Alves seguirá preso porque “confeccionó ad hoc” censar a sus hijos y demostrar arraigo en Barcelona

Dani Alves seguirá en prisión. La Audiencia de Barcelona ha rechazado este lunes el último recurso presentado por su defensa porque asegura “que el riesgo de fuga permanece” y porque el tribunal no se ha creído ninguno de los argumentos del futbolista. “Los indicios de criminalidad se mantienen inalterables y permiten sostener la presunta comisión de un delito contra la libertad sexual”, sentencia el tribunal. Alves está acusado de violar a una joven de 23 años la noche del 30 al 31 de diciembre del 2022 en la discoteca Sutton de Barcelona.

La víctima asegura que aunque estuvo con Dani Alves en el baño del reservado de la discoteca, nunca consintió ninguna relación. El jugador, en cambio, ha dado hasta cuatro versiones de lo sucedido esa noche, lo que le llevó a prisión el 20 de enero. Permanece recluido desde entonces. La defensa de Alves ha intentado ya varias veces que su cliente recupere la libertad hasta la celebración del juicio. La última, en una vista celebrada el viernes pasado.

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Pero sus argumentos no han convencido a las tres magistradas que conforman el tribunal. En este nuevo recurso la defensa del futbolista ha intentado defender el presunto arraigo que él y su familia mantienen con la ciudad de Barcelona. “Se afirma que el señor Alves es un trabajador errante y que por eso residía fuera de España, pero que tiene un proyecto de vida en nuestro país y prueba de ello es el empadronamiento de sus hijos en la casa de Esplugues de Llobregat”, reza el auto de la Audiencia.

“Como se ha alegado, constatamos que sus hijos tienen DNI español, oportunamente emitido el 5 de mayo de 2023, y que están empadronados en Esplugues. La fecha de dicho empadronamiento también es reciente, el 4 de mayo de 2023. Dicha documentación no pone en evidencia ‘ese proyecto de vida’ en España”, señala la Audiencia, que no obstante asegura que “la documentación española y el empadronamiento de sus hijos menores en España parecen confeccionados ad hoc” para demostrar ese arraigo, casualmente después de que se le denegara su libertad por primera vez. Alves también ha inscrito a sus hijos en un centro educativo para el próximo curso. Un movimiento que la defensa de la víctima ya tildó de vida “ficticia”.

Antes del arraigo, la defensa de Alves también intentó desacreditar el relato de la víctima y de las dos amigas que la acompañaban la noche de los hechos. Un detective privado ha analizado las imágenes de la zona VIP para tratar de desmontar el ambiente de miedo descrito por la víctima. Según el informe pericial aportado por la defensa, “se observa en la denunciante una conducta abiertamente sexualizada, propia de un galanteo en fase de cortejo”. Una interpretación que la juez de instrucción ya encontró sesgada. Ahora la Audiencia lo apoya: “No compartimos la tesis de la defensa que afirma que la declaración de la víctima se hunde a la vista de las imágenes”.

La Audiencia no entra tanto en el fondo de las grabaciones y afirma que, aunque fuera verdad que estuvieran ligando antes de entrar al lavabo, “esto no puede justificar de ninguna forma una agresión sexual”. Tampoco el hecho que ella entrara voluntariamente al lavabo: “No daría ninguna concesión al señor Alves para imponer un acto sexual”. Además, se tiene que tener en cuenta un elemento clave sobre la credibilidad de la víctima y la de Alves: ella ha mantenido siempre la misma versión (que cuadra con las cámaras, las pruebas y los testigos) y el futbolista ha dado varias, aceptando en la última declaración una penetración consentida cuando ya no tenía otra salida a la vista de las pruebas biológicas.

La Fiscalía, por su parte, considera que “no se han modificado los motivos por los que se acordó la prisión provisional y existen indicios bastantes de delito de agresión sexual con penetración”. El ministerio público cree que el futbolista “no tiene arraigo suficiente y que el riesgo de fuga es muy elevado, lo que obliga a mantener la prisión provisional”. Como recuerda además la Audiencia, solo falta una diligencia para completar la instrucción: una pericial psicológica de la víctima solicitada por la defensa. Mientras tanto, argumentan las magistradas, Alves debe seguir en prisión provisional para que esté presente el día del juicio. Alves está encarcelado en el centro penitenciario de Brians II

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