Emmanuel Macron se ha adelantado a Pedro Sánchez en la prohibición de los vuelos regionales cuando exista la alternativa de realizar el mismo viaje en tren en menos de dos horas y media. La medida francesa, que busca reducir las emisiones de carbono, ha recibido el visto bueno de Bruselas y ya ha entrado en vigor. El socio mayoritario del Gobierno tiene en carpeta desde hace tiempo un proyecto similar, que se incluye en la Ley de Movilidad Sostenible del Ministerio de Transportes que actualmente está en trámite en el Congreso de los Diputados.
La propuesta del PSOE también plantea suprimir aquellas rutas aéreas que puedan ser reemplazadas por viajes en tren de alta velocidad cuyo tiempo de traslado de una ciudad a otra no sobrepase las 2,5 horas. Sin embargo, con las capacidades que a día de hoy posee la red ferroviaria de alta velocidad española -una de las más extensas del mundo-, la medida afectaría a muy pocos trayectos, todos con Madrid como punto de partida o llegada.
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De esta manera, sólo podrían eliminarse tres rutas aéreas que cuentan con vuelos regulares: Madrid-Valencia, recorrido que en AVE puede completarse en una hora y 40 minutos; Madrid-Alicante, con una duración de dos horas y 16 minutos; y Madrid-Sevilla, viaje que demora dos horas y 21 minutos. El resto de rutas entre la capital y otras grandes ciudades del país, como Madrid-Santiago, Madrid-Bilbao o Madrid-Barcelona, no se verían afectadas porque el viaje sobre rieles supera el límite planteado.
Unidas Podemos quiere más
Desde Unidas Podemos consideran poco ambicioso el proyecto de sus socios de gobierno y han registrado, semanas atrás, una enmienda a la Ley de Movilidad Sostenible para ampliar el límite de la duración de los viajes en tren hasta las cuatro horas, siempre y cuando entre los destinos en cuestión exista conexión ferroviaria directa, abarcando así el grueso de la red de alta velocidad actual y futura de España.
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La formación morada ha explicado que de esta forma buscan impulsar la descarbonización y proteger el servicio público de transporte. Además, promueven que, en el plazo de un año a partir de la promulgación de la ley, se presente un informe ante el Parlamento Europeo para suprimir también los vuelos de carga, tanto nacionales como internacionales, con origen y destino en los aeropuertos con un volumen de tráfico de mercancías superior a las 100.000 toneladas por año, en el caso de que exista una alternativa por vía férrea inferior a las seis horas.
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