Este pasado lunes 5 de junio Irene, la hija pequeña de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, cumplió 18 años Una fecha muy especial que la joven va a celebrar el próximo fin de semana junto a sus más allegados y que además facilita el proceso de separación de sus padres pues, al ser ya mayor de edad, los exduques de Palma pueden firmar su separación contando únicamente con la mediación de un notario y ante la presencia de sus abogados, evitando así acudir ante el juez.
Este no es el único cambio que implicaba el cumpleaños de la joven, pues todo apuntaba que desde esta fecha Iñaki dejaría de contar con la protección de los escoltas que guardan sus pasos desde hace años. Sin embargo, tal y como ha desvelado El Periódico en la sección Mamarazzis, la situación sigue igual. El exdeportista y su actual pareja, Ainhoa Armentia, han disfrutado de una escapada a Alicante en la que se les pudo ver en un restaurante de la zona acompañados en todo momento por la seguridad de Urdangarin.
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Sin embargo, se trata de algo que debería cambiar pronto. Según desvelaba el programa Y ahora Sonsoles a finales de febrero, el Ministerio del Interior había dado orden para que el equipo de agentes destinados a ser escolta de Iñaki Urdangarin se retirara. El mes límite era agosto. Este servicio, que tiene un coste mensual de 8.000 euros, es uno de los últimos privilegios que aún le quedan al excuñado de Felipe VI por haber pertenecido en el pasado a la Casa Real.
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Pese a que a priori se trata de un trámite fácil, el Gobierno -responsable de esta asistencia- se ha encontrado con dos problemas. El primero es que ninguno de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía quiso firmar los documentos de retirada del servicio de protección y, segundo, que Urdangarin mostró su voluntad de seguir contando con protección pagada por el Estado y los escoltas sus reticencias a dejar el trabajo.
Mientras que Iñaki Urdangarin ha contado todos estos años con sus guardias particulares, su hija no ha tenido ese privilegio. En Ginebra, donde reside junto a su madre, ha usado los servicios de los agentes destinados a la Infanta y, cuando ha viajado a España, Interior le ha asignado unos escoltas.
Sin embargo, ahora que ya es mayor de edad no cuenta con este servicio. Pero no es la única. Tras el ascenso al trono del rey Felipe, sus sobrinos dejaron de formar parte de la Familia Real para ser familia del Rey y por decreto perdieron la opción de contar con seguridad pagada por el Estado.
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