Cataluña pone fin a la fuga de compañías: ‘roba’ a Madrid más de 670 millones de facturación empresarial

Se revierte la tendencia. Por primera vez, según los datos del primer trimestre de 2023, publicados por Informa D&B, hay más empresas madrileñas que se mudan a Cataluña que viceversa

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Pere Aragonès, presidente de la
Pere Aragonès, presidente de la Generalitat de Cataluña.​​ (Reuters)

La fuga de empresas de Cataluña ha beneficiado principalmente a la Comunidad de Madrid, que durante una década ha sido el destino principal de las compañías catalanas que decidían cambiar su sede con motivo de la inestabilidad política y el aumento de la presión fiscal que se produjo en suelo catalán. Una tendencia que se ha revertido durante el primer trimestre de 2023, periodo en el que más de 100 compañías madrileñas, con una facturación superior a los 670 millones, se han mudado a Cataluña.

Durante los tres primeros meses del año, Cataluña se ha convertido en la segunda comunidad que ha registrado una mayor llegada de compañías en términos de facturación, solo superada por Galicia. En total, de las 227 empresas que han llegado a suelo catalán y que registraban un volumen conjunto de ventas de 1.854 millones de euros, el 36,5% -esos 677 millones- corresponden a compañías procedentes de Madrid, según los datos del Estudio sobre Cambios de Domicilio de Informa D&B.

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De esta forma, la comunidad presidida por Isabel Díaz Ayuso es la región que más cambios de domicilio en favor de Cataluña ha registrado en el primer trimestre -por volumen de facturación- duplicando a la segunda, la Comunidad Valenciana, donde 316 compañías han dejado la región. Andalucía cierra el top tres de regiones que pierden ingresos por ventas de las empresas que se marchan con destino Cataluña, por un total de 253 millones de euros.

Frente a esto, la facturación de empresas catalanas que han cambiado su sede a Madrid, asciende a 206 millones, mientras que el total de ingresos de ventas de las empresas que han desembarcado en la capital alcanza los 708 millones, menos de la mitad que en Cataluña. Esa diferencia en términos de facturación se debe a que de las diez grandes empresas que han cambiado su sede social en España entre enero y marzo de este año, seis de ellas se han establecido en suelo catalán.

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En términos netos, restando las salidas a las entradas de capital, Cataluña presenta un saldo positivo, con una facturación empresarial de 1.609 millones, mientras que en Madrid, el valor de las ventas registra tasas negativas, con una pérdida de 149 millones. Teniendo en cuenta el número de empresas, la salida de compañías catalanas con destino Madrid se ha moderado a 120 en los tres primeros meses de este año, una cifra muy similar a las 101 empresas madrileñas que se han mudado a Cataluña.

Fuga de empresas

La sangría de empresas catalanas comenzó hace ya una década, cuando Artur Mas comenzó a impulsar el procés. Una problemática que se acentuó en 2017 con el referéndum ilegal del 1 de octubre y su efímera declaración unilateral de independencia. La fuga de compañías durante ese año y el siguiente fue imparable: Cataluña perdió 3.880 compañías -1.988 en 2017 y 1.892-, despidiéndose en estos dos años del grueso de las firmas catalanas de mayor relevancia. Tras esos dos años negros, el goteo de empresas continuó, aunque en menos medida, ya que, entre 2019 y 2022, en torno a 1.010 compañías abandonaron Cataluña. Si se atiende a los datos de 2023, Cataluña ha perdido 243 compañías, mientas que 227 han establecido su sede allí, lo que genera un saldo negativo de tan sólo 16 empresas.

El independentismo no ha sido la única causa de abandono empresarial: pese a que la fiscalidad de las sociedades es igual en toda España, hay muchos impuestos propios en Cataluña que no existen en Madrid, así como una regulación distinta para otros tributos como el de Patrimonio y Sucesiones y Donaciones. Concretamente, en la región que preside Díaz Ayuso estos dos impuestos están bonificados al 100%, algo que beneficia enormemente a los propietarios de las compañías. Esta fuga de empresas catalanas consolidó con el sorpasso de Madrid como la primera economía regional del país, con la llegada de más de 1.380 compañías a la capital en 2018.

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