La campaña de las elecciones autonómicas y municipales encara su recta final con un panorama incierto a escasos días de la cita con las urnas del 28 de mayo. A tenor de las encuestas (este lunes fue el último día permitido por la ley para publicarlas), el PP aparece dibujado como fuerza victoriosa en la mayoría de territorios, incluso en los gobernados actualmente por el PSOE. Por otro lado, el último barómetro flash del CIS sobre las municipales da a los socialistas un respiro al permanecer 2,3 puntos por delante de los populares.
Más allá de quién gane los comicios en las autonomías y municipios llamados a votar, la sombra de la duda se posa sobre la gobernabilidad. Y, en esta cuestión, un puñado de votos puede decantar la balanza hacia un lado u otro, así como la resistencia de Podemos o Ciudadanos en ciertos territorios y la fuerza de Vox podría incidir en los futuros pactos tras el 28-M.
Teniendo en cuenta el CIS publicado este lunes, un 14% de los encuestados aún no tiene definido su voto. Un 7,7% lo decide habitualmente durante la jornada de reflexión -el próximo sábado-, y un 6,2% lo suele hacer en el momento de depositar su voto en la urnas: es este espectro al que quiere dirigirse el PSOE en la última semana de campaña, además de afianzar a sus votantes.
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En esta línea, el PSOE seguirá con el plan trazado hace semanas. Es decir, hablar de problemas y soluciones y destacar la acción del Gobierno en estas materias con la vivienda, la sanidad pública y la educación pública como principales ejes. “El domingo, la sanidad pública se defiende en las urnas. Las becas, la cifra más alta de la historia que ha comprometido este Gobierno de España, se defiende en las urnas. Que la vivienda sea un derecho y no un lujo, se defiende en las urnas”, señalan desde Ferraz.
En el marco de los anuncios electorales realizados en las últimas semanas por el presidente del Gobierno, el Consejo de Ministros de este martes aprobará una partida de 580 millones para “reforzar, robustecer y modernizar los 13.000 centros de Atención Primaria de toda España”, tal como apuntó , Pedro Sánchez el pasado sábado en un mitin en Valencia, un territorio clave que servirá de termómetro para las generales.
Asimismo, el Ejecutivo aprobará una partida de 38,5 millones de euros para impulsar la atención a la salud mental, una inversión que se suma a los 100 millones del Plan de Salud Mental puesto en marcha a finales de 2021. No obstante, sus socios de la coalición, Unidas Podemos, han criticado estas medidas “electoralistas”. “Está muy bien que el PSOE esté a favor de aumentar la financiación de la sanidad pública, pero estaría mejor que estuviera a favor de desprivatizarla. Lamentablemente, no es lo que estamos viendo. Si no desprivatizamos la sanidad pública, por mucho que se aumente la financiación, no vamos a blindarla”, remató este lunes el portavoz parlamentario del grupo confederal en el Congreso, Pablo Echenique, en relación a la ley de equidad y universalidad del Sistema Nacional de Salud.
Esta norma, conocida como ley Darias (por la antigua ministra de Sanidad), que actualmente se tramita en la Cámara Baja, ha dividido a PSOE y Unidas Podemos al entender este último que no deroga la Ley 15/1997 sobre habilitación de nuevas formas de gestión del Sistema Nacional de Salud, puesta en marcha por el Gobierno de José María Aznar.
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En cualquier caso, los socialistas destacan el trabajo realizado durante el actual periodo electoral, “perfectamente alineado” con sus candidatos. “Hemos respetado a los ciudadanos y ciudadanas aportando soluciones a los problemas”, añaden desde la dirección del PSOE, en contraposición con el giro de estrategia llevado a cabo por el PP. “Si algún partido necesita hacer un giro en su campaña a estas alturas, es que su campaña no era buena”, sopesan estas fuentes.
El PSOE cuestiona el cambio de estrategia del PP
Y es que durante los primeros compases de la campaña, el PP atizó nuevamente su habitual estrategia sobre ETA y contra los acuerdos del Gobierno con EH Bildu para sacar adelante sus medidas en el Congreso. Tanto fue así que el debate político giró durante varios días alrededor de esta cuestión, a pesar de que la banda terrorista anunció en octubre de 2011 el cese definitivo de su actividad y que desde 2015 dejó de ser un problema para los españoles (según el CIS).
Después de que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, elevara la presión con respecto a esta cuestión, al defender que “ETA está viva” e insistir en la ilegalización de EH Bildu, rechazada por la dirección del PP, Génova visibilizó este domingo un cambio de estrategia. El líder popular, Alberto Núñez Feijóo, se centró en atraer a los votantes de Vox y Cs, pero también a los “desencantados con el sanchismo” del PSOE. Lo hizo, además, ante 10.000 personas que abarrotaron la Plaza de Toros de Valencia.
Al margen de las encuestas, según el CIS (elaborado en plena polémica por las listas de EH Bildu), aunque los conservadores han acortado distancias con el PSOE (mejoran seis décimas en intención de voto), el PP no ha conseguido obtener el rédito suficiente para desbancar a los socialistas del primer puesto. En todo caso, fuentes de la dirección nacional del partido afrontan los últimos días previos a las elecciones con un “optimismo moderado”.
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