Fernando Alonso afronta su Gran Premio de España de Fórmula 1 más importante en una década. Por supuesto, esta cita en casa nunca ha dejado de estar marcada en rojo para el asturiano a lo largo de los 10 años transcurridos desde su último gran resultado en Barcelona, la victoria de 2013. Sin embargo, la auténtica travesía por el desierto que vivió el bicampeón del mundo desde 2014, sobre todo en McLaren y Alpine, dio al traste con toda opción de realizar un buen papel en Montmeló hasta este 2023. Aston Martin sí resulta ahora un equipo competitivo, con el que el español puede olvidar los sinsabores de su pasado más reciente en el Circuito de Cataluña y volver al podio. Quién sabe si incluso al primer cajón.
No será posible salir de dudas hasta el domingo. Eso sí, esperar un buen resultado de Alonso en una temporada plagada de ellos es lo más realista. Salvo hecatombe, quien fuera rey de la F1 en 2005 y 2006 debería terminar en las primeras posiciones de la carrera de este domingo. Cinco podios de seis posibles en la presente edición del Mundial dan una fuerza descomunal a esa hipótesis. Esta gana hechuras ante la evidencia de que El Nano acaba de conseguir el mejor resultado de la historia de Aston Martin: un segundo puesto en Mónaco, que bien podría haber sido el primero si la estrategia no hubiese jugado una mala pasada a los de Silverstone.
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Red Bull volverá a ser prácticamente imbatible en la vuelta a la normalidad de los circuitos volcados en la velocidad. Pero ahí estará Alonso, tercer mejor piloto del campeonato (y a tan sólo 12 puntos del segundo, Sergio ‘Checo’ Pérez), para aprovechar cualquier posible error o problema de la escuadra austríaca: ya habló de Barcelona como una posible cita gloriosa para los suyos hace unas semanas. Y, aunque “va a ser más difícil” sobresalir allí (en palabras de su jefe de equipo, Mike Krack), el concurso en España promete ser muy diferente al de los años anteriores, erráticos y con el ovetense fuera de la élite del Gran Circo.
Un sexto puesto como mayor botín
La visita de cada curso a su país no trae muy buenos recuerdos a Alonso a partir de que se diera aquel triunfo número 32 en la F1. Eso sí, también fue el Ferrari el monoplaza que mejor posicionado le dejó en España después de ese hito: sexto en 2014. Tiempos no tan distintos a los actuales, ya que entonces también había un equipo muy por encima del resto: Mercedes. En una lucha fratricida con su compañero de equipo, Kimi Raikkonen, el de Oviedo terminó ganándole la posición al finlandés a dos vueltas para el final.
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Ya en McLaren, Alonso se vio obligado a abandonar en 2015 debido a un problema en los frenos del coche. Su carrera terminó en la vuelta 28, cuando se encontraba en plena lucha por los puntos: llegó a rodar séptimo, pero su contratiempo, que le impidió incluso detener su monoplaza cuando entró en boxes, resultó fatal: “Casi juego a los bolos con mis mecánicos”. Idéntico desenlace vivió en 2016, con un problema mecánico propiciando que saliese de la pista en la vuelta 47 y acabase retirándose, otra vez cuando peleaba por puntuar: “Me quedé sin potencia”.
Sí concluyó en 2017, lo cual supuso una gran noticia para Alonso ante la escasa fiabilidad de su McLaren: era la primera carrera del año en la que lograba acabar, con un duodécimo puesto final después de haber ido penúltimo en algunos momentos. No puntuó, cosa que sí hizo en 2018, cuando fue octavo (quinta carrera consecutiva en la que sumaba: ahí se acabó la racha) sobreponiéndose a la pérdida de varias posiciones en la salida, debido a un accidente protagonizado por Romain Grosjean, Pierre Gasly y Nico Hülkenberg.
Cuando Alonso regresó a Montmeló, era 2021. Tras su retirada temporal de la F1, volvió con Alpine, aunque en aquella edición del Gran Premio de España protagonizó una de sus peores carreras en el equipo francés. Su decimoséptimo puesto se consumó por culpa de una estrategia a una sola parada que sus neumáticos no pudieron soportar: tuvo que entrar en boxes una vez más, tirando por la borda cualquier posibilidad de entrar en los puntos.
El pasado 2022, sumó dos unidades al casillero tras llevar su bólido hasta la novena plaza. Toda una hombrada, puesto que salió último por haber tenido que cambiar de motor. “El mundo al revés”, en sus propias palabras: otras citas en las que partió quinto o sexto de inicio no le reportaron ningún tipo de puntuación. Pero la película de miedo en la que Fernando Alonso vivió instalado durante largo tiempo, sin escapatoria posible, llegó a su fin en Aston Martin. En la actualidad, el filme es de gladiadores: Magic vuelve a codearse con los mejores y se antoja muy difícil que no siga haciéndolo ante una grada plagada de adeptos.
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