Fernando Alonso: “Mi objetivo es ganar el Mundial después de tantos años”

La historia reciente de Fernando Alonso en la Fórmula 1 ha dado un vuelco desde su vinculación con Aston Martin. El giro inesperado que supuso firmar con la escudería británica ha resultado ser un éxito. Sólo hay que mirar los resultados cosechados en los cinco primeros grandes premios para corroborarlo. Se ha subido al tercer escalón de podio en Baréin, Arabia Saudí, Australia y Miami, mientras que en Azerbaiyán, pese a tener su fin de semana más complicado de la temporada, vio la bandera a cuadros en cuarta posición. Esto le aúpa hasta la tercera plaza de la clasificación general siendo únicamente superado por los dos Red Bull, ambos en otra dimensión.

Alonso es consciente de la superioridad de Pérez y Verstappen, pero su competitividad le empuja a no conformarse con el tercer puesto y buscar la que sería su victoria 33 en la Fórmula 1. A sus 41 años, 42 en julio, el asturiano está mostrando su mejor nivel al volante. Sigue siendo rápido, disfruta sofre el asfalto y la edad no le supone un impedimento. “Cuando me retiré en 2018 estaba en horas bajas y no quería eso porque mi rendimiento y competitividad eran tan altos como siempre, pero la gente no lo veía. Ahora estoy demostrando que sigo siendo rápido tenga la edad que tenga. Eso forma parte de la historia del regreso”, explicó Alonso en una entrevista con The New York Times.

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Alonso es sinónimo de ambición. Siempre la ha tenido y siempre la tendrá. Ni si quiera le faltó cuando atravesó la mala situación en Mclaren que le llevó a retirarse de la Fórmula 1. Aunque se marchara del Gran Circo, no abandonó la competición. No puede, es un animal competitivo. Necesita escuchar el rugir de los motores y la adrelina de pilotar a 300 km/h para disfrutar. Además de dos mundiales de F1, 102 podios y 32 victorias, en su palmarés también figura un campeonato del mundo de Resistencia, dos triunfos en las 24 horas de Le Mans y uno en las 24 horas de Daytona.

Sus triunfos no le han restado ni un ápice de ambición. “Ganar un campeonato sería perfecto. Si gano otro, tantos años después del último, esa distancia entre ambos no tendría precedentes. Ese es mi objetivo en este momento”, asegura. Esta temporada, salvo inmediata evolución del AMR 23, el Mundial está complicado. Los Red Bull son muy superiores al resto de escuderías y aunque el mayor tiempo de trabajo en el túnel de viento que posee Aston Martin podrá recortar distancias, parece muy difícil que iguale rendimiento.

Guardiola, Ancelotti y Alonso tienen algo en común. Todos han hablado esta semana sobre su legado en el deporte. El piloto asturiano, ha sido el último en sumarse a ello. “El legado que quiero dejar en la Fórmula 1 es el de alguien que lo ama tanto que siguió compitiendo mucho años al más alto nivel posible. Eso probaría un punto, que fue parte de mi regreso”, ha apuntado. Al mismo tiempo, Alonso también tiene objetivos fuera del asfalto: “Sé que no estaré toda la vida pilotando. Cuando deje de competir estaré vinculado al equipo de alguna manera. También me gustaría formar una familia. Ese es mi mayor sueño. Por mi forma de vida no he podido lograrlo, pero cuando deje de correr, encontraré esa felicidad”.

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A todos sorprendió que Alonso se marchara de Alpine cuando era la cuarta escudería en aquel momento, y fichara por Aston Martin, séptimo equipo el pasado año. Un cambio arriesgado que se llegó a buen puerto gracias, entre otras cosas, a la estrecha relación entre Lawrence Stroll, jefe de la escudería y el propio Alonso. “Recibí una llamada telefónica de Lawrence preguntándome si ya estaba comprometido con Alpine. Le dije que todavía no, las conversaciones con Alpine estaban bastante avanzadas, pero no tenía nada escrito. Me dijo ‘si te envío una propuesta en papel, estúdialo’. Lo hizo, me alegré, y como no tenía nada con Alpine, fue una decisión fácil. Todo fue más rápido gracias a la relación que mantenemos desde hace años”, desveló Fernando.

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Después de cinco carreras se puede decir que Alonso acertó con su decisión. A todo el paddock le ha sorprendido el rendimiento de Aston Martin, incluso al propio piloto español. “No esperaba que el coche ofreciera las prestaciones que tenemos ahora. Confiaba en el proyecto y sentí que era una buena aventura empezar con un equipo que tiene tantas ganas y buenas aspiraciones, pero pensé que llevaría más tiempo alcanzar cierto nivel. Creía que no lucharíamos por podios hasta el año que viene”.

Imola aparecía en el horizonte como un trazado favorable para su monoplaza, pero las inundaciones nos han privado de poder comprobarlo. La próxima vez que se suba al AMR 23 será el fin de semana que viene en Mónaco, uno de los circuitos más emblemáticos del calendario y que mejor se adaptan al Aston Martin por sus curvas reviradas. Alonso buscará su victoria 33 en un escenario inmejorable.

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