Los momentos más icónicos del reinado de Nadal en Roland Garros: del triplete consecutivo ante Federer a pedir una ambulancia

El tenista español se perderá el torneo que más veces ha ganado y en el que mejores momentos ha dejado para el recuerdo

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Nadal con su último Roland Garros.
Nadal con su último Roland Garros.

Tiempos pasados siempre fueron mejores. Rafa Nadal confirmó este jueves su ausencia en Roland Garros. Pese haber hecho todo lo posible por acudir a la cita en París, la recuperación de su lesión no ha sido la esperada y se ausentará de su torneo fetiche. “Hemos estado trabajando en todo momento, sin parar, con la vista puesta en los siguientes objetivos, aunque algunos se iban perdiendo por el camino. El más importante, que era Roland Garros, a día de hoy se hace imposible. Con lo cual, en este momento no voy a poder estar en Roland Garros después de muchos años sin faltar a la cita con todo lo que es ese torneo para mí”, afirmó Nadal en rueda de prensa.

Pese a su ausencia, Rafa se guarda una bala en la recámara para poder despedirse como se merece: compitiendo. Parará los entrenamientos con el objetivo de gozar del descanso suficiente para recuperarse y encarar 2024, su último año en activo, en las mejores condiciones posibles. Sobre la arcilla de París, ha conquistado hasta en 14 ocasiones el trofeo de los mosqueteros, ganando 112 partidos y cosechando únicamente tres derrotas.

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Debut y primer metal

Dos lesiones demoraron su estreno en Roland Garros más de lo deseado. Una fisura en el codo le privó de jugar en 2003 y un año más tarde la rotura en el talón del pie derecho le impidió presentarse en el Grand Slam que, con el paso de los años, se ha convertido en su coto de caza particular. Su idilio en la capital francesa comenzó en 2005. Pese a sus 19 años y nula experiencia en el torneo galo, Rafa ya se postulaba en las quinielas como uno de los favoritos para hacerse con el título. Dicho y hecho: cumplió con los pronósticos derrotando en la final por 6-7, 6-3, 6-1 y 7-5 al argentino Mariano Puerta.

Foto de archivo de Rafa Nadal posando con su primer título de Roland Garros.
Foto de archivo de Rafa Nadal posando con su primer título de Roland Garros.

El propio Rafa Nadal avanzó que su debut en Roland Garros sería ganando el torneo. La predicción llegó una edición anterior a su primer título. Viajó a París junto a Carlos Costa, su agente, para familiarizarse con las instalaciones antes de debutar el año siguiente. Mientras presenciaban en directo un partido de Robredo, Rafa decidió dejar de verlo y abandonó la pista. Su agente fue con él y escuchó la premonición del balear. “En la calle, sin que yo le preguntase, me dijo que no podía estar dentro de la cabina más tiempo, y añadió que se había lesionado porque ese año no le tocaba ganar, que cuando fuese allí la primera vez tendría que ganar”, desveló Carlos en una entrevista.

Triplete consecutivo ante Federer

Las tres ediciones posteriores tuvieron el mismo desenlace. Rafa levantando el trofeo de los mosqueteros al cielo de París. La ya de por sí hazaña conseguida tiene más valor cuando uno se fija en el rival al que superó en las tres finales consecutivas: Roger Federer. El suizo sucumbió ante español y ambos, sin darse cuenta en aquel momento, comenzaron una sana rivalidad por el cetro del tenis mundial.

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La participación y posterior victoria en 2006 estuvo marcada, como la carrera de Rafa, por las lesiones. Se retiró del Open de Australia por una inflamación en el pie izquierdo y problemas en la espalda que lo mantuvieron alejado de las pistas más de un mes. “No sabía si volvería a jugar, no éramos muy optimistas. Poder ganar ese Roland Garros fue uno de los momentos que está marcado en mi carrera. Guardo un gran recuerdo”, aseguró tras ganar su segunda Copa de los Mosqueteros. Las dos ediciones posteriores, superó con claridad a un Federer que tildó de “pesadilla” jugar contra Nadal en la Philippe Chatrier.

“¡Qué venga una ambulancia!”

La escena se vivió en la grada después de que el español hubiera conseguido su noveno Roland Garros ante Djokovic por 3-6, 7-5, 6-2 y 6-4. Nadal trepó las butacas para fundirse en un abrazo con entrenador y tío, Toni Nadal, al que le pidió una ambulancia para calmar los calambres que tuvo desde el tercer set. “Estaba acalambrado y me dijo que pidiera una ambulancia. Hablé con el doctor porque Rafa me dijo que necesitaba suero. Después fue a verle el médico y se puso mejor”, explicó Toni Nadal.

Nadal y Djokovic se saludan después de que el español se llevara su décimo Roland Garros (REUTERS).
Nadal y Djokovic se saludan después de que el español se llevara su décimo Roland Garros (REUTERS).

Fue una de las finales en las que más ha sufrido Rafa a lo largo de su carrera, tal y como reconoció una vez conquistado el torneo. “Ha sido la final Roland Garros en la que más he sufrido físicamente. Ha habido momentos en los que me sentía muy vacío, pero la ilusión, la motivación y las ganas de ganar me mantuvieron en la pista con la mentalidad de hacerlo”, confesó el tenista balear.

La Décima de Rafa Nadal

El español, reconocido aficionado del Real Madrid, ganaba Roland Garros al mismo ritmo que su equipo hacía lo propio en la Champions League. Era como si ambos mantuvieran un pulso por ver quien era capaz de agrandar más su gesta. En 2017, el equipo blanco lucía 11 Copas de Europa en sus vitrinas, mientras que Nadal logró su décimo Roland Garros tras derrotar a Wawrinka en tres sets. Era la primera vez en la historia que un tenista lograba ganar diez veces un mismo Grand Slam, por ello la organización del torneo tuvo un bonito detalle con él.

Le entregaron una réplica exacta del trofeo con el lema ‘Décima Rafael Nadal’, un gesto inédito hasta ahora con cualquier vencedor. Pero los homenajes no cesaron ahí. Durante la entrega de la copa, la grada formó un enorme mosaico con pancartas que decían “Bravo Rafa” junto al número diez en referencia a la decena de títulos conquistados por el español en París. Y de manera inesperada para Rafa, su tío, Toni Nadal, le entregó el trofeo sobre la arcilla de París.

Centenario tras vencer a Djokovic en la final

La pandemia cambió la forma de vivir de la sociedad. Las profesiones pasaron a realizarse desde casa, la educación cambió las aulas por habitaciones y la digitalización alcanzó su punto álgido. Sin embargo, lo que no pudo cambiar la pandemia fue el rey de la tierra batida. Rafa Nadal demostró, una vez más, su capacidad de adaptarse a las circunstancias y conquistó la edición más peculiar de Roland Garros.

En la final borró de la arcilla por 0-6, 2-6 y 5-7 a un Novak Djokovic que nada pudo hacer ante el poderío del español. Las gradas vacías de la Philippe Chatrier fueron testigo de la victoria número 100 de Nadal. “Se me hace difícil escoger sólo una”, respondió cuando le preguntaron con qué victoria se quedaría. Si ya es complicado alcanzar esa cifra de triunfos a lo largo de todo el circuito, imagínense en un mismo Grand Slam. Una gesta histórica que el paso del tiempo dará el valor que merece.

Ante Ruud, su último y más épico Grand Slam

Hace menos de un año de la última hazaña de Nadal en París, una de las mayores de toda su carrera. Al menos la más épica si se tienen en cuenta las circunstancias. Derrotó cómodamente a Casper Ruud por 6-3, 6-3 y 6-0 y se convirtió, hasta que Djokovic le igualó, en el tenista de la historia que más Grand Slams (22) había conquistado. Para llegar al último asalto, el español tuvo que lidiar con el lado más duro del cuadro.

Desde octavos de final, todos sus rivales se encontraban dentro del top-10. Félix Auger-Aliassime (9), Djokovic (1) y Zverev (3). El camino más difícil posible. Más aún teniendo en cuenta que un mes antes de la disputa del torneo, Nadal tuvo que retirarse del Master 100 de Roma por los intensos dolores que sufría en su pie izquierdo. Llegó entre algodones a la capital francesa, donde demostró tener la fortaleza mental más inquebrantable del mundo. La final ante Ruud acabó como las trece anteriores, con el de Manacor retozándose sobre la arcilla de la Philippe Chatrier. Una icónica imagen que este verano no se podrá repetir, pero Nadal ya se prepara para intentarlo en 2024, su último año como tenista.

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