El PIB español creció un 0,5% en el primer trimestre de 2023 y un 5,5% a lo largo de 2022 con un segundo semestre mejor de lo registrado inicialmente tras las revisiones al alza del INE. Estos datos, más positivos de lo esperado, habrían permitido que España esté recuperando el nivel de PIB anterior a la pandemia durante el segundo trimestre del año. Así lo ha adelantado este martes en un informe el Consejo General de Economistas (CGE) y en esta misma línea se manifestó hace unas semanas el Banco de España en su informe anual.
Valentín Pich, presidente del CGE, ha detallado que la economía española sigue siendo “la única de las cuatro grandes economías de la Eurozona que no ha recuperado los niveles previos a marzo de 2020″, ya que en el primer trimestre continuaba un 0,2% por debajo, si bien el dato de crecimiento del segundo trimestre “probablemente colocará ya el nivel de PIB por encima del anterior a la pandemia”. Pich reconoce que “ha habido una mejora en líneas generales” de la economía española, por lo que el organismo ha elevado su previsión de crecimiento del PIB para 2023 hasta el 1,8%, tres décimas más respecto a su última estimación.
Los factores que han permitido esta mejoría son el crecimiento de las exportaciones y del turismo, la menor presión inflacionista, la disminución de los problemas con las cadenas de suministros y la paulatina aplicación de los fondos vinculados al programa Next Generation. Por otra parte, en Europa los indicadores del sector servicios están teniendo un mejor comportamiento que los indicadores del sector industrial; es por ello que en los países donde el sector servicios es más fuerte, como España, Grecia o Portugal, están arrojando una mayor ratio de crecimiento.
Según Salustiano Velo, uno de los coordinadores del Observatorio Financiero de la organización, ha asegurado que esta coyuntura tendrá además un impacto positivo en el mercado laboral, por lo que el CGE revisa “ligeramente a la baja la tasa de paro prevista a final de año en tres décimas, situándola en un 12,7%”. Por otra parte, los economistas prevén que el IPC medio se sitúe este año entre el 4% y el 4,3% y un endeudamiento público mayor del que estima el Gobierno con una deuda pública sobre el PIB del 113% y un déficit del 4,4%.
“Incógnitas” para el segundo semestre de 2023
El Consejo General de Economistas considera que existen “ciertas incógnitas” para el segundo semestre de este año debido, entre otros motivos, a la reducción de la bolsa de ahorro de las familias y a la caída de la demanda interna. La tasa de ahorro de los hogares se situó en el 6,3% de la renta disponible al cierre de 2022, según Eurostat, frente al 13,3% del cierre de 2021. A esto se sumarían las consecuencias de la sequía y el incremento del precio del dinero, con su incidencia directa en el sector inmobiliario y en la construcción. El Banco de España también prevé que las subidas de los tipos de interés por parte del BCE tengan más impacto en el segundo semestre de 2023 y en 2024, lastrando en parte el crecimiento económico.
No obstante, Pedraza señala “como contrapeso” el pacto social “tan positivo” que han alcanzado empresarios y sindicatos en el V AENC, así como el carácter deflactor que están teniendo carburantes y energía y la “escasa subida de los alimentos” en abril. “Hace que tengamos un cierto optimismo sobre nuestra inflación, donde el sector servicios sigue teniendo el mayor peso”, explica.
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