La receta de la izquierda para las elecciones: dejar a un lado el miedo a Vox, hablar de futuro y “no agitar el avispero de la derecha”

Los expertos analizan cuáles son los pasos que deben seguir Pedro Sánchez: desde la movilización a la izquierda del PSOE a hablar “de los problemas de 2024 y no de los de 2011″

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y Yolanda Díaz.
Alejandro Martínez Vélez / Europa Press
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. Alejandro Martínez Vélez / Europa Press

Se ha escrito mucho sobre el qué y no tanto sobre el cómo. La izquierda ha perdido las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. ¿Por qué?, ¿cuáles han sido los motivos de la debacle?, hay tantas opiniones como votantes –o abstencionistas, la participación ha bajado un punto con respecto a 2019–.

La izquierda ha perdido los comicios “porque ha comprado el marco de la derecha. El Gobierno ha avalado la idea de que eran unas generales”, reflexiona Guillermo Fernández Vazquez, Doctor en Ciencia Política de la Universidad Carlos III de Madrid y autor de ¿Qué hacer con la extrema derecha en Europa?. Sánchez entró en su juego y ha aceptado temas externos a la campaña como las listas de Bildu o la compra de votos”, prosigue. Ramón Mateo, director de análisis e impacto regulatorio de BeBartlet, va también en esta misma linea: “La derecha logró establecer el marco y el Gobierno se lo compró con los anuncios semanales en los mítines de Sánchez”, coincide.

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Ambos también apuntan a que el PSOE está pagando las consecuencias de no tener un socio fuerte a la izquierda y esgrimen esta situación como la principal razón de la pérdida de tanto poder político: “En cómputo general, el PSOE solo pierde algo más de un 1%. Sin embargo, a su izquierda han perdido más de un millón de votos”, apunta Mateo. “El espacio a la izquierda del PSOE casi ha desaparecido, excepto Más Madrid, que ha conseguido aguantar”, señala Fernández Vázquez, que añade una nueva clave: “El PP se come a Ciudadanos, de ese votante también bebe Vox, pero hay electores de Vox que no sabemos de dónde han salido, porque los números no dan. No sabemos si del abstencionismo o de la izquierda”, reflexiona.

Escasa movilización de la izquierda

Más allá de las estrategias de campaña, en lo que todos coinciden como elemento vertebrador de la caída de la izquierda es en la falta de movilización: “Hay una clara movilización de la base social de derechas”, apunta Mateo; “la derecha ha jugado a desmovilizar a la izquierda y a movilizar a los suyos y les ha funcionado, y ahora, de cara a julio, ese es el reto de los socialistas y del espacio a su izquierda”, zanja el profesor.

Para el reto de movilizar, la politóloga y experta en comunicación política Isabel Martínez señala que la clave estará en si el PSOE “logra ilusionar, si consigue volver a invocar el espíritu del lema de campaña de Sánchez de 2019″. El presidente del Gobierno se presentó a las elecciones bajo el eslogan Haz que pase, “un lema que apelaba al votante y le recordaba que dependía de su voto la transformación del país”, prosigue Martínez. Más allá de la gestión, que “está claro que es importante”, apunta la experta en comunicación política, “es vital transmitir que hay cosas que quedan por hacer, que está muy bien lo que han hecho y los datos económicos, pero deben responder al ¿y ahora qué?”, completa Fernández Vázquez.

Rita Maestre, de Más Madrid, en el acto de Sumar, con Yolanda Díaz.
Rita Maestre, de Más Madrid, en el acto de Sumar, con Yolanda Díaz.

Un campaña en positivo

“La derecha parece que va a tirar por la misma estrategia que el 28-M; Sánchez y su izquierda creo que deberían hacer una campaña en positivo”, expresa Guillermo Fernández Vázquez a Infobae España. Una campaña en positivo que “debe demostrar que el progresismo en España tiene un proyecto transformador. Es imprescindible que en esta campaña se apele al futuro”, subraya el directivo de BeBartlet.

El PSOE “parece que no se mueve bien en determinados marcos como el de Bildu. En esta cita electoral no les ha benfeciado y ha desmovilizado al votante”, un votante desmovilizado porque “está cansado de la polarización y la confrontación constante, por eso es importante ir al corazón de la gente. Esta campaña va de las emociones”, expresa Martínez.

“Está cansado de la polarización y confrontación constante, por eso es importante ir al corazón de la gente. Está campaña va de las emociones”

Un periodo de emociones que, tal y como argumenta Fernández Vázquez, “tiene que pasar por la confrontación de modelos. Es decir, que la derecha hable de ETA o Sánchez y la izquierda debe hablar de Cataluña e incluir en el marco la situación territorial, por ejemplo”. “¿Cómo estaba Cataluña hace 5 años y cómo está ahora?, ¿cómo estába la situación laboral y como está ahora?”, son las preguntas que tienen que poner sobre la mesa. Y aprovechar para señalar que, mientras “la derecha se centra en una banda que ya no existe. El debate debe ser que la izquierda está preocupada por los problemas de 2023 y piensa en 2024, no en 2011″, termina el Doctor en Ciencias Políticas de la Universidad Carlos III.

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La campaña de modelos y en positivo debe caracterizarse por evitar errores anteriores: “La izquierda no puede agitar el avispero de la extrema derecha, sería un grave error”, manifiesa Ramón Mateo. Una idea que comparte Ana Isabel Fernández Ilustre, politóloga del Colegio de Politólogos de Madrid, que cree que “el electorado se ha acostumbrado a Vox, no vale, como en 2019, vender el ‘que viene el lobo”.

“Eso ya se hizo en Andalucía y acabó como acabó para el PSOE: comiéndose una mayoría absoluta de Juanma Moreno, porque el votante ante la llegada de Vox acaba votando en masa al PP para que no tenga que depender de ellos”, reconoce el profesor.

A la izquierda del PSOE

“La unidad es fundamental si quieren reeditar el gobierno de coalición”, zanja Isabel Martínez. Sin embargo, “Sumar -y demás formaciones- deben dejar de hablar de sí mismos lo antes posibible”, expone Guillermo Fernández, que reflexiona, en línea con lo expresado por Clara Serra en las últimas horas: “Deben pasar cuanto antes la pantalla del cómo y deben centrarse en el para qué, es decir, deben hablar de proyecto”.

Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y Joan Baldoví, candidato de Compromís a la Comunidad Valenciana.
(Jorge Gil / Europa Press)
Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y Joan Baldoví, candidato de Compromís a la Comunidad Valenciana. (Jorge Gil / Europa Press)

“El sistema electoral beneficiará tener una sola papeleta a la izquierda del PSOE”, apunta el experto de BeBartlet. Además, reconoce que “la convocatoria de elecciones les ha obligado a hablar de lo importante y no dilatar más los tiempos” y señala como clave la tercera posición: “Si Sumar consigue llevarse el tercer diputado en discordia en la gran mayoría de provincias, como las de Castilla y León que se reparten tres, el camino estaría muy recorrido. Quedar tercero puede suponer hasta 20 escaños de diferencia”, termina por reflexionar Mateo.

“El votante ante la llegada de Vox acaba votando en masa al PP para que no tenga que depender de ellos”

Sobre los votantes, la experta en comunicación política apunta que “Sumar podría robarle hasta 200.000 votos al PSOE, además de llevarse a todo el votante que nunca votaría al PSOE”, aunque reconoce que entre ambas fuerzas “existen vasos comunicantes”.

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“El voto útil”

El PSOE, por su parte, “apostará por apelar al voto útil”, pronostica Fernández Ilustre, un análisis que comparte el profesor de Ciencia Política que se centra en “la épica que invoca siempre Sánchez”. “Con el discurso del lunes, asumiendo la responsabilidad y poniendo las urnas en la calle incluye en el relato un punto épico, nos devuelve a 2017 cuando le echaron del PSOE y que hasta ahora le ha salido bien, veremos”, sigue. “Muchos votantes de izquierdas seguro que después de la declaración institucional pensaron en votarle por que percibieron en el gesto valentía”, concluye.

El hándicap de Sánchez será atraer al voto centrista y despolitizado, un votante que, en anteriores citas electorales había ido a parar a las papeletas de Ciudadanos y que tras su retirada, se queda huérfano. “El porcentaje de voto que irá de Ciudadanos al PSOE será pequeño, cuando vas a las encuestas cualitativas, a los datos brutos, te encuentras que los votantes de Vox, del PP y de Ciudadanos tienen muchas diferencias hasta que entra en el debate Sánchez. En ese momento se ponen de acuerdo: quieren sacarle de La Moncloa”, explica Isabel Martínez a Infobae España.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. 
REUTERS/Juan Medina
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. REUTERS/Juan Medina

“Lo que debe hacer Sánchez es sacarle el máximo rendimiento a la marca PSOE” apuesta el doctor en Ciencia Política, “es una marca muy fuerte, que atrae a mucho votante y no está desgastada. Las elecciones no les han ido tan mal”, completa, “la media de las encuestas situaba al PSOE en el cómputo total de votos en un 25-26%, han superado las espectativas en dos puntos, lo malo es que su caída, unida a la de su espacio a la izquierda les ha llevado a perder mucho poder político, pero en datos brutos, no han perdido tantos votantes como esperaban”, termina Ramón Mateo.

Tal y como explican los expertos, la campaña de la izquierda, si quieren seguir en el gobierno cuatro años más, la hoja de ruta debe ser movilizar. Una movilización que el PSOE y su izquierda podría lograr si consigue transmitir que tienen un proyecto de futuro para España. Además, contando con la unidad a la izquierda del PSOE, una condición “no suficiente, pero si necesaria”, advierte Mateo, lo que unido a la reivindicación de la gestión y con la renuncia a seguir agitando el avispero del miedo a la ultraderecha podría, incluso, llegar a salirle bien a Pedro Sánchez, ese experto en resistencia.

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