Una oceanógrafa desvela las hipótesis que explicarían por qué las orcas atacan los veleros en el Estrecho de Gibraltar

Ana Aldarias, oceanógrafa en el Estrecho de Gibraltar y parte del Área de Medio Marino de Ecologistas en Acción, atiende a Infobae España para ahondar un poco más en este fenómeno tan curioso como complejo de explicar

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Imagne de archivo de una
Imagne de archivo de una orca. (Maxi Jonas)

Lejos del alarmismo y los titulares infantiles, hay un trasfondo importante en todo el conflicto de las orcas del Estrecho de Gibraltar. Estos cetáceos han sido noticia en las últimas semanas tras registrarse anomalías en su comportamiento, ya que algunos de ellos han impactado contra varios veleros que navegaban las aguas que conectan el Océano Atlántico con el Mar Mediterráneo.

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Ana Aldarias trabaja como oceanógrafa en el Estrecho de Gibraltar y es parte del Área de Medio Marino de Ecologistas en Acción y atiende a Infobae España para ahondar un poco más en este fenómeno tan curioso como difícil de explicar, pero que es provocado, inequívocamente, por la presencia del hombre y su forma de alterar el medioambiente.

Pregunta: ¿Hay alguna certeza que explique por qué las orcas impactan a los veleros?

Respuesta: Ahora mismo hay muchas hipótesis científicas más allá de los inventos de la gente. Las orcas siempre han migrado por el Estrecho y es una población que no es residente, pero siempre migra por esta zona porque es el único punto de conexión con el Mar Mediterráneo. Por lo general, los cetáceos realizan esta migración dos veces al año: en invierno buscando aguas tranquilas y de nuevo en verano, cuando salen de allí.

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En el caso de las orcas, la migración está muy marcada por la presencia de atún, el principal alimento de su dieta. Sí que es verdad que hay alteraciones en su comportamiento, pero básicamente por el atún. Una de las principales hipótesis es que haya cambios en la temporalidad en la que llega el atún y la profundidad a la que viaja y eso puede afectar a las orcas. La orca está en la parte alta de la cadena trófica y, por decirlo fácil, puede tomar decisiones y elegir dónde irse, pero el atún sí se guía por corrientes, puede verse afectado si hay cambios en ellas, pero de momento en Cádiz no se están viendo tan marcados ahora mismo.

El sistema de corrientes del Estrecho es muy complejo de estudiar, porque hay aguas hasta de la Antártida. Hay un equilibrio de fuerzas y descargas de ríos que lo hace muy complejo. Si hay cambios, puede ser más por el alimento, pero todo son hipótesis. Que haya más alimentos o no sí que puede alterar el patrón e incluso puede alterar su comportamiento. Si no tienen para comer, se buscarán la vida. Pero son todo teorías muy preliminares.

P: ¿Es un cambio en su comportamiento que impacten contra veleros que navegan por las aguas del Estrecho?

R: Puede haber cambios, pero también puede ser que no los hayamos visto hasta ahora y se hayan dado en otro lado. Antes podía llegar un velero y decía que le habían dado un coletazo, pero ahora hay mucha más información porque podemos ver el seguimiento de los barcos y demás. Es difícil de saber si eso de que golpeen los barcos se debe a un cambio o no. También se dice que la forma del timón puede parecer una aleta y por eso se acercan más a veleros que a grandes buques. Pero a lo mejor es que se observa ahora, pero ya se daba antes, es difícil de saber.

P: ¿Ahora hay más incidentes?

R: Hay más registros de interacciones desde hace dos o tres años, también en el Mar Cantábrico. Son las mismas orcas, la migración viene de allí.

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Imagen de archivo de unas
Imagen de archivo de unas orcas en la Península Valdés, Argentina (Ministerio de Turismo de Argentina)

P: ¿En qué aspectos se nota el cambio climático en las aguas del Estrecho de Gibraltar?

R: El aumento de temperaturas se ha visto en general. En el Estrecho se nota el efecto de la temperatura, pero en el Mediterráneo se nota el aumento de la salinidad del agua, porque se evapora el agua, pero no la sal y se queda más concentrada. Está habiendo desplazamiento de patrones por esta evaporación. El Estrecho tiene otra gran problemática que es el alga invasora, porque hay muchísimas y se forman tapetes que impiden que fluyan los gases de abajo arriba e impide que la luz llegue hasta el fondo. Lo que pase en el Estrecho no es cosa del Estrecho, cada corriente viene con su problemática.

La fauna nota un cambio y tiene que adaptarse, morir o moverse. Otras especies migratorias tienen la posibilidad de desplazarse, y esa es una teoría de las orcas, que lleguen antes para evitar altas temperaturas, pero es difícil demostrar todo esto.

P: ¿Hay más tráfico marítimo ahora que antes?

A más barcos se aumenta la posibilidad de interacción. El espacio será el mismo, pero si hay el doble de buques... Y eso va en aumento continuamente. En las estadísticas de tráfico marítimo, el Estrecho se lleva la palma al ser la única conexión con el Mar Mediterráneo. Al final, los grandes buques cortan las trayectorias y pueden afectar. Desde luego no es una venganza de las orcas, como se dice en algunos sitios [risas]. Usurpamos su espacio, cada vez queremos más para nosotros y ellas ya estaban ahí.

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