El Banco Central Europeo (BCE) insta a los países que mantienen rebajas y bonificaciones fiscales en el mercado energético, como es el caso de España, a revertirlas “con prontitud y de manera concertada” a medida que la crisis de precios se desvanece. Con esta recomendación, el regulador tiene como objetivo evitar aumentar las presiones inflacionarias a mediano plazo, lo que requeriría de un endurecimiento aún más agresivo de la política monetaria.
En España, el Gobierno puso en marcha ciertas medidas fiscales como la rebaja del IVA al 5% para la electricidad, el gas, la biomasa para calefacción y la madera para leña, la reducción del Impuesto especial sobre la electricidad al 0,5% y la suspensión del Impuesto sobre el valor de la producción de la energía eléctrica. Asimismo, amplió los descuentos del bono social para consumidores vulnerables y prohibió el corte de suministros básicos. Sin embargo, ante el descenso de las tensiones en los mercados energéticos, el BCE pone de manifiesto la necesidad de eliminar estos estímulos fiscales para reducir las presiones inflacionistas.
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En su Boletín Económico, publicado este mismo viernes, el regulador afirma que las políticas fiscales en materia energética deben orientarse a aumentar la productividad de la economía y a reducir gradualmente la elevada deuda pública, que ha aumentado considerablemente en muchos países como consecuencia de las modificaciones fiscales llevadas a cabo para paliar el impacto del alza de precios en el poder adquisitivo de los hogares. Concretamente, el BCE anima a los países a llevar a cabo políticas para mejorar la capacidad de la oferta energética en la eurozona, reduciendo la dependencia de terceros países, lo que se traduciría en una menor presión sobre los precios de la luz en el medio plazo.
Y es que, el organismo presidido por Christine Lagarde, no descarta que la invasión rusa de Ucrania pueda producir una nueva subida de los precios de los insumos energéticos de cara a los próximos meses. Si bien los efectos de base provocaron cierto aumento en la inflación de los precios de la energía -aumentando un 2,5% en términos mensuales en abril- la tasa se encuentra muy por debajo de las registradas tras el inicio del conflicto. Asimismo, las presiones de los oleoductos sobre los precios de la energía han seguido cayendo, y el crecimiento anual de los precios al productor de la energía se situó en el 17,3% en febrero de 2023, muy lejos de los máximos registrados en agosto de 2022, cuando alcanzó el 117,3%.
Gas y petróleo
Los precios del petróleo aumentaron un 9% tras el anuncio de la OPEP+ de reducir la producción de petróleo en cerca de 1,7 millones de barriles por día, con la intención de actuar de forma preventiva para estabilizar los mercados petroleros, anticipándose a una demanda mundial de crudo más débil de lo previsto. Sin embargo, tras el anuncio de la organización petrolera, el precio del crudo volvió a su senda bajista, afectado por los riesgos a la baja para la demanda en Estados Unidos en medio de la tensión reciente en el sector bancario.
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“Sin embargo, si tales riesgos a la baja no se materializan, vale la pena señalar que el recorte de producción tendrá lugar en la segunda mitad de 2023, cuando la Agencia Internacional de la Energía espera un déficit de suministro de petróleo” apunta el boletín del BCE.
Por su parte, los precios del gas en Europa cayeron un 13% hasta situarse por debajo de los 40 euros/MWh. Algo muy favorable para los países de la Unión Europea que comienzan ahora su temporada de reabastecimiento de almacenamiento de gas, que ya se encuentra en niveles récord tras las medidas acometidas por la Comisión Europea para reducir la dependencia de gas ruso. Asimismo, con la prórroga de las medidas de ahorro de gas de la UE, que prevén que los Estados miembros reduzcan el consumo de gas en un 15% entre el 1 de abril de 2023 y el 31 de marzo de 2024, la UE va camino de alcanzar su objetivo de almacenamiento del 90% para noviembre de 2023.
Con estos datos en los precios de las materias primas, se dibuja un escenario energético mucho más optimista que en años anteriores, lo que sustenta el discurso del BCE de eliminar de forma acelerada las medidas de apoyo que los estados miembro han llevado a cabo durante casi dos años, pese a que por el momento, en España, las rebajas fiscales acometidas por el Gobierno para frenar el encarecimiento de la factura de la luz se mantendrán hasta el próximo 31 de diciembre.
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