El Celta de Vigo anunció este lunes que ofrece a sus abonados la posibilidad de adquirir dos entradas, a un precio de cinco euros cada una, para el partido del próximo domingo contra el Barcelona en Balaídos.
Los billetes se pondrán a la venta el miércoles a las 16 horas, incluidos las de la nueva grada de Marcador si su apertura es posible, tanto a través de la página web oficial del club como en las taquillas del estadio, aunque el Celta recomienda el servicio ‘online’ “por una mayor agilidad”.
Las entradas se venderán durante tres días (miércoles tarde, jueves y viernes) exclusivamente a los abonados celestes, aunque en el club estiman que podrían agotarse en horas por la “alta demanda” existente.
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El equipo dirigido por Carlos Carvalhal llega a la última jornada de Liga con un solo punto de ventaja sobre la zona de descenso después de ganar únicamente uno de sus últimos once partidos. El Celta evitará el descenso si gana al Barcelona; si empata y el Almería pierde con el Espanyol y no gana el Valladolid al Getafe; y si pierde y el Valladolid no puntúa ante el conjunto madrileño.
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Trabajo “a contrarreloj” para reabrir la grada de Marcador
En marzo de 2021 comenzaron las obras de Marcador, uno de los fondos del estadio de Balaídos. El feudo celeste vive una remodelación integral desde 2015, pero la reapertura de esta última se ha convertido en un motivo de polémica entre club, ayuntamiento y aficionados. En este sentido, el alcalde de la ciudad Abel Caballero, ya informó hace unos meses de que Marcador estaba lista para su uso para el partido del 11 de marzo contra el Rayo Vallecano. Sin embargo, desde entonces no se ha utilizado.
El club, en un continuo tira y afloja con el ayuntamiento desde hace años, alegó que las obras no estaban terminadas de acuerdo con lo que se establecía en el contrato. En consecuencia, los aficionados celestes llevan toda la temporada sin poder llenar el estadio, mostrando su descontento en redes sociales. La nueva tribuna está ahora más cerca de la portería, lo que genera un ambiente más enfervorizado.
Ante de la difícil situación que atraviesa el Celta, este proceso se ha acelerado, hasta el punto de que el club trabaja “a contrarreloj” para aumentar el aforo del estadio de cara al duelo con el Barça. El club que preside Carlos Mouriño pretende agilizar “al máximo” las gestiones necesarias para posibilitar la apertura de la grada, y “multiplicar” así el apoyo al equipo en el último partido de Liga.
Para que se pueda utilizar la nueva grada, el Celta necesita la “aprobación” del uso del graderío por parte de LaLiga y de los operadores de televisión, que “tras el firme requerimiento del club deberán terminar las pruebas e instalaciones necesarias el próximo miércoles 31 de mayo y validar su utilización”. Además, el Celta también necesita la entrega de la autorización pertinente por parte del Concello de Vigo, algo que sucederá al 100%.
La entidad celeste también avanza que, en caso de poder utilizar dicha grada, no habrá servicio “de cantinas, ni ascensores, ni luz artificial, ni megafonía ni videomarcador”, por lo que proveerá de “un servicio de refrigerio” a los aficionados que acudan a esa parte del estadio.
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