“Cualquier persona condenada por violencia de género” será una “línea roja” para el PP, según ha establecido este lunes su portavoz de campaña, Borja Sémper. Esto afectaría al candidato de Vox en la Comunidad Valenciana, Carlos Flores, condenado en 2002 por violencia machista contra su exmujer a un año de prisión, a tres años sin acercarse a ella y a otro de inhabilitación para ser elegido por sufragio pasivo.
“La posición de la Dirección Nacional en relación con una persona que ha sido acusada de maltrato es esa: no debería dedicarse a la política, no representa a los ciudadanos en igualdad de condiciones”, ha fijado Sémper en la rueda de prensa tras el Comité Ejecutivo del PP en Génova.
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Ha señalado que las conversaciones entre el PP y Vox siguen abiertas y que esta línea roja también vale para el resto de comunidades autónomas, porque personas con estos antecedentes no deberían “dedicarse a la política, al ejercicio pública y a la representación de los ciudadanos”.
El candidato del PP, Carlos Mazón, ha logrado 40 de los 50 escaños necesarios para la mayoría absoluta en la Comunidad Valenciana, por lo que precisa del apoyo de los 13 diputados de Vox para salir investido. Las negociaciones con Vox pasan por temas como el cierre de la televisión autonómica, alargar la vida útil de la central nuclear de Confrentes o eliminar el requisito lingüístico en el acceso de plazas de profesorado y de administración pública. Sin embargo, el PP ha fijado la primera línea roja de las negociaciones: ha vetado la entrada del candidato de Vox en el Gobierno.
Fuentes de la Dirección Nacional del PP insisten en que son los candidatos los que deciden sobre los pactos con Vox en las autonomías, aunque reconocen que en Génova les darán el “visto bueno”. De momento, en la Comunidad Valenciana no hay ninguna propuesta de gobierno de coalición por parte de Vox, aclaran, pero de ser así, el PP no aceptaría incorporar a Carlos Flores.
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