Bruselas y el BCE se equivocan: los bancos españoles “sí están bien capitalizados”

Unas cuentas de resultados al alza y unos niveles crecientes de capital de calidad cuestionan la advertencia de los organismos europeos sobre posibles problemas de capitalización de la banca española

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Christine Lagarde, presidenta del Banco
Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE). REUTERS/Kai Pfaffenbach /Pool

La alarma generada por la Comisión Europea y el BCE el pasado miércoles al publicar su informe de seguimiento de la banca española, en el que recomendó “vigilar de cerca” la capitalización de los bancos españoles, es “infundada” a juicio de los analistas, para quienes “nuestros bancos sí están bien capitalizados”.

El informe indica que la banca española puede verse penalizada por el aumento de la inflación, la subida de los tipos de interés y el pago del nuevo impuesto extraordinario a las entidades financieras, lo que mermaría su capital.

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Argumenta que el ratio de capital de máxima calidad (CET1) bajó al 13,05% al cierre de septiembre de 2022, frente al 13,51% con el que finalizó en 2021, debido al aumento de los activos ponderados por riesgo en los balances de las entidades.

Una bajada “poco significativa” que “no es para ponerse nerviosos”, apunta Nuria Álvarez, analista de Renta 4 Banco especializada en el sector bancario. Y más, cuando “el informe compara el ratio de capital de septiembre de 2022 con unas cuentas de resultados que no recogen el impacto positivo de las subidas de los tipos de interés”.

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Sobra dinero para dividendos

Álvarez considera que “nuestros bancos están bien capitalizados” como lo demuestra que, tras sus resultados del primer trimestre, han optado por mejorar su política de retribución al accionista. “No tendría sentido que aumentaran sus dividendos si tuvieran problemas de capitalización”, señala.

No es la única que reconoce la fortaleza de la banca patria. Diego Morín, analista de IG, también lo cree, aunque admite que, en términos absolutos, la ratio CET1 es inferior a la de otros países de Europa, pero “mejoró en la segunda mitad de 2022 y en 2023, por lo que tendremos un mejor balance al cierre del primer semestre de este año”.

La presidenta de la Comisión
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. REUTERS/Johanna Geron

La banca también discrepa de la advertencia del BCE y, según José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la Asociación Española de la Banca, los bancos registran unos niveles crecientes de capital de máxima calidad, “muy por encima” de las exigencias regulatorias y supervisoras. Recuerda que “en las pruebas de estrés, los bancos españoles se sitúan entre los que menos capital perderían en un escenario adverso”.

El banco español con mayor capitalización es el Santander, con 51.690.225 millones de euros; seguido por BBVA, con 38.230.939 millones; CaixaBank, con 26.092.414 millones; Sabadell, con 5.345.616 millones; Bankinter, con 4.988.707 millones, y Unicaja con 2.474.305 millones.

Mensajes contradictorios

El aviso de Bruselas se contradice con las declaraciones realizadas por los responsables de los grandes bancos en la presentación de resultados del primer trimestre del año, en las que indicaron que su CET1 está en línea con el objetivo de capital.

Respecto a las exigencias del BCE, Álvarez indica que “lo quiere todo” y que a veces da mensajes “contradictorios”: “Dice que la banca tiene que mejorar el capital y a la vez mejorar la rentabilidad, cuando los dos factores son incompatibles, o mejoras uno o el otro”.

Respecto al motivo por el que los dos organismos europeos han lanzado ahora la advertencia, la analista no cree que existan novedades significativas para generar alarmas y “menos ahora, en que si suben los activos ponderados por riesgo es por un efecto de la inflación más que por volúmenes de crédito”.

Prevé que el crédito no va a crecer en 2023 ni en 2024 por lo que no empeorará la capitalización de los bancos. En su opinión, todo apunta a que el año que viene será “un año difícil para la evolución del crédito, lo que hará que los activos ponderados por riesgo no suban significativamente”.

Por todo ello, considera que las cifras presentadas por la banca y las perspectivas de evolución de sus cuentas de resultados “no invitan a pensar en un descalabro en los ratios de capital de la banca española”.

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