Bruselas permite gastar más en 2024 a España y a otros de los países de la UE con más déficit

El gasto público podrá seguir incrementándose el próximo año aunque los estados miembros no rebajen su déficit al 3%

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Acto en el que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, otorgó el II Premio Cercle d'Economía a la Construcción Europea a la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen. (EFE/ Andreu Dalmau)

Después de tres años de suspensión de las reglas fiscales, la Comisión Europea ha vuelto a formular recomendaciones específicas para cada uno de los países miembros en su paquete de primavera publicado el pasado miércoles y alguno de los que tienen mayor saldo presupuestario negativo, como España, salen bien parados. Esto se debe a que el ejecutivo comunitario se centra en pedir a los estados que mantengan el incremento del gasto público por debajo de un determinado umbral en lugar de requerir ajustes para que rebajen estrictamente el déficit por debajo del 3% del PIB en 2024.

En concreto, el Ejecutivo comunitario recomienda un límite de crecimiento del gasto primario neto de medidas de ingresos para 22 países, exceptuando solo a los que tienen una situación fiscal saneada. Este indicador no tiene en cuenta los fondos europeos ni el gasto en intereses de la deuda, aunque sí incluye los gastos financiados con dinero europeo mediante ayudas a fondo perdido (subvenciones). La Comisión Europea le pide a España que el incremento del gasto primario neto el próximo año no supere el 2,6%, pero la previsión de la propia comisión es que crezca solo un 1,4%, lo que permite que el Ejecutivo español pueda gastar un 1,2% más.

Limitar el crecimiento del gasto en la medida fijada por el Ejecutivo comunitario permitirá una mejora del saldo estructural de “al menos” el 0,7% del PIB, lo que equivale a 9.289 millones. Esto significa que, para Bruselas, España no ha alcanzado su objetivo presupuestario a medio plazo, ya que recomienda el mayor ajuste fiscal previsto en las antiguas reglas fiscales. El ajuste de referencia es del 0,5% del PIB y el mínimo es del 0,3%, aunque estas normas cambiarán cuando se alcance un acuerdo sobre la reforma del marco de gobernanza económica en los próximos meses, previsiblemente, durante la presidencia española del Consejo de Europa.

Otros países con más déficit que España, como son Italia y Malta, también tienen un margen adicional para incrementar el gasto público en 2024 según las recomendaciones de la comisión. En concreto, del 0,6%, hasta el 1,3%, y del 2,2%, hasta el 5,9%, respectivamente. De hecho, Bruselas recomienda límites de incremento del gasto primario neto superiores a los previstos en hasta 14 estados miembros, por lo que son una minoría de países a los que se le pide rebajarlos (8 estados). Esto se debe a que demandar un ajuste más estricto en el corto plazo complicaría avanzar con la agenda de inversiones en la transición digital y verde, prioridades para Europa.

Posibles protocolos de déficit excesivo a 13 países

Pese a esta visión más favorable a la inversión pública que en otras épocas, las reglas fiscales se volverán a activar el próximo año y tener déficits altos será siendo un problema. En el paquete presentado el miércoles, la Comisión explica que España, Italia, Malta y otros 11 países no cumplen el criterio de déficit según el análisis realizado, por lo que se exponen a la apertura de protocolos de déficit excesivo a partir de la primavera de 2024. Nuestro país cerró 2022 con un déficit del 4,8%, Malta en el 5,8% e Italia en el 8%, siendo el país de la UE con mayor desajuste. Los protocolos de déficit excesivo se abrirán “sobre la base de los datos de ejecución de 2023″ y esto deberá ser tenido en cuenta por los países en el punto de mira, España entre ellos, “en la ejecución de su presupuesto para 2023 y en la preparación del proyecto del Plan Presupuestario para 2024″.

La Comisión Europea prevé que el déficit de España se reduzca al 4,4% en 2023 y al 3,3% en 2024, menos de lo que prevé el Gobierno, el 3,9% y el 3%, respectivamente. Sin embargo, Bruselas no destaca el desvío, ya que detalla que ambas proyecciones están “en línea”. Sí le da más importancia a retirar las medidas extraordinarias tomadas por la inflación y la guerra en Ucrania. De hecho, la simple desaparición de las medidas como la rebaja del IVA de los alimentos, la electricidad y el gas, entre otras, mejorarán el saldo presupuestario de cara a 2024, ya que suponen un gasto primario neto del 0,6% del PIB en 2023, según Bruselas. Este ahorro “debería utilizarse para reducir el déficit público”, apunta la comisión. Al efecto presupuestario positivo de la retirada de estas medidas temporales se sumará un nuevo incremento de los ingresos públicos derivado de la inflación y del crecimiento económico mayor de lo esperado.

En cuanto a la deuda, la Comisión Europea coincide con las previsiones del Gobierno y espera una rebaja sobre el PIB de hasta el 109,1% en 2024. La Comisión limita su análisis fiscal al año 2024, sin embargo, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ve problemas a largo plazo para que España cumpla con una senda continua de reducción de la deuda pública en ausencia de medidas adicionales. El organismo presidido por Cristina Herrero estima que el próximo Gobierno que salga de las urnas tendrá que realizar un ajuste fiscal de hasta 30.640 millones de euros entre 2024 y 2027. Bruselas no contempla por el momento escenarios a tan largo plazo ni lanza ninguna advertencia en este sentido.

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