El día que Alcaraz se convirtió en la pesadilla de Djokovic en tierra batida: “Su valentía es impresionante”

Cuando Novak Djokovic ganó el Open de Australia en 2008, su primer Grand Slam, Carlos Alcaraz tan sólo tenía cinco años. Ahora, una década y media después, el murciano y el serbio se verán las caras en las semifinales de Roland Garros. Un enfrentamiento, soñado por los aficionados del tenis desde que se sortearon los cuadros del torneo, y cargado de estímulos que lo convierten en único. En juego no está sólo el billete a la final, también la pelea por el número 1 de la ATP, Alcaraz dar el relevo a Nadal en el campeonato que tantas alegrías le ha dado y Nole ser en solitario el tenista que más Grand Slam ha ganado en la historia, ahí es nada.

Pocos análisis de enfrentamientos previos entre Alcaraz y Djokovic se pueden hacer, ya que la diferencia de edad ha privado al aficionado de un duelo épico. Únicamente se han enfrentado en una ocasión, fue hace poco más de un año, en la penúltima edición del Masters 1.000 de Madrid donde Alcaraz dio un golpe encima de la mesa. Tras haber superado a Nadal la ronda anterior, eliminó a Djokovic en semifinales por (7-6, 5-7, 6-7) y se convirtió en el primer tenista de la historia que eliminaba al español y al serbio en un mismo torneo sobre tierra batida.

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El choque fue una prueba de fuego para el murciano, física, pero sobre todo mentalmente. Tras haber superado en la ronda anterior a Rafa Nadal consiguiendo una gesta impresionante, tuvo que, sin prácticamente días de descanso, escalar otro Everest ante Djokovic. El murciano se miró al espejo y siguiendo la filosofía de la tres C de su abuelo (corazón, cabeza y cojones), aceptó el reto y derribó la puerta.

El balcánico mostró su dureza aceptando el desafío ante el joven jugador. Djokovic llegó a recuperarse de la rotura de su servicios y demostró que aún seguía compitiendo a gran nivel. “Jugué muy buen tenis, quiero decir, el mejor que he jugado este año. Probablemente, cuando pase la decepción de perder este partido, tendré muchas cosas positivas que sacar de esta semana”, afirmó el serbio que también se elogió a Carlos Alcaraz. “Felicidades a él. Mantuvo los nervios muy bien. Para alguien de su edad jugar con tanta madurez y valentía es impresionante. Se merecía ganar”, afirmó.

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Poco más de un año después de aquel enfrentamiento, ambos volverán a verse las caras, otra vez en semifinales, pero en esta ocasión de un Grand Slam. Para superar a Djokovic, Alcaraz deberá encontrar la fórmula para dominar el ímpetu del serbio y evitar que la euforia generada tras arrasar a Tsitsipas juegue en su contra. Sobre lo primero, el equipo del español se muestra reservado: “No vamos a dar todos los secretos, pero tenemos que estar preparados”, asegura su entrenador, Juan Carlos Ferrero, que reconoció que prepararán el partido “desde el punto de vista técnico” y tratarán de “anticipar los esquemas de juego y las situaciones difíciles”.

Un año después, los dos tenistas más en forma del circuito volverán a verse las caras. Muchas cosas han cambiado desde aquel partido en la Caja Mágica. Alcaraz ya no es el adolescente, la ATP deja de considerarlo a partir de los 20 años de edad, que buscaba derribar puertas para colarse en rondas finales. Ahora pelea por todos los torneos que disputa, mira de tú a tú a cualquier rival y ya ha fijado su próxima víctima: Novak Djokovic.

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