Tamara Falcó e Íñigo Onieva ya cuentan los días para su boda y rezan para que en esta recta final no surjan nuevos contratiempos que amenacen la celebración del enlace. Después de que la firma que iba a confeccionar el vestido de la marquesa de Griñón haya roto el contrato por discrepancias con ella, la socialité ha elegido ya una nueva marca y ahora busca ponerle remedio a un asunto que ella también parece ver como un problema: la subida de peso que ha experimentado en los últimos meses.
Según ha desvelado este jueves el programa Sálvame, la hija de Isabel Preysler está preocupada por los kilos que ha engordado, probablemente debido a la ansiedad de los preparativos exprés de su gran día. Por este motivo, el programa asegura que Tamara ha tomado una drástica decisión que solo conocen dos personas de su entorno y que ha ocultado a su familia y al novio.
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El formato de Telecinco ha informado de que la joven ha decidido ingresar en un centro especializado y ponerse en manos de profesionales para perder “15 kilos en un mes”, un ambicioso objetivo que podría poner en riesgo su salud al experimentar una pérdida de peso tan radical.
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Hace unos días, Alessandro Lequio daba pistas sobre este descontento de Tamara con su aspecto físico, el cual podría haber sido el origen del conflicto con la firma bilbaína que iba a confeccionar su vestido de novia. “Me cuentan que parte del problema con las diseñadoras vascas fue porque Tamara no se sentía a gusto con el vestido por el incremento de talla que ha experimentado en los últimos meses y quería disimularlo”, revelaba el italiano.
Peligroso método
Sálvame ha invitado a una experta para aportar su visión sobre esta decisión que Tamara Falcó ha tomado a 44 días de su enlace con Íñigo Onieva. La licenciada en Medicina Estética y Cirugía Electa Navarrete ha advertido sobre los peligros que puede entrañar esta técnica a la que ha recurrido la hija de Carlos Falcó para poder verse tal y como ella quiere el día de su esperada boda.
Así, la especialista ha explicado que la marquesa de Griñón corre el riesgo de poder sufrir problemas como la pérdida de masa muscular, deshidratación o episodios de mareos por intentar perder tanto peso en tan poco tiempo. “Vamos a recordar que hablamos de un ser humano, no somos coches. Aquí entra la fisiología, el equilibrio”, ha advertido.
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