El Real Madrid ha tenido que aprender a vivir sin Pablo Laso. Lo cual no significa que la persona más importante de la historia de la sección de baloncesto blanca junto a Pedro Ferrándiz y Lolo Sainz haya desaparecido del día a día del equipo. A la vuelta de la esquina, siempre hay una comparación, un recuerdo, un partido e incluso alguna intervención pública del vitoriano sinónimo de evocación. Una nueva Final Four de la Euroliga no iba a ser menos a la hora de contribuir a ensalzar su legado, en una temporada en la que ha sido prácticamente imposible escapar de una sombra alargada durante 11 intensos años.
En la antesala de un nuevo Clásico contra el FC Barcelona en las semifinales europeas, otra vez Laso: es la única persona que estuvo en los cuatro precedentes. No será protagonista en el quinto Madrid-Barça de Final Four este viernes en Kaunas. Pero, a diferencia de los mayores viejos conocidos de esta cita, Laso siempre ha estado ahí cuando el eterno rival azulgrana cortaba el paso al principal título europeo. Al menos, hasta 2023.
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París 1996
Por ahora, fue la única ocasión en la que el Barça se impuso al Madrid con una Final Four de por medio. Este precedente sirve como fiel reflejo de otro tiempo en el deporte de la canasta: la Euroliga no existía, la FIBA todavía organizaba la Copa de Europa –antes de las guerras de poder que llegarían con el nuevo siglo– y se hablaba de Liga Europea. En aquella, el conjunto azulgrana accedió al partido decisivo gracias a un 76-66 forjado sobre todo en la segunda parte (parcial de 42-28): el Madrid ganaba por 34-38 al descanso.
En las filas del vigente campeón, estaba Laso, que había fichado por el conjunto al que entrenaba Zeljko Obradovic en verano de 1995. El entonces base disputó 15 minutos esa noche, con 2 puntos (1/2 en tiros de campo: falló un triple), 3 asistencias, una pérdida de balón y 4 faltas en su estadística. Entre sus compañeros, sobresalieron Joe Arlauckas (22 puntos) y Zoran Savic (15). Javier García Coll, José Miguel Antúnez, Ismael Santos, Juanan Morales y Mike Smith eran los otros componentes del Madrid frente a un Barça liderado por Arturas Karnisovas (24) y Dan Godfread (22): Andrés Jiménez, José Luis Galilea, Xavi Fernández, José Antonio Montero, Salva Díez, Manel Bosch y Ferrán Martínez completaban una plantilla dirigida por Aíto García Reneses.
Aquella Final Four pasaría a la historia horas después por el tapón de Stojan Vrankovic a Montero que podría haber cambiado el signo de la final de haber sido declarado ilegal (67-66 para Panathinaikos). Laso seguiría jugando en el Madrid hasta diciembre de 1997.
Londres 2013
De vuelta en Madrid, Laso vivió su segundo Clásico de Final Four 17 años después del primero, ya sustituida la vestimenta de corto por el traje y la corbata. En ese momento, tan sólo había ganado dos títulos en las filas merengues: la Copa del Rey y la Supercopa de 2012. Enfrente, un Xavi Pascual que también conocía el triunfo en esas dos competiciones, pero que además ya había sido campeón de la Euroliga (2010) y de la ACB (tres veces en ese momento).
En un partido de alternancias (primer y tercer parcial para el Barça, segundo y cuarto para el Madrid), los blancos accedieron a la final al vencer por 67-74. Felipe Reyes (17 puntos) fue el madridista más atinado en una jornada en la que sus compañeros fueron Dontaye Draper, Rudy Fernández, Carlos Suárez, Nikola Mirotic, Sergio Rodríguez, Mirza Begic, Jaycee Carroll, Sergio Llull y Marcus Slaughter (Rafael Hettsheimeir no jugó). Marcelinho Huertas (19 puntos y 6 rebotes) sobresalió en un Barça en el que militaban Víctor Sada, Álex Abrines, Juan Carlos Navarro, Sarunas Jasikevicius, Marko Todorovic, C.J. Wallace, Joe Ingles, Xavi Rabaseda, Erazem Lorbek, Nate Jawai y Ante Tomic.
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Olympiacos acabaría reinando en Europa ese 2013 (100-88), a pesar de que el Madrid llegó a ganar hasta por 17 (10-27) en los 10 primeros minutos de la final. Allí regresaría el año siguiente.
Milán 2014
Con muchos protagonistas repetidos, Madrid y Barça volvían a verse las caras en las semifinales europeas, esta vez en Italia. Estaba reciente la victoria de los de Laso en la Copa del Rey, la del triple de Llull a una décima del final en Málaga. El vasco también había levantado su primera ACB en 2013, cuando los blancos volvieron a imponerse en la Supercopa. Por su parte, Pascual y los culés no habían festejado nada desde la Copa del año anterior.
La igualdad reinante en Londres desapareció por completo en Milán: el Madrid empezó a escaparse en el segundo cuarto para dejar el partido visto para sentencia tras el paso por vestuarios. Al bocinazo se llegó con un 62-100 para los anales, comandado por Mirotic (19 puntos) y el Chacho (21 y 6 asistencias: fue elegido MVP de esa Euroliga). Y eso que el núcleo duro, hay que reiterarlo, apenas varió: Rudy, Felipe, Dani Díez, Carroll, Tremmell Darden, Llull, Ioannis Bourousis, Slaughter y Salah Mejri completaban la escuadra del Madrid; Tomic (16 puntos y 8 rebotes), Jacob Pullen, Joey Dorsey, Sada, Marcelinho, Abrines, Navarro, Kostas Papanikolaou, Brad Oleson, Lorbek y Bostjan Nachbar (Maciej Lampe se quedó sin minutos) jugaban en el Barça.
Una vez más, todo cayó en saco roto para el Madrid en la final, puesto que el Maccabi se apropió de esa Euroliga (86-98). Lo hizo tras una prórroga y un vaivén de sensaciones que, a la hora de la verdad y tras una igualdad extrema durante buena parte del partido, favoreció más al equipo israelí: Laso y los suyos mandaban por 11 (26-15) a los 14 minutos.
Belgrado 2022
Ocho años después de su último encuentro en una Final Four, volvía a haber Clásico en la gran fiesta del baloncesto continental de clubes. Aunque entonces no lo sabía, Pablo Laso estaba a punto de cerrar su palmarés como entrenador del Real Madrid: llevaba 21 títulos y acabaría con 22 (en 11 temporadas), incluidas las Euroligas de 2015 y 2018. Ahora era Saras, y no Pascual, quien le contemplaba desde el banquillo del Barça, subcampeón de Europa la temporada anterior.
Los últimos grandes títulos domésticos habían sido para los azulgranas: ACB en 2021 y Copa tanto en 2021 como en 2022. Con las fuerzas mucho más igualadas entre ambos equipos que tiempo atrás, todo se decidió en un puño: 83-86 favorable al Madrid a golpe de remontada. Guerschon Yabusele (que no estará ahora por la pelea de hace unos días) sobresalió con 18 puntos y 8 rebotes, bien secundado por Fabien Causeur (también 18) y Llull (15): Nigel Williams-Goss, Rudy, Alberto Abalde, Adam Hanga, Gaby Deck (otro ausente este año), Vincent Poirier (nueva baja), Walter Tavares y Jeff Taylor (Anthony Randolph no estuvo en cancha) también fueron de la partida.
En el Barça, Mirotic hizo gala de su condición de MVP continental con 26 puntos, 12 rebotes y 5 asistencias, aunque sin éxito colectivo. Con él formaron Brandon Davies, Dante Exum, Sertac Sanli, Rolands Smits, Nigel Hayes, Nico Laprovittola, Abrines, Cory Higgins, Kyle Kuric, Rokas Jokubaitis y Nick Calathes. Aun así, el Madrid se quedó sin Euroliga, aunque la rozó con la yema de los dedos. Al perder 57-58 contra Efes en una final de sobresalto continuo, dio pábulo a la maldición del ganador de los Clásicos de Final Four: por el momento, ni el Madrid ni el Barça han sido campeones de Europa después de eliminar a su archienemigo en semifinales.
Una tendencia que está a tiempo de romperse este curso. Eso sí, les corresponderá intentarlo a Chus Mateo y a Jasikevicius 26 años después de que el apellido que mejor ha sonado en el banquillo del Real Madrid en mucho tiempo apareciese por primera vez en el acta de un Clásico de Final Four. Será raro no ver a Pablo Laso en esa tesitura, la que sólo él ha conocido en plenitud: nuevos tiempos en uno de los partidos más veteranos del baloncesto.
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