El Gobierno de España concedió este martes la nacionalidad a otros 15 opositores nicaragüenses que habían sido expulsados del país.
El Consejo de Ministros confirmó la información aunque no brindó detalles sobre quiénes son los beneficiados en esta oportunidad ya que los nombres se darán a conocer este miércoles en el Boletín Oficial.
Se trata del segundo grupo de opositores al que se le extiende esta oferta luego de que el régimen de Daniel Ortega expulsara del país a un grupo de 222 presos políticos, a los que acusó de traición. Inicialmente fueron recibidos en Estados Unidos y, tras retirarles la nacionalidad y quedar apátridas, recibieron ofertas de diversos países -entre ellos España-.
El régimen sandinista avanzó con esta medida entre distintas personalidades disidentes entre quienes se cuentan 94 diplomáticos, ex funcionarios del Estado, defensores de derechos humanos, disidentes, periodistas, académicos, estudiantes y empresarios, que incluyen al famoso escritor Sergio Ramírez, que ya residía en España.
A ellos, en su mayoría exiliados, les canceló también sus jubilaciones y les confiscó sus propiedades en Nicaragua.
Esto ha llevado a que, dos semanas atrás, un primer grupo de 14 personas recibiera su nacionalidad por carta de naturaleza y que, se espera, más disidentes reciban también.
Se trata de un proceso “que sigue en curso”, confirmó el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares y adelantó que se esperan nuevos anuncios para las próximas semanas.
“España es hogar de los defensores de la democracia y la libertad”, agregó.
Entre quienes ya han sido acogidos por el Gobierno Español figuran Carlos Fernando Chamorro Barrios, fundador del medio local Confidencial e hijo de la ex presidente Violeta Chamorro; Cristina María Chamorro, su hermana y precandidata en las elecciones presidenciales de 2021; y Gertrudis Guerrero Mayorga, esposa de Sergio Ramírez.
También se vieron beneficiados el documentalista e hijo de la novelista Gioconda Belli, Camilo de Castro Belli; el sacerdote Carlos Zeledón Montenegro; y Álvaro Somoza, sobrino del dictador Anastasio Somoza.
Estos episodios son tan solo una muestra más de la grave crisis política y social que Nicaragua atraviesa desde abril de 2018 y que con el correr de las semanas sólo se ve más agravada.
“Tras casi cinco años de la represión ejecutada por el régimen Ortega Murillo en abril de 2018 no han cesado las violaciones a derechos humanos contra un pueblo que denuncia la impunidad y exige justicia”, declaró la ONG Colectivo, que señaló la privación de la nacionalidad como la ultima violación de los derechos a los ciudadanos nicaragüenses.
Inclusive, el régimen estaría recurriendo a nuevas estrategias para perseguir a los opositores, hasta por un like en Facebook. Tan sólo en el último mes, al menos 75 nicaragüenses fueron capturados bajo este “nuevo patrón de represión” que se basa en redadas nocturnas, juicios exprés durante la madrugada y la posterior liberación bajo condición de que los disidentes se presenten a diario en una estación de Policía.
(Con información de EFE y Europa Press)
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