PACMA lo volverá a intentar en las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. El ya veterano Partido Animalista Contra el Maltrato Animal se presenta a los comicios en las 12 comunidades autónomas que celebran elecciones y en 31 grandes municipios de toda España. El objetivo es conseguir representación política por primera vez en su historia, tras múltiples intentonas y ningún éxito.
Porque hoy PACMA no tiene ningún diputado en el Congreso, ningún senador, ningún escaño autonómico en cualquiera de los Parlamentos regionales, ni ningún concejal en las más de 8.000 localidades de todo el territorio nacional. “Somos la primera fuerza extraparlamentaria del país, pero la ley electoral no nos favorece”, señala su presidente Javier Luna.
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No le falta razón. En las últimas generales, las de noviembre de 2019, PACMA sacó 229.000 votos, muchos más que por ejemplo Teruel Existe, el Partido Regionalista de Cantabria (PRC), el BNG, Nueva Asturias y Coalición Canaria. Pero todos estos partidos obtuvieron representación menos los animalistas. Su techo llegó en las generales de abril de ese mismo año, con 326.000 papeletas. PACMA se convirtió entonces en la novena fuerza política de toda España.
Analizando las últimas cuatro elecciones autonómicas, PACMA ha obtenido los mejores resultados en cuatro comunidades: Andalucía, Cataluña, Valencia y Madrid, obviamente las regiones con mayor población y “más concienciadas con la defensa de los animales”, señala Luna. En la Comunidad de Madrid la cabeza de lista para el 28-M va a ser Asunción Estévez, una ingeniera de 62 años que trabaja como funcionaria en Instituciones Penitenciarias. “Deberíamos tener representación en algún Parlamento autonómico, ya que la mayoría de las leyes de bienestar animal y protección de la naturaleza son regionales, pero no conseguimos dar el paso”.
¿Cuáles son las causas de que PACMA sea siempre el eterno aspirante? “La polarización del voto. La gente vota izquierda o derecha, y lo que nosotros defendemos tiene difícil encaje en esta polarización. Tampoco tenemos el apoyo de los medios de comunicación y luchamos contra ‘lobbies’ muy poderosos como son los que están a favor de la caza y la tauromaquia”, argumenta Luna.
Luis Arroyo, sociólogo, politólogo y asesor político va más allá en su análisis. Les conoce bien porque hace años colaboró con ellos. “Es cierto que la limitación de escaños por provincia les penaliza electoralmente, pero les perjudica sobre todo que no se definan ideológicamente. Son un partido claramente animalista, pero, aunque se les presupone un sesgo progresista, ¿qué opinan sobre cuestiones como la gestación subrogada, el aborto o la ley ‘trans’?, por mencionar algunas temas de actualidad”.
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En las generales de 2019, PACMA se presentó como una formación “animalista, progresista y feminista”. Ahora, en su página web, aseguran que son “el único partido político en España que lucha por los derechos de todos los animales y por el medio ambiente y las personas”. Luis Arroyo señala que empezaron como un partido claramente antitaurino, “un tema ya agotado”, pero aunque han evolucionado incluyendo nuevos posicionamientos, ser precisamente “un partido político sin representación” les deja fuera de muchos debates y del foco de la actualidad.
En las generales de 2019 PACMA se presentó como una formación animalista, progresista y feminista”
“Eso paradójicamente les perjudica. Los medios muchas veces prefieren la opinión de otras plataformas y organizaciones animalistas y ecologistas precisamente porque no son un partido”, concluye Arroyo. Pablo Simón, profesor universitario, politólogo y experto en sistemas electorales, añade que en España “de momento no hay partidos verdes con fuerza parlamentaria, como sí ocurre en otros países europeos. Además, nuestro sistema electoral no está diseñado para partidos pequeños con votos desconcentrados territorialmente, como PACMA”.
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Por eso, Teruel Existe, por ejemplo, sacó un diputado en el Congreso con solo 19.700 votos, y PACMA no obtuvo ningún escaño con 229.000 papeletas. “A eso hay que sumar que su estructura como partido es pequeña, lo que les da poca visibilidad”. Hay otro elemento a tener en cuenta, señala Simón. “PACMA ha canalizado muchas veces el voto protesta, el que rechaza al sistema, pero estos últimos años han surgido también otros partidos protesta que les han restado protagonismo”.
PACMA, no obstante, es consciente de que tiene que evolucionar. Registrado como partido en el año 2003, sus campañas siempre han estado marcadas en los últimos años por una fuerte presencia en redes sociales. Su estrategia ha sido clara: denunciar las condiciones de los animales en España a golpe de imágenes impactantes y conmovedoras sobre crueldad e injusticia. El año pasado ampliaron su ideario.
Quieren convertirse en el “partido verde de referencia en España”. Así, PACMA, que mantiene sus siglas, pasó a denominarse Partido Animalista con el Medio Ambiente. Ya no solo su ‘leitmotiv’ es la defensa del bienestar de los animales, ahora hablan de “activismo medioambiental”, “justicia social” y un decidido apoyo de “nuestra biodiversidad, nuestros ecosistemas y nuestra sociedad”.
No quieren alianzas
Los expertos consultados analizan además que les haría falta para tener más presencia en la agenda nacional y mediática. “Un líder carismático y coaliciones con otras formaciones verdes ayudarían mucho”, asegura Pablo Simón. Por ejemplo, el proyecto político de Yolanda Díaz, Sumar, ha conseguido de momento unir a los dos partidos ecologistas más importantes de España: Alianza Verde y Equo.
“No queremos pactar con otros partidos. En cierta medida somos apolíticos y transversales. Si fuéramos en alianzas nuestras políticas seguramente quedarían reducidas a la mínima expresión”, señala Javier Luna, que reconoce que solo irán en coalición en la ciudad de Palma de Mallorca y en el conjunto de las Islas Baleares con Progreso en Verde. “Quizás esto sea un error”, matiza Simón. “Con esto priorizan su marca antes que tener representación parlamentaria. Hay que poner en la balanza si solo prefieren la pureza de su programa a costa de tener menos votos”.
Luis Arroyo es de la misma opinión. “A veces hay que ceder, sacrificar ciertas cosas para conseguir un objetivo mayor, en este caso estar en Ayuntamientos y Parlamentos para intentar llevar a cabo tus políticas”. PACMA también se presenta en los municipios de Valladolid, San Sebastián, Bilbao, Velilla de San Antonio, Collado Villalba, Sant Adriá de Besós, Sant Cugat del Vallés, Santa Coloma de Gramanet, Las Palmas de Gran Canaria, Guadalajara, A Coruña, Sevilla, Almería, Jaén, Córdoba, Mijas, Málaga, Benalmádena, Rincón de la Victoria, Santa Cruz de Tenerife, Cádiz, Madrid, Altafulla, San Cristóbal de la Laguna, Terrasa, Parla, Palma de Mallorca, Barcelona, Alicante, Valencia y Pontevedra.
PACMA cree que ir en alianza con otros partidos verdes reduciría sus políticas “a la mínima expresión”
PACMA apuesta por la humildad, eso está claro. No reciben subvenciones públicas ni créditos bancarios, y viven de las donaciones y de las cuotas de los 5.700 afiliados que tienen actualmente (que pagan 80 euros al mes). Así, sus campañas son modestas, con mesas informativas, pocos mítines y muchas redes sociales. Tirando, sobre todo, de voluntarios.
En definitiva, ¿cómo les encajamos ideológicamente? Es más, si por ejemplo obtuvieran representación en la Asamblea de Madrid y sus escaños fueran decisivos, ¿a quién apoyarían? Contesta Asunción Estévez, su candidata en la región. “Nuestro programa se encuadra en posiciones progresistas. Nunca daríamos el Gobierno al PP y a Vox, eso está claro”. Para Luis Arroyo, “deben tener un relato y una narrativa más sólidos”. Las próximas elecciones marcarán su futuro.
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