El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene ya una biografía publicada. Vio la luz en 2019 y se tituló Manual de resistencia. Cuatro años después, los resultados electorales de este domingo podrían ser perfectamente el epílogo de esta obra. El PP ha ganado los comicios municipales, que se habían convertido en una especie de ‘primarias’ de las generales que se celebrarán a finales de año. Ha conseguido ser la fuerza más votada en todo el país y recuperar muchos Gobiernos autonómicos, aunque en la mayoría necesitará a Vox, reeditando la fórmula que inició en Castilla y León. También se hace con el poder en ciudades como Sevilla, Valencia, Valladolid y Palma de Mallorca.
El 28-M confirma un cambio de ciclo. El PP, que no ganaba unos comicios de ámbito nacional desde el año 2016, ha obtenido poco más de siete millones de votos –1,86 millones más que en 2019–. Gana en papeletas y en número de concejales obtenidos: 2.600 ediles más que el PSOE a pesar de que presentaba 300 candidaturas menos que los socialistas. Los populares han crecido gracias a la debacle total de Ciudadanos, que hace cuatro años obtuvo 1,98 millones de votos y ahora se han quedado en 317.000.
La formación naranja no ha obtenido representación en ninguna de las comunidades autónomas que este domingo abrían las urnas. Ni siquiera en las que la barrera electoral estaba en el 3%, como Asturias o Murcia. A los liberales no les queda ya apenas poder territorial, con la excepción del único diputado del partido que resiste en Castilla y León, Francisco Igea, y los seis que conservan en el Parlament de Cataluña. Como UPyD en su día, Ciudadanos está acabado. El mejor ejemplo ha sido el de su principal referente en la actualidad, Begoña Villacís. No ha llegado al 3% de las papeletas –necesitaba un 5%– y no obtiene ni un solo edil en el Ayuntamiento de Madrid.
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EL PSOE conserva Castilla-La Mancha
Los socialistas, por su parte, han perdido 427.000 votos. El PSOE comenzaba la jornada electoral gobernando en solitario o en coalición en nueve de las doce comunidades llamadas a las urnas. Tras este domingo, solo podrá conservar el poder en Castilla-La Mancha tras una votación ajustadísima, y en Asturias y Navarra si finalmente acaba pactando. Pedro Sánchez, que apostó por nacionalizar la campaña, ni siquiera compareció tras la sonora derrota. No acudió a Ferraz y vivió la noche en La Moncloa.
Con estos resultados, Alberto Núñez Feijóo mira ya al futuro con optimismo. Pero la gloria de esta noche la debe compartir. Isabel Díaz Ayuso ha arrasado en la comunidad de Madrid. Hace cuatro años obtuvo el peor resultado del PP en unas elecciones autonómicas, obteniendo solo 30 escaños. Convocó comicios de nuevo en 2021 y subió a 65 diputados. Ahora ha conseguido 71, mayoría absoluta. No necesitará ni siquiera a Vox. El efecto Ayuso ha permitido que su partner Almeida también sorprenda en los pronósticos y obtenga otra absoluta en la capital.
En la comunidad valenciana, el PP había puesto el termómetro para dirimir si España iba a vivir un cambio de ciclo. En 2019 se convirtió en el territorio de mayor población gobernado por un acuerdo progresista, el ‘Pacte del Botànic’, que conformaron el PSPV, Compromís y Unides Podem-Esquerra Unida, con Ximo Puig de presidente. Ahora, el PP de Carlos Mazón se ha hecho con la victoria, pero necesitará a Vox para gobernar. Los populares recuperan además la ciudad de Valencia.
El tirón del barón andaluz Juanma Moreno Bonilla también ha sido determinante. No había elecciones autonómicas en Andalucía, pero los populares han conseguido arrebatar la alcaldía de Sevilla a los socialistas ocho años después. El PP podrá gobernar en siete de las ocho capitales andaluzas, incluida Cádiz. Un éxito sin paliativos.
Otra debacle socialista ha sido Extremadura, otro tradicional feudo del PSOE. El PP y Vox suman y le quitan el Gobierno a Guillermo Fernández Vara. El PP también ha recuperado Aragón, donde necesitará los escaños del partido de Santiago Abascal. En Cantabria ha llegado el fin de la era Revilla tras cuatro legislaturas en el poder. PP y Vox vuelven a ser mayoría. En Baleares, el PP, de nuevo la ayuda de la extrema derecha, también desbanca a los socialistas. En La Rioja el PP gobernará en solitario, mientras que en Murcia no ha habido sorpresas y seguirá en manos de los populares de López Miras.
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Con esta aritmética parlamentaria, el otro de los grandes triunfadores de la noche es Vox. Con una campaña sin grandes propuestas y un perfil bajo, ha pasado de 813.000 votos en 2019 a casi 1,6 millones de euros en las municipales. La formación de Santiago Abascal será decisiva, por ejemplo, para que la derecha le quite la ciudad de Valladolid a los socialistas. Abascal ya ha avisado al PP de que no “espere regalos”. En las autonómicas será determinante para que el PP sume poder territorial. Habrá que ver cómo se gestionan estos pactos, ya que los populares tendrán que echarse en manos de la ultraderecha para consolidar todo el poder que le acaba de conceder las urnas.
La debacle de Unidas Podemos
En el otro lado de la balanza está Unidas Podemos, que se presentaba en solitario o en confluencias. Los de Ione Belarra no consiguen entrar ni en la Comunidad de Madrid ni el Ejecutivo valenciano. También se quedan a las puertas del Ayuntamiento de Madrid. Su presencia es testimonial en los Parlamentos de Murcia, Aragón, Extremadura y La Rioja y deja muy tocada al partido morado y a su principal socio, Izquierda Unida. La formación que lidera el ministro Alberto Garzón al menos ha podido conservar su tradicional bastión de Zamora.
La izquierda, no obstante, podría conservar Barcelona. Aunque la candidatura de Xavier Trias logra ser primera fuerza con 11 concejales, el PSC, Barcelona en Comú y ERC sumarían para poder dar el bastón de mando al socialista Jaume Collboni. El fracaso es, en este caso, de la actual alcaldesa, Ada Colau, cuya fuerza política queda relegada a la tercera posición.
En definitiva, las elecciones municipales y autonómicas de este domingo han dibujado un nuevo escenario territorial en el que el PP ha desbancado al PSOE como primera fuerza del país. En su primera prueba a nivel estatal, el partido de Alberto Núñez Feijóo ha obtenido 800.000 votos más que los socialistas, y eso que el PSOE se queda con el 28,2% de los apoyos, solo un punto menos que hace cuatro años. “Mi momento llegará, si los españoles quieren”, señaló Feijóo en el balcón de Génova. Los barones territoriales del PP ya gobiernan al 66,6% de la población. Este lunes empieza la campaña oficiosa para las generales.