El Real Madrid cierra filas en torno a Vinicius: pancarta, camisetas con el ‘20′, ovación y la celebración de Rodrygo

El Real Madrid - Rayo Vallecano de este miércoles no era un partido señalado por lo deportivo, con LaLiga ya sentenciada. El mayor interés radicaba en ver cuáles iban a ser los gestos de apoyo del club blanco a Vinicius Júnior tras el nuevo episodio racista en el que se vio involucrado el pasado domingo en Mestalla. Antes del inicio del partido, la solidaridad del Madrid con el futbolista brasileño después de su momento más difícil en España quedó reflejada mediante dos iniciativas: una pancarta en la grada del Santiago Bernabéu en la que pudo leerse el mensaje “Vinicius somos todos, basta ya” y la camiseta de Vinicius con el 20 a la espalda copando las espaldas de todos los futbolistas del Madrid. Ya en el encuentro, Rodrygo marcó el gol de la victoria en el 89 (2-1) y se lo dedicó a su compatriota, ovacionado de forma generalizada en el minuto 20.

Aunque el carioca no pudo ser de la partida en el terreno de juego al sufrir unas molestias físicas en la rodilla, estuvo más que presente para todos gracias a las muestras de reconocimiento iniciales y a la dedicatoria final de su compañero. La elástica de Vinicius predominó en el estadio donde juega como local, además, entre los aficionados, con otras proclamas en su favor también haciéndose notar en el graderío.

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En la previa, los jugadores tanto del Madrid como del Rayo participaron de la campaña contra el racismo orquestada por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), posando junto al lema “Racistas fuera del fútbol”. El propio Vinicius asistió a la escena vestido de calle y escuchando cómo el Bernabéu coreaba su nombre, sin evitar emocionarse justo antes de subir al palco para presenciar el duelo junto al presidente madridista, Florentino Pérez.

Todavía habría dos momentos más de homenaje para Vinicius, ya con la pelota en juego. A los 20 minutos de partido, idéntica cifra al dorsal que viste el de São Gonçalo, la grada del Bernabéu se puso en pie para aplaudir, mirando hacia el palco, a Vinicius. Él también se levantó para saludar al público y agradecerle su cariño: imposible que no le conmoviera tanto que se corease su nombre como que se le ovacionase. Al borde del pitido final, Rodrygo le dio la victoria al Madrid y, de paso, pudo acordarse de su amigo a la hora de celebrar el tanto.

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La reacción unánime a favor de Vinicius también se trasladó al WiZink Center y a Butarque de la mano de la sección de baloncesto del Real Madrid y de su equipo femenino de fútbol. Quienes fueron campeones de la Euroliga el pasado fin de semana no dejaron pasar la oportunidad de honrar a su compañero del equipo de fútbol madridista, vistiendo la camiseta del delantero durante el calentamiento de su partido de ACB contra el Betis. Además, las chicas la llevaron en los prolegómenos de la semifinal de la Copa de la Reina frente al Athletic.

La del pasado lunes, tal y como afirmaron desde el Real Madrid, fue “la mañana en la que ha recibido más mensajes y más noticias de toda su vida” para Vinicius. La décima denuncia por cánticos racistas sufridos por él que se produce desde que juega en LaLiga le dejó “muy preocupado”. De hecho, desde el club blanco se llegó a exponer que Vinicius “está como desorientado y superado por todo esto”. A la par que “bastante triste”.

Sus publicaciones más recientes en las redes sociales han hecho patente el sufrimiento del brasileño con la problemática del racismo. Primero, escribió que “el racismo es normal en LaLiga” y que “hoy, en Brasil, España es conocida como un país de racistas”, lo que llevó al presidente de LaLiga, Javier Tebas, a enzarzarse con él. Después, compartió un vídeo que recogía los distintos insultos que ha recibido en los campos españoles, con un texto en el que sentenciaba “No es fútbol, es inhumano”. También agradeció que el Cristo Redentor de Río de Janeiro se apagase en su honor y compartió otras imágenes más, de un Clásico de 1997, para considerar: “El racismo en los estadios españoles existía antes mismo de que yo hubiera nacido. ¿Qué ha cambiado hasta hoy?”.

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