La muerte de Silvio Berlusconi, este lunes 12 de junio a los 86 años de edad, no solo ha puesto punto final a una etapa de la política italiana, donde tuvo un gran peso al desempeñar en tres ocasiones el cargo de primer ministro (1994-1995, 2001-2006 y 2008-2011), también es el fin de una época de la televisión española.
Empresario e inversor, muy pronto el de Milán mostró tener una gran habilidad para los medios de comunicación y forjó un imperio que acabaría llegando a varios países. Comenzó fundando en su país natal los canales Telemilano (1974) y Canale 5 (1978), para al tiempo adquirir Italia 1 y Rete. Su primer salto internacional fue en 1985 al fundar La Cinq, que fue la primera cadena privada gratuita de Francia. No satisfecho con este éxito, Silvio Berlusconi aterrizó en España en marzo de 1989 con Mediaset España.
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El grupo audiovisual comenzó sus andaduras en la pequeña pantalla casi con timidez y es que, en esa primera etapa, tan solo se emitía en horario de tarde/noche. Pese a que con el tiempo fue ampliando su programación, Mediaset no logró obtener en esos primeros años de vida los resultados esperados y hubo un sonado cambio de accionistas que terminó con Berlusconi designando a Paolo Vasile como consejero delegado.
La decisión no pudo ser más acertada y las cifras no tardaron en crecer como la espuma, convirtiendo a Silvio Berlusconi en el dueño del imperio más importante de la televisión española. Un título que se puede decir continúa hoy día, pues el grupo que creó opera actualmente los canales Telecinco, Cuatro, Factoría de Ficción, Boing, Divinity, Energy y Be Mad, además de la plataforma Mitele.
Todo siguió el mismo ritmo, con grandes audiencias por parte de Telecinco, hasta marzo de 2022, cuando Silvio Berlusconi anunció su intención de hacerse con el 100% de Mediaset España al comprar las acciones del resto de propietarios de la marca.
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Un paso con el que, según explicó él mismo, quería crear un grupo paneuropeo de medios y entretenimiento que tuviera “con una posición de liderazgo en sus mercados locales, mayor escala para competir y potencial para expandir aún más su huella geográfica en toda Europa”.
Futuro incierto
Finalmente, el sueño de Silvio Berlusconi se cumplía hace poco más de un mes, el 3 de mayo, cuando Mediaset España dejó de cotizar en las cuatro bolsas españolas al fusionarse con el conglomerado MFE-Media For Europe, que es ahora quien lo controla todo. Un salto muy importante para la internacional, que ahora sin embargo se enfrenta a una época complicada tras la muerte de su líder y creador.
Se augura una etapa turbulenta para el imperio forjado por el italiano debido a los descuerdos entre sus mandamases. En estos momentos, la dirección está en manos de Borja Prado, que ejerce la función de presidente, y de Alessandro Salem, el nuevo consejero delegado, un nombre que ha ido ganando importancia con el paso de los días. Tras una sonada guerra interna, finalmente la empresa daba el poder ejecutivo a Salem, desplazando al español de sus responsabilidades institucionales.
A esto se suma el planteamiento de Pier Silvio Berlusconi, hijo de Silvio Berlusconi y vicepresidente ejecutivo, que en noviembre del año pasado tanteó el despido de Prado. Si bien en aquel momento no tomó ninguna decisión debido al delicado estado de salud de su progenitor ahora, tras su muerte, su decisión podría ser otra.
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