Novak Djokovic es eterno. El triunfo sobre Casper Ruud (7-6, 6-3, 7-5) en la final de Roland Garros le ha permitido sumar su Grand Slam número 23 y convertirse en el tenista más laureado de la historia. Desde que se disputara en 1877 el primer gran torneo en Wimbledon, ningún tenista ha logrado tantos grandes como Novak. Rafa Nadal, apartado de las pistas por lesión, es segundo en esta particular clasificación con 22 entorchados, uno menos que el balcánico.
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Cuando Novak Djokovic ganó el Open de Australia de 2008, su primer título de Grand Slam, Roger Federer acumulaba ya 12 entorchados y Rafa Nadal tres. El serbio debía recortar distancias para acercarse a los dos colosos de la raqueta. Tardó tres años en volver a ganar un gran torneo, fue, de nuevo, sobre el cemento de la Rod Laver Arena. Para cuando ese triunfó llegó, sus rivales ya se habían sido a los 16 y nueve majors respectivamente. Nole comenzó en ese momento una caza despiadada para alcanzarlos y ser considerado el mejor tenista de la historia.
El único en ganar al menos tres veces cada Grand Slam
Tras una carrera plaga de éxitos, 10 Open de Australia, 3 Roland Garros, 7 Wimblendon y 3 US Open y unos años post pandemia marcados por las polémicas que le impidieron competir, Djokovic ha cerrado el debate. Es el GOAT de la raqueta. Su tercer Roland Garros además esconde otro hito que nadie en la historia del tenis ha logrado: ganar al menos tres veces cada uno de los cuatros grandes torneos.
La lesión en el psoas ilíaco que tiene apartado a Nadal de las pistas también juega a favor de un balcánico que está aprovechando la ausencia del español. A principios de año conquistó su décimo Open de Australia y ahora hecho lo propio con el segundo Grand Slam de la temporada. “Más que una locura, lo definiría como algo increíble, motivador e inspirador”, afirma el serbio.
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Recupera el número 1 del mundo
En la Philippe Chatrier no sólo tenía en juego entrar en el olimpo del tenis, también restituirse en la cima del tenis mundial. Una condición que logró por primera vez en 2011, tras superar a Nadal en la final de su primer Wimbledon, y que mantiene más de una década después. Lo recupera en detrimento de un Carlos Alcaraz al que unos calambres le dejaron bloqueado en semifinales.
La diferencia entre Novak y el murciano es de 420 puntos por lo que el cetro ATP volverá a estar en juego en la gira de hierba. Carlitos está apuntado al torneo de Queen’s (19 al 25 de junio), que reparte 500 puntos al campeón. Y después habrá un bolsa de 2.000 en Wimbledon, el tercer grande del calendario. Djokovic descansará e irá directamente a Londres para revalidar una corona que ha ganado en las últimas cuatro ediciones.
Las antípodas de Australia, su torneo fetiche
Nadal domina la tierra batida de Roland Garros, Federer la hierba de Wimbledon y Novak Djokovic el cemento de Australia. Hasta en diez ocasiones ha levantado al cielo de Melbourne el trofeo de las antípodas. Incluso estando lesionado, como sucedió en la última edición. Ni un desgarro de tres centímetros en su pierna le impedió lograr su décimo entorchado.
Pese a rendir mejor en Australia, Djokovic es el tenista del Big Three más regular en el resto de torneos. Ni Roger ni Rafa han ganado tantos Grand Slams fuera de su zona de confort como el serbio. Ahora, sus ojos ya miran hacia Wimbledon, el tercer grande del año donde Djokovic puede incrementar la distancia con Rafa y entrar, más aún, en el olimpo del tenis.
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