Aemet estima que este verano será uno de los cinco más cálidos de las últimas tres décadas aunque también tormentoso

Las últimas lluvias alivian la situación, pero no sirven para solucionar la sequía prolongada que atraviesa el país

Un campo de trigo en Ronda, descartado para la cosecha debido a la sequía. (Reuters/Jon Nazca)

A pesar de las lluvias de los últimos días han aliviado al campo y han mejorado la situación de algunos embalses, las previsiones de cara al verano no son muy halagüeñas en cuanto a la sequía de largo plazo que atraviesa España. Este miércoles la Agencia Estatal de Meteorologia (Aemet) ha indicado que este verano será uno de los cinco más cálidos de las últimas tres décadas, aunque con tormentas más abundantes que en otros.

“No podemos saber aún si será más caluroso que el verano del año pasado, pero podría situarse entre los cinco más cálidos de los últimos 30 años”, ha explicado el portavoz de la Aemet, Rubén del Campo, en una rueda de prensa para avanzar las características climatológicas de esta primavera y la predicción de los próximos tres meses, según recoge Efe.

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La Aemet también ha indicado que esta primavera se ha convertido en la más cálida desde 1961, ya que el país ha registrado una temperatura media de 14,2 grados, lo que se traduce en un aumento de 1,8 grados sobre el promedio habitual. Hasta ahora la primavera más calurosa había sido la de 1997.

Marzo y abril muy cálidos

Los meses de marzo y abril fueron también batieron récords. En concreto, marzo fue el tercero más cálido de la serie, mientras que abril fue el más cálido, con una temperatura media superior en 3ºC al promedio normal y con un importante episodio de altas temperaturas a finales de mes. En ciudades como Córdoba se alcanzó una temperatura máxima de 38,8 ºC, la más alta registrada en la España peninsular en abril.

Mayo, en cambio, se trató de un mes normal en conjunto, aunque con marcadas diferencias entre los diez primeros días, que conformaron un período cálido, y el resto del mes, con temperaturas en general por debajo de lo normal en el conjunto de España, añade la Aemet.

Una primavera seca

En cuanto a las precipitaciones, la primavera fue muy seca. Se trató, de hecho, de la segunda primavera más seca de la serie histórica, al registrar una precipitación acumulada en la península de 95 l/m², cifra que corresponde únicamente al 53% del valor normal del período de referencia 1991-2020.

Tan solo la primavera de 1995, con 85 l/m², fue más seca que la de 2023, y son los únicos casos, desde al menos 1961, en que no se llegan a acumular como mínimo 100 l/m² en primavera.

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