé acordó continuar dos años más, hasta 2024, e incluyó una cláusula unilateral que le permitía sólo a él ampliar su relación un año más. Esa cláusula es la que, según el medio galo, no va a ejecutar bajo ninguna circunstancia.
La opción del traspaso
Hasta aquí, lo de siempre. Sin embargo, en esta ocasión, el paso siguiente podría no ser el mismo de años anteriores. Salvo el verano pasado, cuando la decisión pertenecía única y exclusivamente a Mbappé, el PSG se había mostrado cada año inflexible en su postura: el jugador no se movía de París fuese cual fuese la oferta económica. En 2021 ni siquiera respondió a una propuesta del Madrid que se iba a los 200 millones de euros. En Catar no se sentaban a negociar, por mucho que se empeñaran el jugador y el club blanco.
Ahora, siempre según la información de L’Equipe, los dirigentes cataríes han reaccionado a la comunicación de la estrella francesa de una manera radicalmente distinta. Desde el PSG habrían trasladado al jugador que no existe la posibilidad de que se marche gratis el próximo año y que si no reconsidera su decisión le pondrán en el mercado este verano. Hasta el momento esa no parecía ser una opción para Mbappé, que ya había proclamado abiertamente su intención de jugar el próximo curso en el Parque de los Príncipes. “Estaré en París, todavía me queda un año de contrato”, zanjó hace apenas diez días.
El Madrid, a la espera
Desatado el terremoto en Francia, todas las miradas se han puesto de manera inmediata y automática en el Real Madrid, que se encuentra además inmerso en la búsqueda de un atacante que reemplace a Karim Benzema, ya en Arabia. Lo cierto es que el escenario es el más propenso y a la vez el más inesperado de todos. Nadie contemplaba la salida del veterano delantero este verano, de la misma manera que parecía inimaginable que el PSG se plantease un traspaso de Mbappé.
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Aunque el movimiento de piezas encaja a la perfección, en el Madrid se transmite la máxima prudencia en todo lo que esté relacionado con el jugador de Bondy. El plantón del año pasado fue difícil de asumir y de gestionar, y en el club tienen claro que no se repetirá una historia similar.
De la misma manera, nunca, ni siquiera los días posteriores al desplante, cerraron las puertas al jugador. De hecho, el nombre de Mbappé, un futbolista que el club cataloga como estratégico, ha continuado en los planes del Madrid. Los rumores se acrecentaron estos días, cuando empezó a circular por las redes un video en el que Florentino Pérez respondía a su posible contratación. “¿Vas a fichar a Mbappé, Florentino?”, le preguntó un aficionado. La respuesta del presidente fue tajante, aunque con matices. “Sí”, afirmó con rotundidad, “pero no este año”.
Y es que hasta la repentina e imprevista salida de Karim Benzema, la idea que manejaban los dirigentes madridistas era dar un golpe en la mesa en 2024 con la llegada de un atacante que sustituyese al ya exjugador blanco. El primer nombre en la lista era el de Kylian. La espantada del actual Balón de Oro a Arabia ha dinamitado y anticipado los planes. El Madrid busca delantero y Mbappé, si así lo decide el Paris Saint-Germain, puede ponerse en el mercado. El puzzle encaja y el bucle tiene opciones de cerrarse cuando menos se esperaba.
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