Madrid, 29 may (EFECOM).- El secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, David Lucas, ha señalado este lunes que la liberalización del transporte ferroviario de viajeros debe posibilitar redes transeuropeas como las dos que van a transcurrir por España: el Corredor Mediterráneo y el Corredor Atlántico.
España está haciendo esfuerzos muy importantes en ambos corredores que Lucas espera que también puedan ser correspondidos por los países por los que pasan, ya sea la terminación de uno de ellos con Portugal o la conexión de los dos con Francia.
El secretario de Estado ha destacado que los resultados de la liberalización en España son "altamente positivos" al estar con una "máxima histórica en el uso de los servicios de alta velocidad y en proceso de crecimiento".
La liberalización ha provocado que cada vez haya más usuarios y que, a pesar de las secuelas que ha dejado la pandemia, se están recuperando los datos previos a 2019 e incluso se apunta a que las cifras sean mucho mejores en fechas próximas.
La oferta ha aumentado y eso hace que haya más frecuencias, servicios y plazas, al tiempo que los precios medios bajan y, sin embargo, los ingresos totales del sector ferroviario han aumentado, lo que pone en evidencia el éxito del sistema, ha asegurado en una jornada sobre la liberalización organizada por la CNMC.
España, que espera abrir una segunda fase del proceso de liberalización para nuevas rutas y propuestas, entiende que se debe intentar que el modelo de competencia ferroviaria sea "equilibrado y variable no solamente en España, sino en toda Europa".
Lucas ha aprovechado la presencia del director de Transporte Terrestre de la Dirección General de Movilidad y Transporte de la Comisión Europea (CE), Kristian Schmidt, para trasladarle que, a veces, este modelo de liberalización es "asimétrico, porque se produce de una forma determinante en España, con tres operadores (Renfe, Ouigo e Iryo), pero, sin embargo, esa corresponsabilidad no existe en otros países con la misma intensidad".
A su juicio, hay que intentar hacer entender en otros territorios que esta liberalización es positiva y necesaria, y que la democratización de los servicios que conlleva favorece a los ciudadanos.
Por ello, la velocidad que se ha imprimido en España, donde se ha actuado y trabajado para "esquivar cualquier subterfugio que pudiera entenderse como proteccionista u obstruccionista de lo que es la liberalización", debería ser también necesaria en otros países de la Unión Europea.
El secretario de Estado ha reiterado el compromiso del Gobierno para consolidar este modelo, poder expandirlo y poder dialogar con otros territorios y con la CE, con el apoyo seguramente de la CNMC, para que el espacio europeo integrado "no sea solamente una magnífica idea, sino que sea una realidad, en la que todos podamos contribuir y que forjemos día a día".
Para ello, el ministerio va a intentar resolver no solo los problemas que hay en este país como por ejemplo algunos cuellos de botella, sino, con la vocación que traslada este Gobierno y con el buen trabajo de Adif y de los operadores, hacer posible que el éxito de la alta velocidad en España no solamente pueda ser exportable fuera de nuestras fronteras, sino que pueda ser extensible a la mayor parte de las ciudades en el territorio nacional, ha agregado. EFECOM
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