Hace unos años Paco Plaza consiguió configurar un universo de terror muy personal en Verónica. Estaba basada en un caso real, el de una joven que, a principios de los noventa, tras jugar a la ouija, manifestó que una presencia maligna la acosaba. El director, sin embargo, más allá de la premisa, logró singularizar la propuesta gracias a la nostalgia noventera que destilaba, convirtiéndola en una fábula sobre el paso de la infancia a la edad adulta a través de los miedos inherentes que conlleva entrar en ella.
Ahora, Plaza regresa al universo Verónica en una precuela que se encargaría de contar los orígenes de una de las monjas que aparecían en la película, la Hermana Muerte que encarnaba Consuelo Trujillo y que con sus ojos en blanco generaba escalofríos. La película se situaría en la España de la posguerra, en un antiguo convento reconvertido en colegio de niñas al que llegará una joven llamada Narcisa para ser maestra y que tiene extraños poderes sobrenaturales. Poco a poco, a su alrededor comenzarán a pasar cosas extrañas, situaciones perturbadoras que revelarán secretos inconfesables, tanto del lugar como de ella misma.
Regreso al universo de<i> Verónica</i>
La película estará protagonizada por Aria Bedmar, Almudena Amor (el descubrimiento de La abuela) y Maru Valdivieso, además de Consuelo Trujillo, Luisa Mérelas, Chelo Vivares y un plantel de jóvenes debutantes: Sara Roch, Olimpia Roch, Martina Delgado, Claudia Fernandez y Martina Delgado.
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Hermana Muerte se encargará de inaugurar el próximo Festival de Sitges en su 56 edición, un anuncio que ha tenido lugar en el marco del Festival de Cannes y se estrenará de forma exclusiva en Netflix en la temporada de otoño, en principio, sin pasar por las salas de cine.
La mayor parte de las películas de Paco Plaza han estado presentes en el Festival de Sitges y precisamente fue en este certamen donde se programó por primera vez Rec (2007), que terminaría por convertirse en una obra de culto a nivel internacional. El director ha declarado que Hermana muerte se trata de un trabajo especial para él en muchos sentidos: “Es una expansión del universo de Verónica, con el que guarda muchas conexiones, pero además es una película con una naturaleza propia diferente a la de su predecesora, una película de una luminosidad tenebrosa en torno a un personaje muy querido para mí”.
El director, además, nunca había rodado en su tierra natal, Valencia, y en esta ocasión ha podido hacer ese sueño realidad. El escenario principal tiene lugar a ocho kilómetros de Gandía, en el municipio de Alfahuir, donde se encuentra el Monasterio de Sant Jeroni de Cotalba, cuya construcción se remonta al siglo XIV. El guion lo firma junto a Jorge Guerricaechevarría, con el que ya colaboró en Quien a hierro mata y se trata de una producción de El Estudio junto a Netflix.