“Ni son asesinas ni buscan venganza”: los científicos investigan qué lleva a las orcas a destruir los timones de los veleros

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha iniciado el marcaje satelital de seis ejemplares de orca, en colaboración con CIRCE, en el estrecho de Gibraltar después de que varios veleros sufrieran embestidas de estos animales

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Imagen de archivo de una orca y su madre. (Brian Gisborne/Fisheries and Oceans Canada via AP)
Imagen de archivo de una orca y su madre. (Brian Gisborne/Fisheries and Oceans Canada via AP)

Se las conoce como “ballenas asesinas”, pero en realidad las orcas son animales pacíficos, inteligentes y sociales que no suponen un peligro para los humanos, a pesar de que en las últimas semanas han aumentado las interacciones de estos cetáceos con veleros que navegan en el Estrecho de Gibraltar. En días anteriores la prensa se ha hecho eco de los daños que han sufrido algunas embarcaciones tras las embestidas de estos animales.

Aunque los altercados de las orcas con diferentes tipos de embarcaciones, principalmente veleros, llevan años produciéndose, “ahora son capaces de romper los timones”, lo que puede provocar una vía de agua y dificultar el regreso a puerto, explica a Infobae España el doctor en Ciencias del Mar Renaud De Stephanis. “Normalmente, se soluciona con una bomba de achique de agua, pero a veces las orcas tocan la estructura y la vía de agua genera problemas en los veleros”, por lo que deben ser remolcados, aclara el también coordinador de la asociación CIRCE (Conservación, Información y Estudio sobre Cetáceos).

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En lo que va de año se han producido algo más de una veintena de interacciones de estos animales con embarcaciones y en los últimos días varios tripulantes tuvieron que ser rescatados en Barbate, Cádiz, tras recibir el impacto de un grupo de orcas en el velero en el que navegaban. Pero a pesar de estos episodios, la situación “no es alarmante”, asegura De Stephanis, que recuerda que las orcas “ni son asesinas ni se están vengando de nadie”.

El investigador estima que son “entre cinco y diez” las orcas ibéricas que están interactuando con los veleros del total de 60 ejemplares que se encuentran en el estrecho, lugar al que acuden a cazar atunes coincidiendo con la temporada migratoria de estos peces.

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Por su parte, el patrón de embarcación Alejandro Jiménez, que lleva más de cinco años trabajando en el Estrecho de Gibraltar, asegura que no ha tenido ningún problema con las orcas cuando se han aproximado a su velero. “Nunca ha habido ataques a seres humanos”, cuenta a este medio y aclara que los cascos de los veleros se rompen más fácilmente porque son de fibra de vidrio, a diferencia de los de hierro.

Se desconocen las causas

Los científicos tratan de averiguar a qué se debe ese comportamiento en las orcas y no descartan que se trate de un juego o “cualquier tipo de enriquecimiento ambiental” que las mantiene activas. “Estamos barajando varias hipótesis y pronto tendremos los resultados”, dice el investigador, al tiempo que destaca que lo realmente importante es que este tipo de episodios se puedan evitar.

Con el objetivo precisamente de minimizar la interacción de las orcas con los veleros, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha iniciado el marcaje satelital de seis ejemplares de orca, en colaboración con CIRCE, para identificar y localizar a estos cetáceos. Según ha informado el departamento, ya se ha realizado el marcaje a uno de estos animales, que había sido identificado previamente como uno de los que interactúan con las embarcaciones.

Los datos que se recopilen con la marca satelital permitirán identificar su localización en las últimas horas y elaborar un mapa semanal de la zona aproximada en la que este ejemplar de orca se ha estado desplazando en ese espacio de tiempo. Esta información se compartirá después con las administraciones competentes, que la difundirán para conocimiento de los navegantes, con el fin de “minimizar el riesgo de interacción, evitando o minimizando la navegación por dichas áreas”, indica el ministerio. La zona donde se encuentran las orcas, concluye De Stephanis, “no es muy grande” y se sitúa a unas cinco millas de costa.

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