Tras ocho largos meses de preparativos y ya concluida su coronación, celebrada el pasado 6 de mayo en Londres, Carlos III se encuentra en una etapa más tranquila de su vida. Mientras que se adecúa a su nueva vida y su agenda continúa llenándose de actos y proyectos que requieren de su atención, el hijo de la desaparecida Isabel II ha decidido hacer una pausa en el camino y dedicarse unos días de descanso para volver con más fuerza.
El destino elegido para su primer viaje como Rey es la región rumana de Transilvania, a donde llegará en solitario el próximo martes 2 de junio con intención de descansar de sus quehaceres diarios y volver a disfrutar de un lugar que conoce muy bien. Carlos III no solo es una enamorado de la zona, sino que además es descendiente del noble rumano Vlad El Empalador, quien inspiró la leyenda del Conde Drácula.
Te puede interesar: El príncipe Harry ya tiene fecha para volver a Reino Unido: el polémico motivo de su regreso
Su vínculo con este país no termina ahí. Según ha llegado a revelar él mismo su tatarabuela, Klaudia Rhedy, nació y se crió en esa zona hasta su matrimonio con un aristócrata alemán. Aunque su nombre no es conocido en la actualidad, sí lo es el de su nieta, la reina Mary de Teck, quien fue esposa de Jorge V.
Además de esta conexión histórica, el padre de los príncipes William y Harry es dueño de diez propiedades en la región de Transilvania. La primera casa que adquirió se encuentra en el pueblo de Viscri, que forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Lejos de dedicar esta edificación a su vida privada, el Rey decidió ofrecerla a la sociedad y se ha convertido en un centro de formación para la artesanía local tradicional, sustento de los habitantes de la zona.
Dos años después compró una antigua casa de campo en ruinas en Zalanpatak, un pueblo situado cerca de los montes Cárpatos. En la actualidad está dividida en diez pequeñas casas que se encuentran rodeadas de bosques, praderas y manantiales y, cuando Carlos no está cerca, se pueden alquilar como bed & breakfast. Estos alojamientos, según su tamaño, tienen un precio que varía entre los 115 y los 145 euros por persona y noche, están decorados de manera rústica, con muebles provenientes de Transilvania, y carecen de WiFi, televisión y casi de cobertura. Eso sí, según indican en la página web todos los cuartos tienen “libros interesantes”.
Cuando Carlos III se encuentra en la zona, como sucederá a comienzos de junio, es él quien disfruta del encanto de esta propiedad a la que tiene tanto cariño y que, en su ausencia, es cuidada con mimo por un “personal discreto que atiende todas las necesidades”, según se indica en su página web.
Si bien el objetivo principal de este viaje es que Carlos III pueda descansar, diferentes medios rumanos aseguran que aprovechará su estancia para encontrarse con el primer ministro de país, Nicolae Ciucă, y el presidente, Klaus Iohannis. Eso sí, se tratará de reuniones informales ya que, según avanza Daily Mail, viajará a Rumanía sin “secretarios privados”, estando solo acompañado del personal justo y necesario. “No irá con ayuda de cámara o chefs pues los productos locales y los cocineros de allí son estupendos”, ha asegurado una fuente cercana al monarca.
Seguir leyendo: