Hoteles, vuelos y restaurantes: la inflación aflora en el sector turístico a las puertas del verano

Volar al extranjero es un 13% más caro, mientras que tomar algo en un bar cuesta un 7% más

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Vista de una playa de Málaga durante un día soleado. (Reuters/Jon Nazca)
Vista de una playa de Málaga durante un día soleado. (Reuters/Jon Nazca)

Luz, carburantes, alimentos... ningún producto ha conseguido escapar de la inflación. A las puertas de un verano, que a nivel turístico puede superar el récord de 2019, los precios de los insumos relacionados con este sector también acusan esta subida de precios. Así, en 2023, volar al extranjero es, de media, un 13% más caro, mientras que tomar algo en la terraza de un bar cuesta un 7% más este año.

En primer lugar, el transporte es uno de los factores que más encarece irse de vacaciones este verano. Concretamente, el precio de los vuelos no ha dejado de subir en los últimos años, como consecuencia del encarecimiento de los combustibles. Por ejemplo, Ryanair ya ha anunciado el fin de los vuelos ‘low cost’ y en lo que va de año ha encarecido sus tarifas en más de un 10%.

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Una tendencia que se repite en el resto de compañías y que en el mes de mayo -según los datos difundidos este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE)- ha elevado el precio de los billetes para viajar fuera de España un 12,4% en comparación con el mismo mes del pasado año. Mejores noticias para el turismo nacional: los precios de los billetes de avión para viajar por la península son de media un 0,8% más baratos que el pasado año, aunque se han encarecido más de un 3% en los cinco primeros meses de este año.

El alojamiento tampoco da tregua. El encarecimiento de los viajes que se produjo el pasado verano ha hecho que muchos españoles anticipen sus reservas de cara a sus vacaciones. Y no es para menos. El precio de los hoteles se ha disparado un 23% entre enero y mayo de este año, por lo que reservar una habitación este verano es un 12,4% más caro. Concretamente, en 2023 el precio medio por noche se situará en los 158 euros, en lugar de los 135 euros que costaba el pasado año, según los datos del portal eBooking. Por este motivo, la agencia señala que buena parte de las reservas se realizarán en España, tanto a grandes ciudades como a zonas costeras para aprovechar el buen tiempo. La única excepción serán cuatro grandes urbes europeas, tradicionalmente muy turísticas: Oporto, París, Roma y Lisboa.

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Tampoco las opciones de alojamiento que tradicionalmente eran más asequibles han conseguido escapar del alza de precios. Así, los campings y albergues se han encarecido de media un 5,7%, aunque a pesar de esta subida, sigue siendo una forma barata de viajar. En España, una noche en un camping en temporada alta cuesta de media 60 euros, lo que, al calor del encarecimiento hotelero, ha favorecido notablemente el auge de esta modalidad vacacional.

Por último, aunque no menos importante para muchos viajeros, tomarse una cerveza en una terraza también será más caro este verano. La subida de los precios de la luz y, sobre todo, de los alimentos, han obligado al sector de la restauración a elevar sus precios con el fin de que los gastos no se coman todos sus márgenes. Así, restaurantes, cafés y salas de baile han incrementado su ticket en un 6,7%.

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