Madrid es una de las capitales europeas con más días de sol durante el año, pero si el clima no te acompaña, no te preocupes. La ciudad ofrece tantos planes que tendrás para elegir. Y si las nubes se extienden por varios días más tampoco tendrás inconvenientes para pasarla bien con este amplio abanico de opciones. Desde la mañana hasta la noche, puedes empezar el día en uno de los tantos espectaculares museos que ofrece Madrid, hacer shopping en las tiendas de Gran Vía y terminar el día con una copa en los mejores bares de la ciudad sin enterarte que allá afuera cae un aguacero. Estos son los mejores planes para los días de lluvia.
Ir a un museo
La oferta es tan amplia que alcanzaría para una semana completa de lluvia. Madrid te ofrece desde la pinacoteca más grande del mundo, varios palacios y hasta uno de los estadios de fútbol más famosos del mundo, incluso muchas de estas opciones te ofrecen alternativas todos los días con acceso gratuito. Los dos museos más importantes de Madrid son El Prado, que guarda la colección de los artistas españoles más clásicos, como Velázquez y Goya, entre muchos otros, y el Reina Sofía, que expone obras de Salvador Dalí, Joan Miró y Pablo Picasso (incluído el Guernica). Pero la oferta de arte plástico se completa con otras opciones, como el Thyssen Bornemisza y el CaixaForum, otros imperdibles para los amantes de las pinturas.
Si tienes ganas de un poco más diversión, Madrid ofrece otros museos: el tercero más visitado de España es el Tour Real Madrid, que ofrece como escenario el estadio Santiago Bernabeu. Allí podrás pisar el manto sagrado sobre el que hicieron historia jugadores como Alfredo Di Stefano, Zidane o Cristiano Ronaldo, entre otros. También podrás hacerte una foto con las 14 Champions League que ganó el club merengue, lo que puede convertirse además en una visita ideal si vas con niños. Otro plan para los más pequeños puede ser el Museo del Ferrocarril o el Museo de Cera, que suele divertirlos mucho.
Un paseo verde sin mojarte
No es una plaza, pero tiene más verde que muchas de ellas. Si todavía no lo has visitado, el invernadero de Atocha es una maravilla porque es como descender a una pequeña selva enclavada en el medio de la estación de trenes más trajinada de Madrid. Es un jardín botánico de plantas tropicales con más de 7200 plantas de 260 especies que llegaron desde América, Australia y Asia. Son 4000 metros cuadrados justo en medio de una montaña de cemento que permite comunicar a Madrid con el resto de España.
Para permitir que estas especies sobrevivan se ha adaptado un clima especial que mantiene la temperatura entre los 22 y 24 grados en ese ambiente, con una humedad que comienza siempre en el 60%, algo que contrasta muchísimo con el clima seco de Madrid. Como su nombre bien lo indica, este invernadero está dispuesto sobre una cristalera abierta en su parte superior, por lo que recibe tanto luz natural como luz artificial que simula la radiación solar por medio de luces blancas y amarillas. Todo un espectáculo que no te puedes perder y que puedes visitar hasta en los días de lluvia.
Ir a un musical en la Gran Vía
Desde el Rey León hasta Tina Turner, la Gran Vía se convirtió en el Hollywood español. Allí puedes disfrutar de distintos musicales en cualquier momento del año, porque la oferta es muy variada y permanente. Y si no te gustan los musicales puedes elegir cualquiera de las decenas de obras de teatro que hay en cartelera. Las opciones que ofrece esta avenida, incluso para los días lluviosos, es casi tan espectacular como cuando sale el sol. Si quieres desenchufarse un rato para la ciudad, pero tienes un presupuesto más acotado puedes tomarte unas horas para VER una película en los cines de Gran Vía.
Si quieres hacer compras, Gran Vía también tiene las mejores opciones. Primark es un paseo obligado por su megatienda de cinco pisos a precios ridículamente baratos. Aunque siempre hay opciones de más lujo, como la tienda de El Corte Inglés que se levanta sobre Callao, un punto neurálgico de la ciudad. Si eres amante de la moda, también podrás refugiarte de la lluvia en Zara, Mango y una decena de marcas de indumentaria de primer nivel.
Tapear, tapear y tapear
Madrid es sinónimo de bares, por eso históricamente fueron un refugio para los días de lluvia. En Madrid hay un bar por cada 200 habitantes; seguro que tienes alguno sin caminar demasiado desde tu hotel o departamento. La oferta es muy amplia: puedes tomarte un café, aunque la mayoría verás que pide una cerveza o, si es hora del aperitivo, algunos también ofrecen vermut tirado. Siempre tendrás una tapa a mano para acompañar tu pedido, eso puede incluir delicias como un trozo de tortilla o una pequeña ración de paella.
No hay mejores y peores barrios para tapear, porque todos tienen buenos bares para pasar el mal tiempo. Pero sí hay algunas zonas que concentran bares con una oferta más variada de tragos, por ejemplo, como suele ocurrir en las zonas juveniles de Lavapiés, La Latina o Malasaña. En Salamanca, además, encontrarás los bares más lujosos de Madrid.
Mercados para todos los gustos
Hace tiempo que los mercados dejaron de ser espacios para que los vecinos de las grandes ciudades hagan sus compras cotidianas. Ese concepto se amplió con la remodelación de distintos espacios en las principales capitales de Europa, una tendencia a la que se sumó Madrid. El Mercado de San Miguel fue el primero y sigue siendo el más icónico de esa nueva oleada, pero también el que menos identidad de barrio mantiene. Hay otras opciones intermedias que combinan los platos gourmet con experiencias más autóctonas y otros que, directamente, mantienen su esencia madrileña al 100%.
En cualquiera de estas opciones podrás hacer todo lo que más nos gusta: comer, tomar y curiosear los más originales locales. Mercado de la Cebada, Mercado de la Paz, Mercado de San Fernando, Mercado de Antón Martín y Mercado de Tirso de Molina son las mejores opciones para conocer estos clásicos madrileño.