Qué significaría para Doñana perder la declaración de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO

El último comunicado de la organización ha puesto en jaque la declaración hecha en 1994 y podría significar una pérdida de prestigio internacional para España y Andalucía

Guardar
Tierra agrietada en un humedal
Tierra agrietada en un humedal seco en el parque natural Doñana, en el suroeste de España. (AP Foto/Bernat Armangue, Archivo)

El ultimátum que ha dado la UNESCO a la Junta de Andalucía ha hecho saltar las alarmas. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha asegurado que si la ley de regadíos que quieren aprobar el Partido Popular y Vox sale adelante, el Parque de Doñana podría perder su declaración de Patrimonio de la Humanidad.

¿Qué consecuencias tendría la nueva ley para este humedal? La industria intensiva que rodea a Doñana ha secado este terreno, donde hay incluso pozos y regadíos ilegales que colaboran y secan aún más el ecosistema. Su conservación pasa por un cuidado pormenorizado, que no sería posible si se aprobara la proposición de ley lanzada por el Partido Popular y Vox. Las instituciones europeas ya se han mostrado en contra de la medida y el gobierno de Pedro Sánchez ha asegurado que tomará todas las medidas posibles para evitar que esto ocurra.

Te puede interesar: La UNESCO abre la puerta a retirar a Doñana el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad si el PP de Andalucía continúa su plan de regadíos

El Parque Nacional de Doñana fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994 tras cumplir tres de los criterios de aceptación que impone la organización: uno, “representar fenómenos naturales o áreas de belleza natural e importancia estética excepcionales”; también “ser ejemplos eminentemente representativos de procesos ecológicos y biológicos en curso en la evolución y el desarrollo de los ecosistemas y en las comunidades de plantas y animales, terrestres, acuáticos, costeros y marinos”; y por último “contener los hábitats naturales más representativos y más importantes para la conservación in situ de la diversidad biológica, comprendidos aquellos en los que sobreviven especies amenazadas que tienen un valor universal excepcional desde el punto de vista de la ciencia o de la conservación”.

¿Qué consecuencias tendría para el Parque la retirada de la mención? Juan Romero, portavoz de Ecologistas en Acción para el Parque de Doñana, los resume: “La trascendencia es prestigio internacional y reputacional. No tiene contenido económico ni sanciones, es prestigio a nivel mundial. En este caso, perderíamos este reconocimiento. Es algo así como las medallas, que te dan una medalla al mérito y luego te la quitan. No va acompañado con contenido económico. Pierdes todo el reconocimiento internacional”.

La laguna de Santa Olalla
La laguna de Santa Olalla tras secarse en el Parque Nacional de Doñana, sur de España, 22 de agosto de 2022. (REUTERS/Estación Biológica de Doñana)

Te puede interesar: Leo Harlem: “El problema no lo veo con Vinicius, sino en los campos pequeños de fútbol donde los padres se pegan e insultan”

Una vez dentro de los bienes reconocidos por la UNESCO, significa que se establece una relación de cuidado para la sostenibilidad del espacio. “La UNESCO establece varios mecanismos de seguimiento del estado de conservación de los bienes. Están los Informes Periódicos que se llevan a cabo cada seis años para todos y se establece un mecanismo de monitoreo reactivo, consistente en seguimiento de un bien que se encuentra amenazado por alguna circunstancia. Por último, para casos de máxima urgencia se lleva a cabo un seguimiento reforzado más continuado y constante”, asegura el Ministerio de Cultura.

Otra medida que baraja la UNESCO es introducir a Doñana en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro, como adelantara hace unas semanas Público. “Que entrara en la lista de ecosistemas en peligro sería reconocer que hacemos las cosas mal. La UNESCO te da una serie de requisitos que tratan en el desarrollo sostenible. Debe coexistir la conservación con la actividad económica, pero la actividad económica no puede destruir el ecosistema. Esta ley significaría romper esos consensos”, zanjan desde Ecologistas en Acción.

Seguir leyendo:

Guardar