Aitor Gabilondo (’El silencio’, Netflix): “Quería reflexionar sobre la creación de monstruos en nuestra sociedad”

El productor y creador de algunas de las ficciones más populares de nuestro tiempo, se estrena en Netflix con un original en forma de thriller en el que se reflexiona sobre las consecuencias de la violencia dentro tanto en el seno familiar como a nivel sistémico

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Aitor Gabilondo. (Lander Larrañaga / Netflix)
Aitor Gabilondo. (Lander Larrañaga / Netflix)

Aitor Gabilondo (San Sebastián, 1972) lleva décadas siendo uno de los productores y creadores más importantes de ficción televisiva en nuestro país. Comenzó en series míticas como Periodistas o El comisario y continuó cosechando éxitos y grandes audiencias gracias a El Príncipe. Desde 2017 tiene su propia productora ALEA MEDIA, desde donde emprendió un nuevo camino a la hora de desarrollar productos como Vivir sin permiso o Entrevías, ambas con José Coronado al frente. Tras el boom de las plataformas, dio forma a uno de sus proyectos más ambiciosos, la adaptación de la novela de Fernando Aramburu, Patria, que se convirtió en una de las series más prestigiosas de la era digital reciente. Ahora, estrena su primer original de Netflix, El silencio, protagonizada por Arón Piper, mientras prepara la adaptación de Yo, adicto, de Javier Giner, para Disney+.

El silencio sería su primer original para Netflix

Sí, porque Entrevías, Vivir sin permiso o El Príncipe, eran producciones de Mediaset, pero cuando se terminaron, Netflix compró la ventana de emisión y ahora se pueden ver en la plataforma. Y, claro, es una ventana de exhibición internacional muy potente. Entrevías ha funcionado de maravilla a nivel mundial en habla hispana y, El Príncipe, aunque es una serie más antigua, de más de diez años, pues también ha estado varias semanas en el top 10.

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¿Cómo surgió la colaboración?

Verónica Fernández, que es la jefa de contenido original, a la que conozco desde hace muchos años, me dijo que si tenía algo, alguna idea para un thriller, porque es un género que les funciona muy bien en la plataforma. Y yo tenía esta historia en un cajón desde hacía bastante tiempo, así que le di una vuelta, se la presenté y les gustó. Además, me daba la posibilidad de hacer una ‘mini serie’, que es un formato que me encanta.

Además, es de una idea original. ¿De dónde parte El silencio?

Ya sabes que llevo muchos años haciendo ficción y, al final, por mi generación, mi fuente de inspiración son los periódicos. Sobre todo, para este tipo de proyectos, más de cine negro, de crímenes. Los perpetrados por niños y adolescentes siempre me han impresionado mucho y he ido leyendo algunos casos, como el de dos chavales que asesinaron a un bebé. ¿Recuerdas qué terrible fue?

Sí, hicieron una película crudísima sobre ese caso

Pues esos adolescentes cumplieron su pena y salieron de la cárcel. Tuvieron que cambiar de ciudad y de nombre. Nunca se volvieron a ver. Me pregunté, ¿cómo puede ser la reinserción social? ¿Cómo sobrevivir a ese horror que cometieron? Creo que ese fue un poco el punto de partida, porque me llamaba mucho la atención, esa creación de monstruos en el seno de la sociedad. También hablé con un chico que cometió un crimen y ahora se había integrado, pero solo sus padres y esposa sabían lo que ocurrió y vive con el temor constante a ser descubierto. Me interesaba más hablar del post que del hecho en sí mismo. Así que empecé a trabajar y a introducir elementos de diferentes casos. También estaba la idea del control, de cómo queremos controlarlo todo, también el futuro. Cuando un chico sale de la cárcel después de haber cometido un acto así, ¿de qué forma está condenado para siempre? ¿Puede volver a ocurrir?

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Ahí entraría el personaje de Ana, al que interpreta Almudena Amor

Ella está obsesionada con este tipo de perfiles, y montará un dispositivo para vigilar al personaje de Sergio (Arón Piper).

Arón Piper en una imagen de 'El silencio' (Netflix)
Arón Piper en una imagen de 'El silencio' (Netflix)

Es una intriga bastante hitchcockiana, pero a través de las nuevas tecnologías

Es verdad, es como una especie de La ventana indiscreta, pero al revés, dándole la vuelta a la perspectiva. Y me gustaba mucho la presencia de las pantallas, que ya forman parte de nuestra vida cotidiana. Gran parte de nuestra vida pasa por ellas, y antes yo creo que había una diferenciación entre lo que pasaba en la pantalla y en la vida real, pero todo eso se ha ido difuminando un poco. Me interesaba mucho escarbar en esos límites.

Entroncaría quizás con el concepto de posverdad

Ahora se sacan conclusiones solo mirando a una pantalla, ¿pero es verdad, es auténtico lo que vemos? En Instagram podemos meternos en las casas, en los trabajos, en la intimidad de las personas, pero ¿eso nos da la suficiente información sobre ellas? Así, Sergio, será el elemento observado, pero progresivamente en los capítulos será como se diera la vuelta a la cámara, y acabaremos sabiendo más de los que le están mirando que de él mismo, esa era la idea.

Cuénteme el significado del título, El silencio

Normalmente se aprecia más a las personas prudentes, que guardan silencio, parece que sean más sabias. Pero también hay una segunda lectura, puede que el silencio tenga una connotación cobarde e incluso intimidatoria. Porque cuando no hablas la persona que está enfrente no puede adivinar lo que piensas y eso genera mucha inseguridad. Y es un poco el juego que tiene Sergio. Después nos daremos cuenta de que ese silencio también ha formado parte de las personas que ha tenido a su alrededor y que les afecta de alguna manera a todos, están ahí en esos secretos inconfesables que generan traumas y miedos, mucha violencia también.

Almudena Amor en 'El silencio' (Netflix)
Almudena Amor en 'El silencio' (Netflix)

No sabía que existía una parafilia en torno a la atracción a los asesinos, la hibristofilia

Es fuerte. En Estados Unidos se había escuchado más y yo pensaba que eran extravagancias de allí, pero de nuevo, leyendo un artículo, que también fue al archivo de esta serie, descubrí que el supuesto asesino de Marta del Castillo recibió un montón de cartas de admiradoras, todas muy jóvenes y me dejó muy impactado.

Hay algo que también me impresionó mucho de la serie, hasta qué punto los padres pueden querer cambiar a sus hijos porque no les gusta cómo son

Sí, y se pueden llegar a estados de violencia muy chungos, de dominación y de control. A mí me interesaba ese tema mucho, porque se establecía un paralelismo entre la violencia que se ejerce en el entorno familiar y la que ejerce el propio sistema.

Nunca sabemos muy bien si Sergio es víctima o verdugo de ese sistema

Me gustaba que se moviera en esa incertidumbre. Estamos instalados en un tiempo de mucha información y sin embargo aquí tenemos a un tipo que no dice nada, así que eso genera inquietud, porque no tenemos las herramientas para descifrarlo.

Y después está el tema del fanatismo religioso a través de la figura de ese representante de una Iglesia Evangélica que ayuda a la reinserción, pero que tampoco quedan claros sus intereses

Es otro punto para hablar de nuestra percepción, de nuestros prejuicios, a veces justificados y otras veces no. Es una capa más a la hora de hablar de la red de intereses que se aglutinan alrededor del chico.

¿Cómo fue la elección de Arón Piper para el papel protagonista?

Yo lo tenía en el punto de mira, después de ver El desorden que dejas, para otro proyecto y entonces se cruzó El silencio. Me impactó mucho su físico, su mirada tan rotunda siendo tan joven, era muy inquietante. Es de esos actores que dicen casi más cuando no hablan. Creo que es el primer protagonista que hace, y tiene una presencia que lo llena todo.

En estos momentos está ya inmerso en el rodaje de otra serie, la adaptación de Yo, adicto, de Javier Giner, para Disney+

Javi ha sido un descubrimiento increíble, pero increíble. Y luego ha sido tan fácil trabajar con él, porque es una persona tan especial, tan generosa, tan a tumba abierta. No sé, yo siempre sufro mucho con los proyectos, pero este lo estoy disfrutando tanto. Yo solo quiero ayudarle a que cuente su historia y lo va a hacer desde el estómago, desde las tripas.

Javier Giner (creador) y Oriol Pla (protagonista) de 'Yo adicto' (Disney+)
Javier Giner (creador) y Oriol Pla (protagonista) de 'Yo adicto' (Disney+)

¿Cómo ha percibido usted el boom de las plataformas?

Todavía lo estamos entendiendo un poco sobre la marcha, porque siempre hay muchos movimientos, plataformas que se fusionan, que desaparecen, pero ha abierto grandes caminos a los creadores, eso es indudable. Y esa diversificación ha hecho posible que surjan productos tan estimulantes como Autodefensa o Selftape, que no hubieran existido en otras condiciones. Es bueno que haya plataformas grandes y pequeñas que alberguen todo tipo de ficciones.

Lo que sí que parece haber es un retroceso en las cadenas generalistas a la hora de apostar por la ficción

Creo que el consumo de series se identifica ahora más con las plataformas por el concepto del streaming, porque las puedes ver a tu ritmo, de un tirón, subtituladas, lo que es una gran ventaja. Pero a mí me gustaría que las cadenas en abierto siguieran apostando por las ficciones, porque no olvidemos que las plataformas son de pago, y no todo el mundo se las puede permitir, por lo que no dejan de ser en cierto modo elitistas. Y creo que las personas sin recursos también merecen series de calidad, que les permitan soñar, a las que puedan acceder sin tener que pagar, porque el acceso a la cultura es parte de nuestro bienestar como sociedad.

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