Este domingo, el PP y PSOE miden sus fuerzas en una disputa por los gobiernos de 12 comunidades autónomas, 52 capitales de provincia (con Ceuta y Melilla) y de más de 8.000 municipios repartidos por toda España. El Partido Popular preside los gobiernos de dos de esas comunidades (Madrid y Murcia) y de 11 capitales de provincia, por lo que su margen de mejora es amplio.
El Partido Popular aspira a mantener los gobiernos Murcia y Madrid y a desbancar al PSOE en la Comunidad Valenciana, La Rioja, Aragón y Baleares, es decir, ve posible triplicar sus ejecutivos autonómicos. Las últimas encuestas no descartan ese escenario, aunque el más cercano es mantener Madrid y Murcia y sumar Comunidad Valenciana y La Rioja, ambas socialistas.
En cuanto a las capitales de provincia, los de Feijóo gobiernan en 11 de las 52 que se someten a escrutinio este domingo. Estas elecciones aspiran a hacerse con 30, que casi triplicarían las actuales, sumando, entre otras, Valencia, Sevilla y Murcia. Si se hace con esas tres y mantiene Madrid, Málaga y Zaragoza, gobernarían en seis de ocho de las capitales más pobladas de España.
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Si se cumplen los mejores pronósticos para los populares, el mapa que dejaron las elecciones de 2019 se teñiría de azul. Esto daría un impulso al partido de cara a las generales, en un efecto similar al de 2011, cuando el PP triunfó en las autonómicas y municipales, lo que fue determinante en el camino de Mariano Rajoy a La Moncloa.
Vox, la piedra en el camino a las generales
El amplio margen de mejora es un balón de oxígeno para el PP este domingo. Para cantar las primeras voces de victoria les bastaría con lograr una mayoría absoluta en la Comunidad de Madrid y arrebatar la Comunidad Valenciana a Ximo Puig, sin necesidad de hacerse con otros Ejecutivos como Aragón o Baleares. Sin embargo, el 29-M se abre otro escenario que les puede condicionar en las elecciones generales de diciembre: los pactos con Vox.
Según las últimas encuestas, Madrid es la única comunidad en la que el PP podría evitar un pacto con Vox para formar gobierno. En Comunidad Valenciana, Castilla La-Mancha, La Rioja, Aragón, Extremadura, Cantabria, Baleares y Murcia, todas las posibilidades que tiene para sumar más que la izquierda pasan por la extrema derecha.
El partido de Santiago Abascal no quiere adelantarse a los resultados de esta noche, pero recuerda que lleva con la mano tendida desde la convocatoria de elecciones: “Ahora hay que esperar los resultados. Nuestro objetivo es poner fin a las políticas de izquierda”, remarcan fuentes del partido, que rechazan entrar “en el juego” del PP de fijar posiciones antes de saber qué fuerza real va a tener cada partido.
La necesidad de pactar con Vox para formar gobiernos autonómicos y municipales obligará a Feijóo a fijar su política de pactos con el partido de Abascal, y la existencia y la solidez de posibles gobiernos de coalición entre el PP y Vox tras el 29-M pueden condicionar el resultado del PP en las generales.
Por eso, y puesto que Alberto Núñez Feijóo no habla con Santiago Abascal desde la moción de censura fracasada en marzo, según fuentes del partido, el pacto que Génova ofrece al PSOE para que gobierne la lista más votada se mantiene el 29-M, esperando que los barones socialistas que se juegan el gobierno, como Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha o Guillermo Fernández Vara en Extremadura, presionen a Sánchez para que acepte.
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