El coste laboral por hora trabajada crece un 4,3% en el primer trimestre de 2023, menos que los precios

Los costes salariales crecen un 3,8% en términos desestacionalizados, menos que los correspondientes a cotizaciones sociales y otros, que avanzan un 4,9%

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Un trabajador carga camiones con
Un trabajador carga camiones con contenedores dentro de un almacén de distribución. (REUTERS/Mike Segar)

El coste laboral por hora trabajada, que mide el gasto que soportan los empleadores al emplear a su personal, creció un 4,3% en los tres primeros meses de 2023 en comparación anual y por séptimo trimestre consecutivo, según los datos publicados este viernes por el INE relativos al Índice de Coste Laboral Armonizado. Si se observan las cifras desestacionalizadas y corregidas de efectos de calendario, el crecimiento es de un 4,1% y también encadena cinco trimestres al alza.

Estos datos, que superan en 5 décimas a los del último trimestre del año anterior, confirman ya el mayor incremento interanual de costes laborales desde el segundo trimestre de 2020. En aquellos meses la estadística se disparó como consecuencia de que el desplome de las horas trabajadas por los confinamientos del inicio de la pandemia no fue acompañado por destrucción de empleos, ya que la mayor parte se aseguraron a través de los ERTE.

El avance de los salarios en el primer trimestre sigue sin superar el ritmo de crecimiento de los precios. El IPC creció, de media, un 5,07% interanual en los tres primeros meses de 2023, mientras que el coste salarial (la parte del coste laboral ligada al sueldo que percibe el trabajador) solo lo hizo en un 4,1%. Los trabajadores acumularon una pérdida de poder adquisitivo del 4% en 2022 como consecuencia de la inflación y la menor subida de sus salarios.

En datos corregidos de estacionalidad y calendario, el coste salarial registra una variación anual del 3,8% y los otros costes aumentan un 4,9%. El mismo reparto se encuentra comparando con el trimestre anterior los componentes del coste laboral: el coste salarial muestra una variación del 1,1% y los otros costes del 3,1%. En este caso conviene especialmente contar el dato desestacionalizado para comparar por el efecto de abonarse en el último trimestre de 2022 las segundas partes de las pagas extras.

Aunque los salarios avanzan, tanto por las subidas pactadas en convenios como por las alzas del SMI, se evidencia un incremento mayor de los otros costes, entre los que se encuentran cotizaciones sociales a cargo de los empleadores y las percepciones no salariales, según indica el INE. Las cotizaciones sociales se han elevado en 2023 como consecuencia de la entrada en vigor de la segunda parte de la reforma de las pensiones, que establece el crecimiento anual de una décima del tipo del Mecanismo de Equidad Intergeneracional. Este era del 0,6% en 2022, asumiendo el empleador el 0,5% y el trabajador el 0,1% y llegará a ser del 1,2% en 2029 con un reparto del 1% a cargo de la empresa y del 0,2% a cargo del trabajador.

Industrias extractivas e información y comunicaciones lideran las subidas

Por secciones de actividad, las que registran los mayores incrementos anuales del coste laboral en el primer trimestre son industrias extractivas (9,9%), suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado (9,2%) e información y comunicaciones (7,1%). Por su parte, el coste desciende en actividades financieras y de seguros (–5,5%) y registra los menores incrementos en actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento (1,5%) y educación (1,8%).

Si se eliminan los efectos estacionales y de calendario, las actividades con las tasas anuales más elevadas son también industrias extractivas (10,0%) e Información y comunicaciones (6,9%), aunque el comercio al por mayor y al por menor y reparación de vehículos de motor y motocicletas también registran tasas elevadas, del 6,7%. Por su parte, el coste laboral presenta tasas negativas en los mismos sectores mencionados anteriormente.

Desagregando por componentes del coste laboral, los ámbitos en los que más se encarecen los costes totales coinciden con las mayores subidas de los costes salariales y viceversa.

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