Hace unos años Alfonso Cuarón se encargó de reivindicar la figura de las empleadas del hogar en la multipremiada Roma, pero ese mismo año también se estrenó otra película mexicana mucho más pequeña y austera que se llamaba La camarista, dirigida por Lila Avilés, que contaba la historia de una empleada del servicio de un hotel que luchaba por seguir adelante.
Nunca había sido una profesión demasiado cinematográfica hasta que estas películas se encargaron de poner el foco en estas mujeres que pasan desapercibidas frente a la mirada de los demás. Ahora, SkyShowtime estrena una nueva serie en la que ellas son las protagonistas y que, desde su perspectiva nos introducen en los sueños y frustraciones de su vida cotidiana, mientras limpian las habitaciones de todos esos huéspedes que se encuentran permanentemente de paso, donde todo es efímero, menos ellas mismas.
El gran regreso de Lolita Flores a la pantalla
Las invisibles ha sido creada por el mismo equipo que ya obtuvo el éxito y el reconocimiento gracias a Merlí, la serie que tuvo el mérito de acercar la filosofía y el pensamiento al gran público y conectarlo con la juventud. Ahora, hacen un proceso similar en esta ficción encabezada por Lolita Flores y María Pujalte y en la que también encontramos a Elena Irureta, Yaël Belicha, Paula del Río o Manu Fullola y que transcurre en un complejo hotelero de la Costa Mediterránea.
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“Héctor Lozano, con el que ya había trabajado en Merlí: Sapere Aude, me dijo que estaba preparando esta serie y que quería contar conmigo. Y claro, yo me puse muy contenta, porque me gusta mucho cómo escribe las historias y desde donde la cuenta. Y Menna Fité estaba en la dirección, que es increíble. Ya cuando supe que Lolita iba a ser la capitana del barco... pues casi salto de la alegría”, cuenta María Pujalte, que interpreta en esta ocasión a una mujer que, además de conocer en el primer episodio un secreto que podría comprometer a la gerencia del hotel, está a la espera de una pruebas médicas”.
Las invisibles supone también el regreso por todo lo alto de Lolita Flores en un papel arrollador que, de alguna manera, se encarga de tirar de todas las historias mientras que tiene que hacer frente a sus propios problemas. “Creo que he participado en todas las series habidas y por haber en este país... pero solo en un capítulo, como invitada”, bromea la artista. “Todas menos en Los Serrano. Pero sí, es cierto que hacía tiempo que estaba dedicada a otras cuestiones, he hecho mucho teatro, televisión de entretenimiento en programas como Tu cara me suena... pero no me llamaban para otro tipo de cosas, no te lo voy a negar. Y cuando Morena Films, que es la productora, me propuso esta serie, casi me vuelvo loca de contenta. Y eso que he tenido que madrugar muchísimo, que es algo que odio, pero ha merecido la pena, ya lo creo”
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Dar voz a las mujeres maduras
Lolita Flores quiere puntualizar a María Pujalte que ella no es la capitana de nada, que se trata de una ficción muy coral y que todas tienen protagonismo. En parte tiene razón. Cada una de las mujeres que aparecen tienen su propia historia, y a todas se les dedica su espacio, desde las más veteranas hasta las más jóvenes. “Creo que el que estén representadas todas las edades es estupendo, porque a cada uno le puede interesar un tipo de historia. Igual cierta gente conecta más con lo que nos pasa a las mujeres adultas y las nuevas generaciones con las tramas más adolescentes”, continúa la ganadora de un Goya a la mejor actriz revelación por Rencor.
Nuestras protagonistas, además de ser invisibles por su trabajo a los ojos de los demás, también se encargan de hablar de temas que normalmente la propia sociedad se encarga de ‘invisibilizar’, como los cambios hormonales que sufren las mujeres durante la menopausia, o el deseo femenino en la edad madura. O, en definitiva, los problemas de la mujer trabajadora en nuestros días. “Cuando se curra de esa manera, tantas horas, no hay vida”, continúa Lolita. “Porque luego llegas a tu casa y tienes que continuar con los cuidados a quien tengas a tu cargo, ya pueden ser tus hijos, tu marido o tus padres, es una espiral que no se acaba y que termina consumiendo. Y eso está bien que se refleje para que la juventud lo sepa, que tenga conciencia de que no va a tener 20 ni 30 años toda la vida, que van a llegar a una edad en la que les ocurran estas cosas”, continúa Lolita.
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Por supuesto, la serie también tiene un sustrato de reivindicación política y social que mira directamente a la Asociación de Las Kellys, que luchan por la reivindicación del sector de las camareras de piso, su discriminación y precariedad laboral. “En efecto, se ha intentado recoger este movimiento y eso estaba desde el principio. Héctor Lozano me decía que a través de la serie quería dignificar la vida de la clase obrera, y en especial la de la de estas mujeres”, dice María Pujalte. “Además, es algo de rabiosa actualidad, no es algo del pasado, sino que continúa vigente”, termina diciendo Lolita.
Las invisibles utiliza la comedia para acercarse a todos estos temas. Es una serie humana y esperanzadora, que nos invita a reflexionar sobre la hipocresía de una sociedad que prefiere mirar las redes sociales antes de lo que ocurre a su alrededor.
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