* Puedes leer aquí la historia de John: Tres hijas, problemas cardíacos y una orden de desahucio de Blackstone: “No tenemos a donde ir”
El desahucio de John se iba a producir este jueves, pero Testa —filial de Blackstone en España— ha frenado la expulsión de la familia del hogar donde vive desde hace tres años. Gracias a la intervención del Sindicato de Inquilinos de Madrid, la propiedad ha aceptado posponer el desahucio.
“La propiedad ha pedido la paralización a ver si somos capaces de llegar a un acuerdo”, cuentan desde Sindicato de Inquilinos. El caso de John tenía ciertas particularidades: el hombre tiene problemas cardíacos y los dueños del inmueble no le han ofrecido ningún nuevo contrato cuando caducó el anterior, a pesar de que siempre pagó las mensualidades.
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De momento son pocos los datos, pero estas victorias parciales sirven para calmar la tensión: “Por ahora la paralización es sin fecha, y según vaya la posible negociación, volverán a solicitar un nuevo lanzamiento o no”, han asegurado desde el Sindicato de Inquilinos a Infobae España.
“Yo puedo pagar y quiero pagar un alquiler. Quiero un alquiler a mi nombre, y si no pago que me echen”, aseguraba John este martes en declaraciones a este medio. El padre de familia acudió a los juzgados de Alcorcón para sumarse a una protesta contra Blackstone por las cláusulas abusivas que ha impuesto a muchos inquilinos que finalizaban sus contratos.
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Otra “victoria parcial” junto a la de María
Esta misma semana, Blackstone también ha tenido que ceder ante María, otra vecina de Alcorcón a la que ha llevado a juicio por no aceptar una subida de un 30% de su alquiler. Finalmente, ante el riesgo de desahucio, la madrileña logró una “victoria parcial”, ya que la propiedad le permite pasar otros seis meses en la vivienda para buscar una alternativa habitacional y abandonar entonces la vivienda.
Además de María y John, en total hay 40 hogares inquilinos de Blackstone que se encuentran en riesgo de desahucio en la Comunidad de Madrid. Desde Alcorcón hasta Carabanchel, pasando por Vallecas o Tetuán, los motivos son variados. Son desde la finalización del contrato de alquiler o porque se negaron a asumir las “subidas desproporcionadas” que les pedían.
“A algunos vecinos les subían unos 300 euros de media y, después de dos años, les añadían el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y la Comunidad, por lo que el aumento es muy significativo”, relataba María a Infobae España, que denominaba como “desahucios silenciosos”, ya que en realidad los inquilinos se ven obligados a marcharse.
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