Tras la muerte de Isabel II, su hijo mayor, Carlos III, comenzó a vislumbrar la llegada del día para el que llevaba toda la vida preparándose, su coronación, que se celebró finalmente el pasado 6 de mayo. Tras ella, no solo se convirtió oficialmente en el nuevo rey de Reino Unido, dando comienzo a una etapa de su vida, también dejó vacante un puesto que llevaba años ocupando, el del príncipe que lleva más años siendo heredero.
Ahora las miradas están puestas en Dinamarca, donde Margarita II se ha convertido en la única reina reinante y la más longeva de Europa y su primogénito, el príncipe Federico, ha recogido el testigo de Carlos como si fuera su ‘heredero’.
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Con este título no oficial llega Federico a su 55 cumpleaños, una fecha que celebra este 26 de mayo por primera vez como el heredero que más años lleva aguardando para ser proclamado soberano. Sin noticias de cuándo será su turno, lo único claro es que el puesto de rey le será concedido algún día, bien tras una posible abdicación de su madre o bien tras su fallecimiento. Y aunque seguro que aguarda el momento con una mezcla de sentimientos, lo cierto es que durante una época no lo quería.
Así lo confesó él mismo durante el documental que se emitió con motivo de su 50 cumpleaños, en el que explicó que de niño le aterró la noticia: “Vi mi vida apagarse y que de pronto tendría que comportarme como un completo adulto. Fue muy incómodo. Sobre todo porque no había mucha gente que pudiera explicarme lo que eso suponía”, confesó Federico en 2018, afirmando que esta responsabilidad le parecía “grande, intimidatoria, oscura, sombría y desagradable”.
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En estos momentos, Federico está totalmente centrado en sus deberes reales, pero lo cierto es que pasó unos años no exentos de polémica que le granjearon el apodo de “príncipe turbo” por su gusto por los coches y motos veloces. Uno de los sucesos más recordados ocurrió en 1992, cuando la policía detuvo cerca del palacio de Copenhague a un vehículo que conducía de manera temeraria y en el que viajaba el príncipe. Le realizaron el test de alcoholemia y dio positivo, lo cual suscitó tal escándalo que el parlamento llegó a pedir su renuncia a sus derechos sucesorios a favor de su hermano pequeño, el príncipe Joaquín.
Su marcha a Estados Unidos para estudiar en Harvard ayudó a calmar los ánimos, pero lo cierto es que el heredero al trono siempre ha sabido llamar la atención: tiene varios tatuajes y ha actuado como DJ.
Para que su imagen mejorara exponencialmente tuvo que llegar a su vida Mary Donaldson, su mujer y madre de sus cuatro hijos. Juntos forman un gran equipo en todos los terrenos y, si bien Margarita sigue liderando las encuestas de popularidad, los herederos tienen cada vez mejores cifras, síntoma de que son muy queridos.
Tensión familiar
Lo más seguro es que Federico de Dinamarca celebre su 55 cumpleaños rodeado de buena parte de su familia, pues se trata de una gran oportunidad para unir lazos tras una etapa marcada por la tensión. El año pasado Margarita II decidía que cuatro de sus nietos, Nicolás, Félix, Henrik y Athena, los hijos del príncipe Joaquín, dejaran de ser príncipes y princesa para recibir a cambio los títulos de condes y condesa.
La determinación no sentó nada bien a su hijo menor y a su mujer, la princesa Marie, que llegó a mostrar su enfado público al afirmar que su hija, como consecuencia, estaba sufriendo acoso escolar: “Vienen y le dicen: ‘¿Eres tú la que ya no es una princesa?”. Por suerte, el tiempo calmó los ánimos y la comprensión no tardó en llegar. Según el propio Joaquín, lo que hizo falta fue “comunicación.
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