Cada día se roban de media en España 22 motocicletas, según los datos facilitados por el ministerio del Interior a ‘Infobae España’. Andalucía, con gran diferencia, Madrid y Comunidad Valenciana son las regiones preferidas por los ladrones, que gereralmente sustraen este tipo de vehículos para desguazarlas y revender las piezas. Los modelos preferidos por los cacos son ‘Honda Scoopy 125 cc’, ‘Yamaha T MAX’, ‘Kawasaki Z 800′, ‘Yamaha C MAX’, ‘KTM 125 Duke’ y ‘Yamaha YZF MAX’, según un estudio realizado por la firma ‘Rastreator’.
Precisamente, la Guardia Civil, en colaboración con la Policía Municipal, desarticuló la semana pasada a una banda organizada que robaba motocicletas por toda la comunidad de Madrid para posteriormente despiezarlas y exportar las piezas a África. Un grupo de la organización se encargaba de localizar los vehículos que necesitaban, “de acuerdo con la demanda, sin importar marca y modelo”.
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Posteriormente, las motos robadas eran ocultadas en un almacén donde se procedía a su desmontaje en piezas. Una vez tenían suficientes piezas, las trasladaban a otra nave del sur de Madrid, donde las introducían en contenedores, tapando la parte delantera con otras piezas que adquirían en desguaces para dar apariencia de legalidad. A continuación, trasladaban los robado hasta el puerto marítimo de Valencia con rumbo al continente africano. En el momento de la operación policial había 18 motos. La organizacióno btuvo unos 500.000 euros en beneficios.
El perfil de la drón de motos es de un joven de nacionalidad española menor de 30 años y que suele ctuar en grupos pequeños. El objetivo del hurto no es usar estos vehículos, sino hacer negocio con sus piezas. Por esta razón las motos más robadas suelen coincidir con las más vendidas. La mayoría de los robos se producen porque el propietario deja su moto desprotegida, lo que facilita la labor de los cacos. Es clave para recuperar la moto, que el propietario ponga la denuncia cuánto antes y en la existencia de algún dispositivo de localización.
Antonio Rubio, responsable de seguros de motor de Rastreator, señala que “las motos que suelen tener mayor porcentaje de hurto son las más vendidas. Si un modelo arrasa, su atractivo se dispara para los delincuentes que ven en él la oportunidad perfecta para revenderlo o para comerciar con sus piezas de forma ilegal, por lo que los modelos pueden ir cambiando año a año según las tendencias”.
La evolución de robos de motos (ver gráfico) tuvo una tendencia descendiente desde 2017 a 2020, pero desde entonces ha vuelto a subir cada año. Actualmente Andalucía concentra el 31% de los hurtos. Los especialistas de lo ajeno eligen primero una localización y la vigilan previamente. Normalmente son lugares con mucha presencia de motos como, por ejemplo, garajes públicos, privados y las que están en la calle. El siguiente paso es perpetrar el robo subiéndolas a una furgoneta a pulso. Por lo tanto, poco importa si el propietario la ha asegurado con una cadena o un candado.
Con las motos en su poder, las llevan a naves y talleres clandestinos para esconderlas y despiezarlas. El objetivo vender esas piezas. En España y en el extranjero. Para ello, no dudan en anunciarlas en portales generalistas y especializados. Los precios varían. Si el comprador no percibe que el componente proviene de una moto robada, puede pagar entre un 10% y un 20% por debajo de lo que costaría el original. Sin embargo, si es consciente la rebaja puede ser de hasta un 50 o un 60%.
Diferencia entre robo y hurto
Desde ‘Rastreator’ explican que no es lo mismo un robo y un hurto a la hora de que un seguro te pague una indemnización si te sustraen una moto. “Esto quiere decir que en algunos casos las aseguradoras pueden no hacerse responsables de la pérdida de la moto si ésta se ha producido por un hurto, y no por un robo. Esto, aunque pueda parecer lo mismo, no lo es. Robar significa sustraer con violencia o fuerza algo ajeno. Esto quiere decir que si un vehículo ha sido robado haciéndole un puente, sí entraría dentro de la categoría de robo y se haría cargo el seguro. Por el contrario, si el robo de la moto se produce porque las llaves estaban puestas, el seguro lo considerará hurto o negligencia por parte del propietario, y muchas compañías podrían no hacerse cargo de la sustracción”, explica Rubio.
Consejos para evitar robos
Si durante el trayecto se va a realizar una parada corta, no hay que confiarse. Además de bloquear la dirección de la moto, lo más recomendable es utilizar el sistema de seguridad habitual. Siempre que sea posible hay que aparcar en las zonas habilitadas para tal fin. Si no se puede, lo más adecuado es escoger puntos situados en zonas transitadas. Y, además, habría que anclar la moto a un elemento fijo desde el chasis o desde las ruedas.
Después de estacionar, conviene no dejar la documentación oficial dentro de la moto ya que es clave para denunciar en caso de robo. Por último, emplear un sistema antirrobo pondrá las cosas difíciles a los ladrones: desde candados en forma de U hasta los de disco, pasando por las cadenas, sin olvidar los que incluyen un GPS o una alarma que se activa con el movimiento.
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