Pedro Almodóvar dirige ‘Extraña forma de vida’: “Siempre hay algo que va a molestar, la dictadura de lo políticamente correcto es asfixiante”

El director español más importante e influyente de la escena contemporánea internacional utiliza el western como arma política para hablar del deseo, la traición y los prejuicios en un mediometraje protagonizado por Ethan Hawke y Pedro Pascal

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Pedro Almodóvar en el rodaje de 'Extraña forma de vida' (El Deseo D.A. S.L.U. Iglesias Mas)
Pedro Almodóvar en el rodaje de 'Extraña forma de vida' (El Deseo D.A. S.L.U. Iglesias Mas)

Cuando Pedro Almodóvar era niño no jugaba a los indios y vaqueros. A él le gustaban más los melodramas y los musicales. Fue mucho tiempo después cuando se acercó al western, cuando vio Río rojo (Red River, 1948), de Howard Hawkes, que le impresionó mucho. ¿Podía ese género tratar temas profundos? Tiempo después leyó una novela que lo marcó para siempre, El hombre enamorado que se enamoró de la Luna, de Tom Spanbauer (editada en nuestro país por Random House). Ahí se encontró con un western a la altura de sus expectativas, que rompía las reglas del género, en el que había un hombre al que obligaban a ejercer la prostitución en el Oeste porque era bello y eso desataba la pasión.

Así empezó todo. Esbozó un guion y se lo mandó a Larry McMurthry, especialista en el género y que había participado en el guion de La última película, de Peter Bogdanovich. “Me dijo que incluso había una ciudad llamada Boy’s donde los vaqueros iban a follar con hombres, pero que el western nunca había tratado esos temas, porque era un género de machos”, cuenta Pedro Almodóvar en una round table en su oficina de El Deseo. Efectivamente, era algo que nadie quería contar. Poco después, le propusieron dirigir Brokeback Mountain, pero el proyecto cayó finalmente en las manos de Ang Lee.

Un guion mínimo sobre dos vaqueros enamorados

Sin embargo, Almodóvar escribió una especie de puesta en escena teatral sobre dos vaqueros que reflexionaban en torno a lo que pudo ser y no fue. Cuando el director creativo de Yves Saint Laurent, Antony Vaccarello le propuso poner en marcha un proyecto después de haber producido Lux Æterna de Gaspar Noé, no se lo pensó dos veces y decidió recuperar este proyecto perdido.

El cine de Almodóvar se nutre de sus vasos comunicantes. Una cosa siempre lleva a la otra. Siempre está escribiendo relatos que se introducen en sus obras de ficción, casi como si se tratara de historias paralelas que generan una especie de magma significativo. ¿Recordamos un póster en la La mala educación que se llamaba La abuela fantasma? Pues eso se convirtió en Volver. ¿Y todas las referencias a La voz humana de Jacques Cocteau que terminaron siendo un cortometraje protagonizado por Tilda Swinton?

Ethan Hawke, izquierda, y el director Pedro Almodóvar posan para promover el corto 'Extraña forma de vida' en la 76a edición del festival internacional de cine de Cannes, en el sur de Francia, el jueves 18 de mayo de 2023. (Foto Joel C Ryan/Invision/AP)
Ethan Hawke, izquierda, y el director Pedro Almodóvar posan para promover el corto 'Extraña forma de vida' en la 76a edición del festival internacional de cine de Cannes, en el sur de Francia, el jueves 18 de mayo de 2023. (Foto Joel C Ryan/Invision/AP)

Y aquí viene la verdadera cuestión. ¿Por qué existe tanta presión para que Pedro Almodóvar dirija una película en habla inglesa? Hasta el momento, sus aproximaciones han sido precisamente en formato cortometraje, en La voz humana y en Extraña forma de vida. Él mismo ha declarado que esta dupla podría convertirse en una trilogía, que se completaría con otra pieza enmarcada en esas mismas dimensiones. Esa sería la idea.

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Pero, mientras tanto, se encuentra configurando lo que al parecer que será su primer largometraje en lengua no española. Por fin. En los últimos tiempos la productora de Cate Blanchett había anunciado que Pedro Almodóvar se iba a hacer cargo de la adaptación de Manual de mujeres de la limpieza, de Lucía Berlín, pero finalmente el director se apeó del proyecto. “Siento haber decepcionado a Cate Blanchett, que es una mujer impresionante, pero no me sentía preparado para abordar ese proyecto, sobre todo porque me di cuenta de que cada vez se hacía más grande y no pretendo dirigir superproducciones cuando me duele tanto la espalda, me siento más a gusto con películas pequeñas que pueda controlar”, comenta Pedro Almodóvar, zanjando el asunto.

Ya no tiene miedo a rodar en un idioma que no es el suyo. Estos cortometrajes le han servido para familiarizarse con los actores. “¿Me entenderán a mí y yo a ellos?” La cuestión parece finiquitada después de ver a Tilda Swinton en La voz humana y a Ethan Hawke y a Pedro Pascal en Extraña forma de vida. Lo que sí nos adelanta es que su próxima película la protagonizarán dos mujeres, y que las actrices que las interpreten serán una americana y otra inglesa y que son las que él quería... y que ellas han aceptado el reto. Ah, y que también que ninguna corresponde a los estándares de Hollywood.

Nuevas miradas al western tradicional

El propio cineasta se sorprende de algo, que nadie haya captado el explícito homenaje que hace a Sam Peckinpah en Extraña forma de vida, cuando los dos protagonistas jóvenes revientan a pistoletazos las tinajas de vino. Al igual que él ha querido reinterpretar el western, en su momento ya lo hizo Peckimpah, que revolucionó el género con Grupo salvaje. A partir de ahí, afirma que han sido las mujeres las que se han encargado de aportar miradas diferentes, como Chloé Zhao en The Rider, Kelly Reichardt en First Cow o Jane Campion en El poder del perro.

En cuanto al vestuario de Vaccarello reconoce que realizó una investigación exhaustiva, e incluso aquellas prendas que pudieran parecernos anacrónicas, estaban presentes en el cine de la época, como la cazadora vaquera verde de Pedro Pascal, que ya lució James Stewart en Horizontes lejanos, de Anthony Mann en 1952.

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Hay una cuestión implícita que recorre Extraña forma de vida y que tiene que ver con el paso del tiempo. Almodóvar se hace mayor, y lo sabe. “Me ha entrado mucha prisa, voy cumpliendo años y nunca me había preguntado a mí mismo, ¿cuántas películas me quedarán por hacer? Y me he dado cuenta de que quiero hacer muchas, pero no sé si tendré tiempo para llevarlas a cabo”, comenta el cineasta. Al mismo tiempo, percibe que su cine ha evolucionado conforme a su edad, y en cuestiones de sexo ya ha transgredido lo suficiente cuando era joven. “No quería mostrar a Ethan Hawke y Pedro Pascal retozando como si fueran cabritillos, no era lo que me interesaba, quería escenificar el deseo a través de la palabra, que es otro tipo de desnudez más sutil. En estos momentos, me interesan más lo que los personajes puedan transmitir a través de la mirada que el acto físico en sí”, cuenta el director sobre las escenas de no-sexo en Extraña forma de vida. “Ya me he desfogado lo suficiente en ese sentido, me atreví en su momento, pero ahora quiero plasmar otras cosas más allá del acto en sí mismo”. “Para eso está ahora Sam Levinson”, dice en referencia al creador de Euphoria que acaba de estrenar en Cannes The Idolm, que podrá verse en HBO Max.

En esta imagen proporiconada por Sony Pictures Classics, Ethan Hawke, izquierda, y Pedro Pascal en una escena de "Strange Way of Life". (Sony Pictures Classics vía AP)
En esta imagen proporiconada por Sony Pictures Classics, Ethan Hawke, izquierda, y Pedro Pascal en una escena de "Strange Way of Life". (Sony Pictures Classics vía AP)

Para aquellos que piensen que Extraña forma de vida se encuentra inacabada, dada su escasa duración, el propio Almodóvar nos cuenta cómo terminaría: El personaje de Ethan Hawke iría detrás del hijo prófugo de Pedro Pascal, que se convertiría en un forajido en México, y la película terminaría con otro duelo a tres bandas como en el que aparece en el cortometraje, finalizando con los dos protagonistas apuntándose con sus pistolas.

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En cuanto a las próximas elecciones en nuestro país, Almodóvar nunca se ha escondido, él es votante de izquierdas, y por esa razón y por sus declaraciones ha tenido algún que otro encontronazo con señoras del barrio de Salamanca en Madrid que le han increpado acerca de su ideología. “Cuando me pasa este tipo de cosas siempre digo: tenemos que convivir. Puede que a ti no te guste cómo soy ni a mí cómo eres tú, pero de nosotros depende respetarnos”. Por eso, tiene claro que cada vez nos adentramos en un lugar más oscuro en cuanto a la pérdida de libertades, a pesar de todo lo que hemos conseguido en materia de igualdad, sobre todo en lo que respecta al feminismo y a los colectivos LGTBIQ+.

No sabemos a donde nos llevará el próximo Almodóvar. Y eso es lo emocionante, porque pocos directores se atreven como él a desafiar al establishment, al status quo y ofrecer una mirada al mismo tiempo controvertida y personal, iconoclasta alrededor del mundo que nos rodea.

Puede que a sus 73 años se sienta mayor, pero lo cierto es que se encuentra en el apogeo de su carrera. Junto a su cortometraje Extraña forma de vida acaba de publicar el libro de relatos El último sueño (Reservoir Books), en el que demuestra que la pasión por escribir y por filmar no tiene fin.

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