El pleno del Tribunal Constitucional avaló este martes la decisión del Congreso de los Diputados de dar por buenas las diversas y polémicas fórmulas de acatamiento de la Constitución llevadas a cabo por 29 diputados para acceder a su cargo cuando al constituirse la XIII legislatura, el 21 de mayo de 2019, al entender que no se vulneraron derechos de otros representantes.
En una sentencia, con la magistrada María Luisa Segoviano como ponente, el pleno resuelve así el recurso de amparo de ocho diputados del PP contra el acuerdo de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, que dio por debidamente prestado el juramento o promesa de acatamiento de esa casi treintena de representantes.
Pero no hubo unanimidad: cuatro magistrados emitieron votos discrepantes contra la decisión de la mayoría. Son los casos de Ricardo Enríquez, Enrique Arnaldo, Concepción Espejel y César Tolosa, quienes consideran que que el TC debería haberse pronunciado sobre la validez, ya en términos generales y en adelante, de este tipo de acatamientos. El exministro de Justicia Juan Carlos Campo se abstuvo.
Con esto, el tribunal despeja las dudas de cara a la futura composición de las Cortes tras las elecciones generales, que se celebran el 23 de julio. La decisión es de aplicación para la sesión constitutiva del Congreso de los Diputados y del Senado, previstas para agosto.
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“Por lealtad al mandato del 1-O”
El PP pidió revisar los acatamientos uno a uno, en concreto de los presos del procés y parlamentarios de ERC y JxCat en la legislatura que se inició en mayo de 2019 y apenas duró unos meses. El más señalado entonces fue el del presidente de ERC, Oriol Junqueras, que prometió su cargo “por imperativo legal” por “el compromiso republicano y como preso político”.
Los exconsellers Jordi Turull, Josep Rull y el exsecretario general de JxCat Jordi Sánchez lo hicieron “por imperativo legal y por la lealtad al mandato democrático del 1 de octubre -de 2017, fecha del referéndum ilegal- y al pueblo de Cataluña”.
El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, empleó una fórmula parecida: “Por la libertad de los presos y exiliados políticos, por la república catalana, sí, prometo”. El diputado de En Comú Podem Gerardo Pisarello optó por hacerlo “por unos nuevos tiempos republicanos”.
Batet se limitó a formular la misma pregunta a los 350 representantes: “¿Juráis o prometéis acatar la Constitución?”, pero el habitual trámite se salió del guion, lo que generó una gran bronca en el hemiciclo. El más combativo fue el ya desaparecido de la política Albert Rivera, en ese momento líder de Ciudadanos.
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